El Nuevo Herald
January 7, 1998
 

La Habana rechazará comercio con EU

 PABLO ALFONSO
 El Nuevo Herald

 Gustavo Arcos Bergnes, secretario general del Comité Cubano Pro
 Derechos Humanos, afirmó que el régimen de Fidel Castro rechazará la
 propuesta de la Administración Clinton por la que empresas
 norteamericanas puedan comerciar con sectores privados en Cuba,
 porque esa medida abriría las puertas a la democracia en la isla.

 ``Si ellos aceptan ese comercio perderán el poder político'', subrayó
 Arcos. ``Eso no lo pueden permitir porque irían perdiendo el poder
 económico, y luego irían perdiéndolo todo''.

 Arcos, de 72 años, quien habló por teléfono con El Nuevo Herald el
 jueves desde La Habana dijo que si el régimen castrista autoriza el
 comercio del sector privado con empresas estadounidenses ``sería como
 aceptar que están cediendo ante las demandas de nosotros aquí, de los
 disidentes internos, que desde hace años estamos abogando por
 aperturas políticas y económicas''.

 Según Arcos, el auge que alcanzaría el sector privado, los pequeños
 agricultores, los dueños de paladares, las cooperativas y trabajadores
 por cuenta propia, sería inmenso si pudieran comerciar con empresas
 norteamericanas y el régimen castrista, ``que lleva 40 años en el poder
 no le interesa eso'', a pesar de la difícil situación económica que atraviesa
 la población.

 En el país se abre cada día más un abismo entre el beneficio del trabajo,
 el salario y el costo de la vida, dijo Arcos, quien añadió que los alimentos
 que vende el Estado a través de la libreta de racionamiento, vigente
 desde hace ya 37 años, son mínimos, ``y es imposible sobrevivir con
 ellos''. Esa situación origina el mercado negro, la corrupción, el robo y la
 prostitución.

 ``Sólo los que recibimos dólares de nuestros familiares y amigos del
 exterior podemos alimentarnos y vestirnos un poco mejor que el resto de
 la población. Pero la mayoría de los trabajadores, gente del pueblo que
 no tiene esa posibilidad, está sumido en la miseria'', afirmó Arcos. ``Eso
 ha dado lugar al fenómeno de dos grandes clases dentro del pueblo: los
 que sólo cuentan con su salario y los que reciben dólares''.

 Arcos reconoció que las nuevas medidas anunciadas por la
 administración Clinton, en general, son beneficiosas para la población
 cubana, pero se mostró escéptico en cuanto a la posibilidad de que el
 gobierno cubano permita el comercio del sector privado con empresas
 norteamericanas. ``Eso conspira contra sus intereses políticos, y a este
 gobierno le importa poco anteponer sus intereses políticos a las
 necesidades económicas de la población, de la nación cubana'', subrayó
 Arcos. ``A fin de cuentas, eso es lo que ha hecho hasta ahora''.
 

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