El Nuevo Herald
Mar. 04, 2004
 
Uruguay denuncia espionaje telefónico cubano

Agence France Presse
MONTEVIDEO

La Cámara de Diputados de Uruguay denunció ayer miércoles la intervención de sus comunicaciones telefónicas por parte de los servicios de inteligencia cubanos en el recinto parlamentario uruguayo, en una declaración votada por el pleno.

La resolución, por la que se expresa ''la más severa condena'' a la lesión de sus fueros, contó con el voto afirmativo de 41 diputados en 77 asistentes en sala, sobre un total de 99 representantes, con la oposición del bloque de legisladores de izquierda.

El comunicado emitido por la Cámara de Representantes señala la ``más severa condena a todo acto realizado en el territorio nacional o desde otro territorio hacia Uruguay, dirigido a la lesión de los fueros del Poder Legislativo y sus integrantes''.

En la exposición de motivos del diputado denunciante, el nacionalista Jaime Trobo indicó que el 25 de febrero Lázaro Barredo, integrante de la Asamblea Nacional de Cuba, expresó en Montevideo que los Servicios de Seguridad cubanos investigaron el origen y destino de llamadas telefónicas y comunicaciones por correo electrónico realizadas por un diputado uruguayo desde el recinto del Poder Legislativo.

Los diputados denunciaron ``la lesión de fueros del legislador Jaime Trobo (nacionalista) y de la Cámara de Representantes como consecuencia de los actos que han sido realizados por servicios de inteligencia de un Estado extranjero, la República de Cuba, respecto de comunicaciones telefónicas realizadas desde el Palacio Legislativo''.

Barredo estuvo en Montevideo a fines de febrero y pronunció una conferencia en la Intendencia Municipal de Montevideo, cuyo gobierno está a cargo de Mariano Arana, de la izquierdista coalición Frente Amplio-Encuentro Progresista.

La Habana y Montevideo rompieron relaciones a nivel de embajadas el 24 de abril del 2002, después de que Uruguay auspiciara una moción sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, solicitando la supervisión en la isla del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.

La ruptura sobrevino luego que Fidel Castro insultara públicamente al presidente de Uruguay, Jorge Batlle, al calificarlo de ''genuflexo'', ''abyecto Judas'', ''lamebotas'' y ''lacayo'' de Estados Unidos.

En abril del 2003, Batlle acusó al mandatario cubano de ''asesino'' por la ejecución de tres secuestradores de una lancha de pasajeros.