Granma Diario
Julio 15, 2004

Hay muchos y buenos amigos en Estados Unidos

Ventura de Jesús

MATANZAS.— Lisa Valanti y Thomas Smith tienen mucho en común. Los une especialmente la naturalidad con que abrazan la causa cubana.

Es una actitud que infunden a todos. Por distintos caminos ambos llegaron a la conclusión de que el pueblo cubano tiene derecho a disfrutar en paz de su soberanía.

Se muestran seguros y conscientes de sus victorias contra la adversidad y la política del Gobierno de Estados Unidos hacia la Revolución cubana.

Conocemos el riesgo, pero juntos sortearemos las ridículas intimidaciones que califican de crimen viajar a este país, comenta Smith, pastor de una iglesia bautista en Pittsburg.

El también integrante de la directiva de la organización Pastores por la Paz juzga de histérica y anacrónica la política de su país con respecto a Cuba. "Hay ya mucha gente luchando para que acabe esa tozuda posición. Eso tiene que terminar. Creo que existe una mayor comprensión de que se le debe poner fin al bloqueo.

"Nosotros sentimos la responsabilidad de hacer todo cuanto esté a nuestro alcance".

Comenta que en esta XV Caravana de la Amistad Cuba-Estados Unidos han tenido la oportunidad de visitar unas 120 ciudades, tres canadienses y las localidades mexicanas de Hidalgo, Reynosa y Tampico, y que en todas partes se han empeñado en que nadie sea indiferente a la causa de los cubanos. "Explicamos a todos los amigos qué es Pastores por la Paz y la lucha que nos mueve en favor de los cubanos".

En particular, sostiene, censuramos el carácter extravagante y absurdo de las medidas que impiden a los cubanos residentes en Estados Unidos visitar a sus familiares en la Isla.

¿Acaso no temen a las represalias al regreso?

Estas medidas son completamente estúpidas, dice Lisa, nadie las puede entender. Ninguna persona que se respete puede aceptar una cosa así. Por otra parte, pienso que es una oportunidad maravillosa para que los norteamericanos comprendan la verdadera intención de quienes dirigen en Estados Unidos, la de aplastar el proceso revolucionario cubano".

Lisa, quien dirige el proyecto de Ciudades Hermanas Cuba-Estados Unidos, integra la Caravana por decimoquinta ocasión y manifiesta que al venir enfrenta un riesgo indiscutible. Algunos nos encontrarán culpables de cometer un crimen, dice con sorna.

"El reto será cada vez más fuerte, pero no cejaremos en el empeño. No existe el menor vestigio de cansancio. Ustedes no tienen idea de cuántos amigos tiene Cuba en mi país. Son muchos y buenos."

¿Y usted no lleva la cuenta de las amistades que han forjado aquí?

"Sí, cómo no, la Isla completa".