El objetivo de la Unión Europea continúa siendo su abolición

 EFE
 BRUSELAS

 La Unión Europea se congratuló hoy de la decisión anunciada por el presidente de Estados Undios, George W. Bush, de suspender por otros seis meses la aplicación del Título III de la ley Helms-Burton, pero también señaló que el objetivo europeo sigue siendo su abolición.

 ``Saludamos la decisión del presidente Bush, como el mismo anunció ayer, de suspender por otros seis meses adicionales el capítulo III de la Helms-Burton. Nuestro objetivo sigue siendo la revocación de toda la legislación extraterritorial y unilateral de Estados Unidos'', señaló Gunnar Wiegand, portavoz del comisario europeo de relaciones Exteriores, Chris Patten.

 Wiegand recordó que tras el acuerdo alcanzado en 1998 entre Estados Unidos y la Unión Europea, la aplicación de ese capítulo se ha suspendido cada seis meses.

 El acuerdo de la UE con Washington se alcanzó con la administración anterior de Bill Clinton, pero el nuevo presidente estadounidense decidió continuar la misma
 política.

 La suspensión por seis meses del Título III de la Ley Helms-Burton, que reforzó el embargo económico contra Cuba en 1996, entró en vigor en la medianoche de ayer, cuando vence la suspensión anterior ordenada por Clinton.

 Bush reiteró en su declaración que aún persisten ``diferencias reales'' entre Estados Unidos y los europeos sobre la mejor forma de conseguir el cambio en Cuba, aunque señaló que la UE ha reiterado su objetivo de promover la democracia en el país del Caribe.

 La Unión Europea había advertido a Washington que si el presidente no mantenía congelada la aplicación activaría el proceso de denuncia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por el carácter extraterritorial de esa ley.

 La UE suspendió el procedimiento que había iniciado contra Estados Unidos en la OMC en mayo de 1998, después de alcanzar un acuerdo político con Washington por el que el entonces presidente Clinton se comprometía a congelar cada seis meses la aplicación de los títulos III y IV.

 El III prevé la posibilidad de que ciudadanos estadounidenses denuncien ante tribunales de su país a empresas que inviertan en Cuba en terrenos o inmuebles que se
 consideren expropiaciones a ciudadanos de Estados Unidos tras la llegada de Fidel Castro al poder.

 El IV prevé la denegación de visado de entrada en Estados Unidos a directivos de empresas que inviertan en Cuba en bienes expropiados a ciudadanos estadounidenses.

 España es uno de los países que tiene empresas en Cuba que podrían verse afectadas por la aplicación.

 La Unión Europea está también preocupada por otra ley estadounidense que penaliza las inversiones en Irán y Libia.

 Los ministros de Exteriores de la UE expresaron ayer lunes su ``enérgica'' objeción a una eventual prórroga por el Congreso estadounidense de la ley sobre las sanciones contra los citados países y subrayaron que las normas de este tipo constituyen una ``violación del derecho internacional y la soberanía de los estados''.

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