El Nuevo Herald
1 de noviembre de 2001

Caracas le dice sí pero no a Washington

 FABIOLA SANCHEZ / Associated Press
 CARACAS

 El gobierno del presidente Hugo Chávez ha desestimado los cuestionamientos de algunos voceros del Departamento de Estado de Estados Unidos y de la embajada norteamericana en Caracas a las declaraciones del mandatario pidiendo el cese de la ``matanza de inocentes'' en Afganistán.

 ``No podemos ni tenemos por qué callar'', dijo ayer el canciller, Luis Alberto Dávila, en respuesta a los comentarios que emitió el martes la embajada estadounidense sobre las declaraciones de Chávez.

 Washington, entretanto, insistió ayer que las declaraciones de Chávez contra la acción militar en Afganistán contradicen la posición adoptada por Venezuela tanto en la Organización de Naciones Unidas (ONU) como en la Organización de los Estados Americanos (OEA). ``Los comentarios del presidente Chávez no están de acuerdo con la posición adoptada por Venezuela en la ONU, en la OEA o en las consultas del Tratado de Río'', dijo ayer un funcionario de la Casa Blanca.

 El portavoz expresó que Estados Unidos respondió en defensa propia, de acuerdo con la carta de la ONU y otros tratados, ante los horrendos atentados del 11 de
 septiembre, que dejaron 4,800 muertos.

 Sin embargo, el canciller venezolano descartó que haya surgido alguna fricción entre los dos países respecto al combate al terrorismo, y precisó que Venezuela
 mantenía la posición de ``amistad y de cooperación'' con Estados Unidos en ``condiciones de respeto mutuo sin perjuicio de nuestra soberanía''.

 Dávila rechazó los señalamientos de grupos opositores que también sostienen que Chávez mantiene una posición ``ambigua'' frente al combate al terrorismo, y agregó que Venezuela no emitiría ningún pronunciamiento sobre el régimen talibán porque ``no me está permitido inmiscuirme en los asuntos internos de otros países''.

 Chávez expresó el 29 de octubre, durante una cadena de radio y televisión, que ``nosotros apoyamos la lucha contra el terrorismo y allí nadie debe tener duda... pero también hemos dicho desde el primer día que no se puede responder al terror con más terror''.

 Los comentarios del mandatario motivaron una respuesta de la embajada estadounidense que emitió el martes un comunicado señalando que era ``falso'' calificar como terrorista la respuesta de Estados Unidos a los ataques de septiembre en Nueva York y Washington.

 A la posición de la embajada se sumaron algunos voceros del Departamento de Estado que señalaron que Estados Unidos estaban ``sorprendidos y profundamente
 decepcionados'' por los comentarios de Chávez.

 ``Clamar porque la guerra cese, porque busquemos las causas, porque lancemos una alerta a objeto de que no sigan en este caso muriendo inocentes no creo que sea motivo para irritar a nadie'', dijo Dávila al rechazar que los comentarios de Chávez hayan generado malestar en Estados Unidos.

 El canciller hizo las declaraciones luego de un encuentro con la embajadora estadounidense Donna Hrinak, que fue llamada para aclarar comentarios que hizo la semana pasada sobre el gobierno venezolano.

 Hrinak dijo el 25 de octubre que la credibilidad de Venezuela se había visto afectada por las contradicciones en las que incurrieron algunos funcionarios al hablar sobre terrorismo.

 Al ser consultado sobre el encuentro Dávila solo precisó que había recordado a Hrinak el artículo 41 de la Convención de Viena que prohíbe a los embajadores
 ``inmiscuirse'' en los asuntos internos de otros países.

 ``Somos extraordinariamente respetuosos'', dijo Dávila al referirse a las declaraciones de Hrinak, y agregó, ``queremos serlo [respetuosos] hacia afuera, y que sea
 también asumido hacia adentro de nuestro país este artículo [el 41] que es de obligatorio cumplimiento''.

 Hrinak se abstuvo e emitir algún comentario sobre el impasse surgido entre los dos países, y sólo precisó que ``acordamos que Venezuela y Estados Unidos somos
 socios en la lucha contra el terrorismo... hay que ver cómo se expresa su entendimiento [del gobierno venezolano]''.

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