El Nuevo Herald
28 de enero de 2002

Chávez desata su ira contra la Iglesia

A cusa a los prelados católicos de opositores

 PASCAL FLETCHER / Reuters
 CARACAS

 El presidente venezolano, Hugo Chávez, desató ayer su ira revolucionaria contra los dirigentes de la Iglesia Católica local y dijo en tono de sermón que son opositores del gobierno que ``no andan por el camino de Dios'', para luego señalar una ``penitencia'' al cardenal y arzobispo de Caracas, Ignacio Velasco.

 Chávez también volvió a criticar al anuncio apostólico en Venezuela, André Dupuy, al que acusó de inmiscuirse en los asuntos internos de esta nación de mayoría
 católica.

 En su programa semanal de radio y televisión Aló, Presidente, el mandatario acusó a Velasco y a otros obispos de ser miembros de la creciente oposición política.

 ``Es usted, cardenal Velasco, el que está asumiendo posiciones políticas'', retó Chávez.

 ``Oiga, hágase una revisión de su conciencia. Vaya y párese delante de Dios y rece un poco un Padre Nuestro... o 20 Padre Nuestros y 20 Ave Marías'', declaró.

 El mandatario, quien dice ser católico practicante, manifestó que Velasco y otros obispos de alto rango tenían estrechas relaciones con las élites gobernantes del
 pasado y que habían descuidado a los pobres de Venezuela.

 ``Se acostumbraron a vivir en palacios y se olvidaron del pueblo ... ¿Quién ha visto a los obispos estos que nos critican que vayan a las calles, que vayan a los barrios pobres?'', preguntó, para de inmediato contestar: ``No andan por el camino de Dios, no andan por el camino de Cristo''.

 ``Yo fui monaguillo y amo a Cristo (...) Nosotros somos todos la Iglesia, no son ustedes dos o tres'', declaró el Presidente, señalando sin embargo que no buscaba una confrontación, sino que ``les voy a esperar allá en el palacio [de gobierno] y ojalá podamos conversar y buscar entendimiento'', agregó.
 Chávez rechazó rotundamente las críticas de Velasco y las de otros obispos en torno a la misa que tuvo lugar el miércoles pasado, a la cual concurrieron el líder
 venezolano y sacerdotes católicos izquierdistas, quienes manifestaron apoyo por sus políticas sociales.

 El cardenal dijo que la misa había sido políticamente manipulada.

 Chávez también justificó la aguda respuesta pública que dio el jueves pasado a monseñor Dupuy, nuncio apostólico y decano del cuerpo diplomático acreditado en
 Venezuela, que le advirtió sobre las preocupaciones del exterior en torno a una percibida radicalización de su gobierno.

 ``Lo lamento mucho, pero no podía quedarme callado ante el discurso del nuncio apostólico, que dio un discurso de intromisión en los asuntos internos de Venezuela'', dijo el mandatario.

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