El Nuevo Herald
February 14, 1999
 
 
Celia cuenta su secreto

NORMA NIURKA
El Nuevo Herald

Celia Cruz y Pedro Knight forman tal vez la pareja mejor llevada, más unida y
perdurable del mundo del espectáculo. En el Día de los Enamorados, La
Guarachera de Cuba y su ``cabecita de algodón representan el exponente
más hermoso y veraz de la permanencia del amor.

Cuando se le pregunta a Celia el secreto de esa unión, ella revela el principal
ingrediente: ``Lo que tiene es un poquito de azúca' ''.

Cantante ella, trompetista él, la música los unió hace medio siglo en La
Sonora Matancera, en La Habana; fueron amigos por una década y, después
de ocho años de noviazgo, se casaron hace 37 años en Connecticut. Han
trabajado juntos desde que se conocieron y no se han separado ni un
instante. ¿Cuál es la fórmula de esa feliz convivencia?

``Creo que es la comunicación que tenemos desde el primer día'', responde
Celia, sin dudar. ``El siempre me dijo: Celia, lo que no te guste de mí, tú me
lo dices. Desde ese momento, cualquier cosa que me ha parecido que no está
bien, se lo he dicho; nunca delante de nadie. Hasta el día de hoy, Pedro y yo
nos levantamos y nos acostamos hablando; no nos guardamos nada, jamás
nos hemos acostado disgustados. Es una complicidad tremenda''.

Para Pedro, lo más importante de la relación ha sido la delicadeza que Celia
ha tenido con él.

``Con lo grande que es, nunca ha sido altanera conmigo, al contrario, siempre
me pone por delante. Me dice: `tú eres el 50 por ciento de mi show' ''.

El le llama ``negra y ella le dice ``Perucho cuando hablan entre ellos, pero
para el mundo entero, él es su ``cabecita de algodón''.

``Inventé lo de cabecita de algodón cuando estábamos haciendo un
comercial. Querían que le dijera: `¿Verdad, mi negrito?' A mí eso no me
gustó y en lugar de eso, dije: `¿Verdad mi cabecita de algodón?'''.

Segun Celia, Pedro es muy romántico y caballeroso.

``Todavía me lleva el desayuno a la cama; es de los pocos hombres que se
sienta en la tienda a esperar a que su mujer compre ropa''.

``Yo le abro la puerta del carro para que se siente, y se la cierro'', explica él.

Pedro la acompaña en viajes, escenarios (como director musical), en todas
las actividades de su vida profesional y personal; y los empresarios conocen
bien ese detalle.

``Si Pedro no va, yo no voy'', proclama. ``En mi contrato está Pedro incluido,
con pasaje en primera y cama king size en el hotel, porque dos camitas
separan mucho''.

Este 14 de febrero, la pareja, que vive en Nueva York, no hará nada especial
para celebrar.

``Nosotros no nos regalamos nada el Día de los Enamorados'', señala Celia.
``Nos besamos y nos abrazamos, como el día 31 de diciembre''.
 

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