El Nuevo Herald
Feb. 19, 2002
 
El Chacal, preso mimado de Venezuela

                      GERARDO REYES

                      Si el Chacal quería votar, el gobierno venezolano respondía de inmediato a su inquietud (Fax 138, ``Muy
                      urgente'').

                      Si el Chacal exigía que Venezuela pagara su defensa legal con los fondos secretos del presidente Hugo Chávez
                      ($500,000), la embajada en París tramitaba su petición (Fax 506).

                      Y si al Chacal se le ocurría lanzarse a la Asamblea Nacional Constituyente desde su cárcel o proponer un artículo
                      en materia de seguridad del Estado para la nueva Constitución, Venezuela estudiaba su propuesta (mensaje
                      cifrado, junio 24, 1999).

                      Carlos Ilich Ramírez Sánchez, alias el Chacal, ciudadano venezolano y terrorista internacional, ha sido el preso
                      mejor atendido por Venezuela en el exterior en toda su historia diplomática, y el de mayor influencia en el
                      gobierno.

                      Al menos esa es la impresión que tiene Nelson Castellano Hernández, ex cónsul de Venezuela en París, quien
                      alega que fue despedido de su cargo por presiones del propio Ramírez al gobierno de Chávez.

                      ''La atención del gobierno venezolano a Carlos no es necesariamente un gesto humanitario, sino de
                      agradecimiento'', explicó Castellano, quien fue jefe del servicio consular de la embajada en París. ``La
                      explicación a esa actitud hay que buscarla en un compromiso de Chávez, de quien se dice recibió financiamiento
                      del clan de Ramírez Sánchez''.

                      Hay que buscarla también, agregó, en un compromiso del ex ministro venezolano Luis Miquilena, quien ha
                      admitido su estrecha amistad con el padre del Chacal, José Altagracia Ramírez.

                      Miquilena dijo a un periódico francés que la personalidad y la trayectoria del Chacal le merecen ``el más grande
                      respeto''

                      ''Todavía me cuesta trabajo entender que un hombre como Ilich Ramírez, que desde 1998 anunció en una carta
                      desde su celda que su heredero sería Osama bin Laden, tenga tanto poder en un gobierno que se supone
                      democrático, y que el presidente Chávez le escriba diciéndole distinguido compatriota'', afirmó Castellano.

                      Castellano está de visita en Miami y hoy a las 11 am. hará un recuento en el Consejo por la Libertad de Cuba
                      (701 SW 27th Avenue) del largo historial de su relación con El Chacal, desde que fue secuestrado por el terrorista
                      en Líbano en 1991, hasta que fue despedido en 1999 por el entonces canciller José Vicente Rangel.

                      El ex diplomático venezolano recordó que el primer día del secuestro, Ramírez lo llevó en un automóvil a Siria y
                      allí lo invitó a comer sancocho para advertirle que se abstuviera de continuar una investigación contra el
                      embajador venezolano Antonio Pitoll, acusado de tráfico de visas.

                      Al final del secuestro, el terrorista le entregó una acta de nacimiento suya firmada mientras le decía, según
                      Castellano: ``Mi firma vale mucho dinero. Cuando tengo necesidades, escojo un millonario y le escribo, le
                      recuerdo que él tiene familia y él me envía dinero''.

                      Después de la experiencia en el Líbano, Castellano regresó a París, donde estuvo a cargo del caso de Ramírez,
                      quien fue arrestado en 1994 por el asesinato de dos funcionarios de policía franceses el 27 de febrero de 1975.

                      El diplomático lo visitó varias veces en su prisión de La Santé, para tomar nota de sus continuas exigencias.

                      Afirma Castellano que el detenido y su abogada y novia, Isabel Coutant-Peyre, pretendían presentar al gobierno
                      venezolano como un aliado de su causa.

                      Después de que la abogada hizo comentarios que Castellano consideraba que eran competencia del gobierno de
                      Venezuela, el diplomático le informó en una carta a la abogada que se estaba inmiscuyendo en asuntos de
                      gobierno.

                      ''Esa carta produjo la ira de Ilich Ramírez, quien giró instrucciones a Caracas para que me sacaran del Ministerio
                      de Relaciones Exteriores'', explicó.

                      El entonces canciller Rangel lo desvinculó del servicio diplomático en septiembre de 1999.

                      Miquilena acusó a Castellano de ser un ''fabulador''. El ex diplomático le respondió que ``las fábulas, cuando son
                      dichas con pruebas, se llaman verdades''.

                      Durante las múltiples conversaciones que sostuvo con el Chacal, recuerda Castellano, éste le dijo que tuvo un
                      hijo en Cuba con una mujer de la isla a quien conoció mientras entrenaba, a principios de los años 70, una célula
                      terrorista llamada Punto Cero.

                      ''El Chacal tiene miedo de que lo lleven a Guantánamo'', dijo el ex diplomático. ``Desde el 11 de septiembre, su
                      situación no es la misma''.

                      Ramírez también recibió visitas del embajador venezolano en Francia, Hiram Gaviria, quien renunció hace poco.

                      En un informe ''cifrado'' escrito por Gaviria, y conocido por El Nuevo Herald, se dejó constancia de cómo El
                      Chacal alardeaba de sus influencias en el gobierno de Venezuela.

                      El embajador escribió: ``El Sr. Ilich Ramírez Sánchez... afirmó que mi designación como embajador venezolano
                      en Francia obedece al deseo del gobierno de que me ocupe prioritariamente de él... Expresó el deseo de ser
                      candidato de la Asamblea Constituyente''.