El Nuevo Herald
Feb. 10, 2005

Washington aprueba un intercambio deportivo

Associated Press
LA HABANA

Utilizando gestos y una mezcla de palabras sueltas en sus dos idiomas, la joven cubana Lessys Rusindo y la estadounidense Mara Blesoff lograron comunicarse entre sí durante una pausa de un partido reciente de sóftbol.

''Hablábamos acerca de la fiesta de mañana por la noche y ella quería saber si yo sabía bailar'', dijo la jugadora Mara, de 13 años, acerca de Lessys, su nueva amiga de 19 años. ``Yo realmente no sé, de modo que quizá ella pueda enseñarme''.

Mara se encuentra entre las diez chicas de Chicago que vinieron aquí con sus entrenadores y muchos de sus padres, para un intercambio deportivo aprobado por el gobierno de Washington.

Durante más de cuatro décadas, Estados Unidos no ha sostenido relaciones diplomáticas con Cuba, y en cambio han impuesto un embargo económico al país.

Después de que el gobierno del presidente George W. Bush incrementó el año pasado las restricciones de los viajes a Cuba, los intercambios deportivos continúan siendo una de las pocas categorías que permite a los norteamericanos visitar legalmente la isla de gobierno comunista.

Como parte de una iniciativa para reducir la entrada de divisas al gobierno de Fidel Castro, los viajes universitarios a Cuba se han restringido en gran medida a cursos de por lo menos diez semanas, eliminando de esta forma algunas de las visitas más cortas, que los funcionarios de Washington consideraban como viajes más turísticos que educacionales.

''No tuvimos ningún problema con nuestra licencia'', dijo el padre de Mara, el abogado Mark Blesoff, que fundó el equipo Windmills de sóftbol hace 16 años.

Su hija de 25 años, Jamine, que jugó durante varios años con Windmills, vino con el equipo en calidad de entrenadora.

Blesoff dijo que la primera visita del grupo aquí, realizada el año pasado, se desarrolló también sin dificultades.

''Ha sido una experiencia vital increíble para nuestras jugadoras'', dijo. `` ¿Cuántas adolescentes (norteamericanas) logran venir a Cuba?''

''No es un terreno perfecto'', dijo Blesoff refiriéndose al deteriorado estadio situado en la barriada habanera de Lawton.

``La segunda base no está fijada al suelo. Pero nada de eso importa. Lo que importa es que están haciendo amistades y recibiendo información acerca de las sociedades respectivas''.

El grupo, que llegó a Cuba durante el fin de semana, debía regresar a EEUU hoy tras una fiesta amenizada por orquestas típicas cubanas en la azotea de un hotel de la Habana Vieja.