El Nuevo Herald
8 de julio de 2001

Discreta distensión en la base de Guantánamo

 PABLO ALFONSO
 El Nuevo Herald

 La base naval norteamericana de Guantánamo, que ha sido una constante manzana de la discordia entre Estados Unidos y Cuba, se ha convertido ahora en un elemento de cooperación y posible distensión en las siempre tensas relaciones entre ambos países.

 Autoridades estadounidenses del Hospital Naval de la Base de Guantánamo y funcionarios cubanos del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Agostino Neto, de la ciudad de Guantánamo, intercambiaron visitas a mediados del pasado mes de junio en la primera actividad de esta naturaleza que se lleva a cabo en los últimos 41 años.

 ``Lo que está en estudio es un proyecto para cooperar en la atención a víctimas de posibles desastres naturales en la región'', dijo a El Nuevo Herald una fuente oficial en Washington.

 El funcionario, que pidió no ser identificado, explicó que la iniciativa toma en cuenta que ambos centros hospitalarios están ubicados en una zona alejada de las
 principales vías de comunicación en la isla, y que ``en el caso de terremotos, ciclones u otros desastres naturales'', estos hospitales podrían ayudarse mutuamente.

 ``El hospital de la ciudad de Guantánamo tiene una sala de quemados que no tenemos nosotros en la Base, y de la misma forma nuestro hospital tiene otros equipos y facilidades que ellos no tienen'', subrayó la fuente. ``Se trataría de un intercambio de este tipo''.

 Ric Evans, oficial de Relaciones Públicas de la base naval, confirmó la visita, pero explicó que ésta se produjo ``durante un ejercicio conjunto de seguridad en la cerca fronteriza'', que rodea a la instalación militar.

 ``Dos oficiales de la Marina de Estados Unidos visitaron el hospital de la ciudad de Guantánamo'', dijo Evans, citando como fuente al capitán Robert A. Buehn, de la Base Naval de Guantánamo.

 Periodistas independientes de la ciudad de Guantánamo indicaron que la visita se realizó el domingo 17 de junio a la 1:30 p.m. Los oficiales norteamericanos llegaron al hospital de Guantánamo acompañados del teniente coronel Eriberto Bongo Ronquillo, de las Tropas Guardafronteras de Cuba, y fueron recibidos por el doctor Jaime Lobo, director de ese centro hospitalario.

 El recorrido por la instalación incluyó la sala de observación del cuerpo de guardia, la sala de quemados, las de terapia intensiva y terapia intermedia, todas ellas
 restauradas recientemente.

 ``Pacientes ingresados en las salas de medicina, sala de parto, sala de cirugía y demás salas, que no fueron remodeladas, preguntan por qué no llevaron la visita a esas áreas, donde los enfermos tienen que acostarse en camas tendidas con sábanas rotas, con escasez de agua y donde llegada la noche los murciélagos se pasean como si estuvieran en su casa'', afirmó desde Guantánamo Ferdinando Castro, delegado del Partido Democrático 30 de Noviembre.

 Según Castro, durante la visita de los oficiales norteamericanos todo el personal médico y trabajadores del hospital se mantuvieron en sus respectivos departamentos y nadie podía transitar por los pasillos.

 ``El hospital se encontraba tomado por fuerzas conjuntas de la Contrainteligencia Militar, el Departamento de Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria'', dijo Castro.

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