El Nuevo Herald
Apr. 30, 2004

Cuba aún mantiene vínculos con organizaciones terroristas

EFE
WASHINGTON

Cuba no tomó ''todas las acciones necesarias'' en el 2003 para cortar sus presuntos vínculos con el terrorismo en el mundo, según un informe anual divulgado ayer por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

En su informe sobre Patrones del Terrorismo Global en el 2003, el Departamento de Estado dedicó una sección a los siete países -entre ellos Cuba, Corea del Norte y Siria- que, a su juicio, patrocinan el terrorismo internacional.

Aunque algunos países han mejorado en algunas áreas, la mayoría ha continuado las mismas acciones que les ganararon la designación como estados que patrocinan el terrorismo, indicó el informe.

Así, EEUU destacó que Cuba, por ejemplo, no sólo se opuso a la coalición liderada por Washington en la lucha global contra el terrorismo, sino que ''continuó dando apoyo a Organizaciones Terroristas Extranjeras'' y acogió a terroristas y decenas de prófugos de la justicia en EEUU.

El informe indicó que Cuba permitió la estancia en su territorio de hasta una veintena de miembros del grupo terrorista vasco ETA y dio ''apoyo y refugio'' a integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Sin ofrecer detalles, el informe incluye la explicación de la cancillería cubana, en mayo del 2003, de que la presencia de los miembros de ETA en su territorio surgió de una ''solicitud de asistencia'' de parte de España y Panamá y que se trata de un asunto entre La Habana y Madrid.

Por otra parte, el documento señaló que, durante todo el 2003, Cuba condenó ''activamente'' muchas de las políticas y acciones de Estados Unidos relacionadas con la lucha antiterrorista.

El análisis unilateral también objetó la ''campaña propagandística'' de La Habana que, mediante el control de los medios de comunicación, criticó las acciones militares de Washington en Irak y Afganistán y lo acusó de violaciones de los derechos humanos ``con frecuencia y sin fundamento''.

Estados Unidos citó el caso del representante cubano ante la ONU que, al denunciar la política exterior estadounidense hacia su país, afirmó que ``las acciones de unos estados para desestabilizar a otros son una forma de terrorismo''.

Asimismo, el informe echó en cara al Gobierno cubano que en el 2003 tampoco extraditó ni solicitó la extradición de presuntos terroristas.

Washington rechazó el argumento de Cuba de negarse a extraditar a sospechosos de terrorismo por considerar que estos no recibirán un juicio justo y que los cargos en su contra tienen motivaciones "políticas''.