Tras doce años de su captura, el sanguinario cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, se presentó ante el tribunal antiterrorista C en la Base Naval del Callao junto con otros 17 subversivos, entre ellos su compañera sentimental Elena Iparraguirre y Óscar Ramírez Durand, alías "Feliciano".

Guzmán, quien vestía con ropa informal, se saludó con abrazos con algunos de sus compañeros para después tomar asiento, sin embargo, al hacer caso al llamado de los periodistas para tomarle fotos, el senderista se levantó y sonriendo con el puño en alto posó para las cámaras.
 

Poco después, cuando el juez Dante Terrel invitó a los camarógrafos y reporteros gráficos a salir de la sala (ya que estaba prohibido que los hombres de prensa utilicen estos equipos durante la audiencia), los subversivos alzaron la voz para lanzar vivas a sus acciones terroristas que costaron la vida de miles de peruanos.
 

Este revuelo obligó al magistrado a aplazar el juicio hasta el próximo viernes 12. Tras esto, los terroristas ante la mirada pasiva de los jueces y policías se saludaron volvieron a saludarse con besos y abrazos.