La Republica (Lima, Peru)
Marzo 24, 2002

Entretelones de la cumbre presidencial Perú-EEUU

Coincidieron hasta en el color de las corbatas

  ....No sólo fueron los colores de las corbatas y de los trajes de las primeras damas los que coincidieron. Una natural empatía surgió entre
  los presidentes George Bush y Alejandro Toledo junto al interés que pusieron ambos en su conversación. El episodio más importante de
  la jornada de ayer hizo que los mandatarios se olvidaran de sus relojes y la reunión se demoró 15 minutos más de lo previsto en la
  estricta agenda oficial.
  La traductora de rigor no tuvo nada que hacer: los presidentes hablaron en fluido inglés durante su encuentro en el Salón de
  Embajadores.
  La charla entre Bush y Toledo se extendía sin preocupaciones, mientras que en el Hall de Palacio de Gobierno aproximadamente un
  centenar de periodistas, peruanos y extranjeros, esperaban impacientes.
  Bush llegó a Palacio de Gobierno e inmediatamente pasaron a la salita contigua al Salón Dorado, donde casi siempre se realizan
  importantes conversaciones.

  Cruce de saludos
  Aunque mayomente hablaron los dos mandatarios, el secretario del Departamento de Estado, Collin Powell, intervino para hacer una
  acotación, también lo hizo la asesora del Consejo de Seguridad, Condolezza Rice. Además el primer vicepresidente Raúl Diez
  Canseco realizó una breve intervención. El resto fue un diálogo fluido y hasta amistoso entre los jefes de Estado.
  En las citas cumbres casi todo ya está acordado por los diplomáticos. Los presidentes sólo sellan con sus palabras la negociación entre
  las respectivas cancillerías.
  Los borradores de los acuerdos fueron trabajados por el embajador norteamericano John Hamilton y por el vicecanciller Manuel
  Rodríguez Cuadros y José Antonio Meier.
  Trascendió que en esas negociaciones el gobierno peruano intentó arrancar a Bush un compromiso concreto sobre la ley de Ajuste
  Andino, que posibilite la regularización de los peruanos que ingresaron a los Estados Unidos antes del 1 de diciembre de 1998. Pero no
  se logró.
  También parte importante de la negociación habría sido obtener de Estados Unidos mayor flexibilidad para la posibilidad de firmar un
  acuerdo de libre comercio e inversión bilateral. Solo se obtuvo el ofrecimiento de conversarlo más adelante.

  Sombras nada más
  Respecto a la ayuda para la lucha contra el narcotráfico, Bush no ofreció nada nuevo, sólo reiteró que se destinarán 782 millones de
  dólares a la región para la lucha contra las drogas, en el marco de la Iniciativa Regional Andina. Toledo agradeció los anteriores anuncios
  de multiplicar los recursos para la lucha antidrogas, uno de los puntales en la renovada relación con el país del norte.
  Otra iniciativa destacada en la evaluación de parte del gobierno peruano habría sido una promesa de atención a la propuesta de concertar
  un mecanismo de certificación fitosanitaria para productos peruanos exportables. Si en el futuro se concreta, cítricos, mangos y paltas
  entrarían al mercado norteamericano.
  La cancillería peruana habría considerado un importante logro, más allá de los acuerdos de ayuda, el inicio de un nuevo trato con Estados
  Unidos, reforzado por el liderazgo que Bush reconoce en Toledo y que fue insistente tema en sus intervenciones.
  Los elogios fueron reiterados y casi protagonistas de los discursos. Desde antes de su llegada al Perú, el presidente norteamericano
  destacó en todos los idiomas el liderazgo internacional del presidente Toledo, y analistas norteamericanos opinan que la visita al Perú es
  porque Bush escogió al presidente peruano como interlocutor para la región andina.
  A la cita Bush-Toledo asistieron además los funcionarios norteamericanos Andrew Card, consejero presidencial y director administrativo
  de la Casa Blanca, la consejera presidencial Karen Hugues y el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental,
  Otto Reich.

  Mantel largo
  También el presidente del Consejo de Ministros, Roberto Dañino Zapata, el canciller Diego García Sayán, el ministro de Defensa,
  Aurelio Loret de Mola, el consejero presidencial para la lucha antidrogas, Ricardo Vega Llona, el embajador del Perú en Estados
  Unidos, Alan Wagner Tizón, el secretario general de Palacio de Gobierno, Fernando de la Flor, el secretario de prensa de Palacio de
  Gobierno, Guillermo Gonzales Arica, y el consejero presidencial de política exterior, Luis Chuquihuara.
  En la conferencia de prensa conjunta, Bush se mostró de buen ánimo y llegó a bromear sobre las corbatas y el color similar de sus ternos.

  Toledo comentó: "Parece más joven que yo, ambos tenemos 55 años" y el texano retrucó luego: "El tiene pelo negro, yo tengo pelo gris".
  La jocosidad en la rueda de prensa se repitió cuando el presidente peruano calificó a su par norteamericano de tener "buen gusto" por
  elegir el celeste de su corbata, "pero él es más alto que yo", dijo.
  Los periodistas se enteraron de que los organizadores de la conferencia de prensa eligieron "a dedo" a los tres peruanos que tendrían
  oportunidad de formular preguntas. Faltando segundos para el inicio de esa actividad, se realizó un improvisado sorteo entre los
  representantes de los canales de televisión.
  (Silvia Rojas)