El Nuevo Herald
24 de julio de 1999

El FSLN usa la retórica revolucionaria para su imagen

Declaró el ex vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez

MAR MARIN / EFE
MEXICO

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) sólo conserva de la
revolución nicaragüense la ``retórica ideológica'' porque le conviene dar la imagen
de partido de izquierda, según el ex vicepresidente de Nicaragua Sergio
Ramírez.

Ramírez, quien presenta en estos días en México Adiós Muchachos, una
particular memoria del sandinismo, aseguró que los pactos que fragua el líder del
FSLN, Humberto Ortega, con el presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, son
una ``gran equivocación'' y únicamente persiguen negociar ``cuotas de poder''.

Mediante estos pactos, opinó, ``el actual FSLN garantiza a Alemán la
inmunidad, tanto para los desmanes del pasado como para los del futuro, con la
esperanza de arrebatar un porcentaje de poder en las próximas elecciones''.

El ex vicepresidente de Nicaragua (1984-1990) se mostró convencido de que el
Frente Sandinista no ganará las próximas elecciones y, al margen de su
distanciamiento con Ortega, estimó que, a la vista de los acontecimientos, como
``cualquier dirigente sensato debería haberse apartado de la política''.

El FSLN, según Ramírez, se ha reducido a ``su expresión más dura'' y ha
iniciado un combate sin sentido contra los disidentes, el cual será insostenible
en el tiempo.

El ex vicepresidente de Nicaragua está convencido de que el sandinismo inició
su caída antes de la pérdida de las elecciones, en 1990, no sólo porque el poder
``lleva su propia semilla de descomposición'' sino porque los dirigentes del FSLN
se alejaron de la población.

``Tras el triunfo de la revolución fallaron las bases ideológicas, ahora el caso es
más dramático porque fallan las ideas'', lamentó el ex dirigente sandinista.

``Un partido que hubiera manejado su ética habría tenido más fuerza'', dijo
Ramírez, quien no quiere hablar de ``traición'' sino de un proceso ``antiético e
incomprensible'' que derivó en corrupción y desconfianza.

Paradójicamente, los dirigentes sandinistas olvidaron la más importante
característica del movimiento, ``la cultura del no tener'', y contribuyeron a generar
una ``nueva clase de propietarios'' que aún hoy se está consolidando.

A pesar de los errores, Sergio Ramírez ``volvería a hacer la revolución'', incluso
con los mismos compañeros de viaje, ``que en este tipo de situaciones no se
pueden elegir''.

La revolución sandinista constituyó un cambio radical en la historia del país,
``llevó la democracia a Nicaragua'' y ``ése es un logro que nadie puede olvidar'',
aseguró.

Ahora, la situación de Nicaragua y de América Latina hace ``inviable'' la vía
armada para la solución de los problemas de injusticia y desigualdad.

Para el ex vicepresidente, la única vía factible en estos momentos es la
consolidación de las instituciones y las democracias y el fortalecimiento de la
izquierda.

``La izquierda latinoamericana debe afrontar el reto y la responsabilidad de unirse
y volver a ganar la confianza y la credibilidad del pueblo para acceder al poder en
las elecciones, no ya con los planteamientos de la lucha de clases entre pobres
y ricos, sino con las armas de la convicción.