El Nuevo Herald
24 de enero de 2001

Castro ofende al presidente Bush

Agence France Presse
LA HABANA

El gobernante cubano, Fidel Castro, dijo anoche del presidente de EU, George
W. Bush, que ``ojalá no sea tan bruto como parece, ni tan mafioso como luce''.

Castro habló en un acto celebrado en una escuela de artes plásticas habanera,
donde departió con alumnos, profesores y miembros de la dirección de la
institución docente.

``Ha llegado este caballero ahí, que ojalá no sea tan bruto como parece ni tan
mafioso como luce por sus antecedentes, pero está ahí'', dijo Castro sin
mencionar el nombre de Bush.

``Y nosotros'', añadió, ``estamos tranquilos aquí, pensando junto a ustedes, los
estudiantes de arte y con personalidades de nuestro arte, de nuestra cultura, en
un futuro verdaderamente brillante que nos espera, un pueblo aguerrido que
tendrá cada vez más cultura, más conciencia, más conocimiento y más unidad,
si cabe, que la que tiene hoy'' Entre tanto, la televisión cubana había acusado a
la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba (SINA) de promover la
subversión en la isla y ser la ``punta de lanza'' en la política agresiva de
Washington hacia Cuba.

La SINA es ``el bastión fundamental de la subversión'' que Estados Unidos
quiere fomentar en Cuba, sobre todo en la década de los 90, luego del derrumbe
del bloque soviético, declaró el moderador Randy Alonso, en el primero de tres
``mesas redondas'' televisivas dedicadas al tema.

Dos funcionarios de esa oficina fueron señalados como los principales
promotores de esa política: el primer secretario Timothy Zúñiga Brown, quien
trabajó en Cuba entre mayo de 1997 y mediados de 1999; y Víctor Vockerodf,
segundo secretario, quien llegó a Cuba en julio de 1999 y se mantiene
actualmente en esa sede diplomática.

Zúñiga Brown y Vockerodf han desempañado una labor de incitación y contactos
permanentes con disidentes internos, según Manuel Hevia, miembro del Instituto
de Investigaciones de la Seguridad del Estado.

Hevia afirmó que la SINA ``intensificó'' a partir de 1997 su apoyo a los grupos
opositores internos y a la prensa independiente, a la cual abastece
periódicamente de materiales para su trabajo.

Añadió que durante 1999 se comprobaron 776 visitas de opositores al edificio de
la SINA, en el Malecón habanero, sin contar las de los funcionarios
norteamericanos a las viviendas de los disidentes y otros encuentros callejeros.
En el 2000 esa tendencia siguió ``con la misma intensidad''.