El Proyecto Varela a las puertas de la Asamblea Nacional
PABLO ALFONSO
El Proyecto Varela que, entre otras cosas, aboga por la celebración
de un referéndum para un cambio
político en Cuba, está casi listo para tocar a las herméticas
puertas de la Asamblea Nacional del Poder
Popular.
Las 10,000 firmas que la legislación vigente en Cuba considera necesarias
para presentar ante ese
''órgano legislativo'' un proyecto de ley, ya están listas
según anunció Oswaldo Payá, presidente del
Movimiento Cristiano Liberación (MCL), que auspicia la iniciativa.
''Las tenemos y más que esa cifra [10,000]. Estamos en el proceso
de autenticidad para evitar las
falsificaciones, con las que los organismos de inteligencia del régimen
quieren sabotear el Proyecto
Varela'', me confirmó Payá desde La Habana durante una conversación
telefónica este fin de semana.
Después de un año de intenso trabajo en todo el país,
el MCL y los grupos opositores que lo respaldan
en esta iniciativa han logrado reunir esas firmas salvando muchos obstáculos,
que no siempre
provienen del sector oficialista.
''Hay otros grupos opositores que no comparten esa iniciativa, pero que
además han hecho campaña
activa en su contra'', me comentó Payá. ``Eso ha contribuido
a la confusión que, desde un principio,
comenzó a sembrar el propio gobierno''.
Quizás una buena parte de esa confusión se debe a que sus
oponentes desconocen el mecanismo
técnico o legal en que se sustenta el Proyecto Varela. Muchos consideran
que la simple presentación
de esas firmas ante la Asamblea garantiza su aprobación o legitima
al gobierno. He escuchado a
algunos opositores, dentro y fuera de Cuba, afirmar incluso que, con esas
firmas, se quiere constituir
un partido de oposición simbólico. Le pregunté directamente
a Payá sobre el tema.
''Es absurdo'', afirmó. ``Lo que queremos es llevar a la Asamblea,
lo que nunca ha pasado hasta ahora
en Cuba, [el mensaje de] que miles de ciudadanos piden el cambio político
de manera pacífica''.
Payá no se hace ilusiones al respecto. De hecho, afirmó que
en las últimas semanas las autoridades
están reprimiendo a los activistas en todo el país, tratando
de incautarse de las firmas, evitando su
verificación.
''Es una mezcla de represión y desespero, mientras aumentan las
manipulaciones para confundir, que
llegan desde todos los flancos'', aseguró.
El Proyecto Varela está tratando de utilizar, el Artículo
88 de la Constitución aprobada en 1992, que
en su inciso ''g'', otorga también a los ciudadanos la facultad
de presentar proyectos de ley ante la
Asamblea para su consideración: ''En este caso será requisito
indispensable que ejerciten la iniciativa
diez mil ciudadanos, por lo menos que tengan la condición de electores'',
afirma el texto constitucional.
Por supuesto, eso no garantiza que los parlamentarios cubanos tengan que
aprobar el Proyecto Varela
y su propuesta de referéndum político.
La iniciativa tiene, según Payá, una consideración
técnica y otra de tipo político-moral que él valora
como la más importante.
''El propósito del Proyecto Varela es la movilización cívica
de la ciudadanía, porque esa es la vía posible
para que los cambios sean pacíficos'', aseguró Payá.
El dirigente del MCL aseguró que en las próximas semanas
se dirigirán a la Asamblea Nacional para
que explique cómo es el procedimiento técnico-legal para
presentar esas firmas. No se conoce ese
procedimiento porque nunca se ha hecho algo igual en Cuba.
La iniciativa, dijo Payá, no termina con la presentación
de las firmas, porque a partir de ese momento
se convertiría en proyecto de ley, sobre el cual tendrán
que pronunciarse los parlamentarios.
A propósito del Proyecto Varela, el canciller Felipe Pérez
declaró la pasada semana una cadena de
televisión extranjera que los opositores no tienen poder de convocatoria,
algo que Payá desmintió
categóricamente durante su conversación.
''Yo reto, con todo respeto, al canciller Pérez Roque a discutir
el asunto públicamente en la televisión
nacional; incluso, en un programa donde ellos puedan hablar seis horas
y nosotros nada más que 15
minutos'', enfatizó Payá. ``Ya verán entonces si tenemos
o no poder de convocatoria'', subrayó.