El Nuevo Herald
April 1, 2002
 
El cardenal Ortega deja fuera la política de su homilía

                      Agence France Presse
                      LA HABANA

                      El cardenal cubano Jaime Ortega evitó los temas políticos en su homilía del Domingo de Resurrección, durante la
                      cual se refirió a temas netamente pastorales, según comprobó la AFP en la Catedral de La Habana.

                      La misa realizada en el principal centro católico de Cuba transcurrió entre cánticos y reflexiones evangélicas luego
                      de una semana de actividades religiosas, que incluyeron la realización de 12 procesiones, tanto en la capital como
                      en localidades del interior del país.

                      Hasta el momento no se han reportado incidentes en torno a la celebración católica, reanimada en Cuba tras
                      la visita del Papa Juan Pablo II en 1998, luego de varias décadas de enfrentamientos entre la Iglesia y el Estado
                      cubano.

                      ''La prensa de derecha y de izquierda trata de encasillarnos mientras que nosotros estamos más allá de
                      eso'', dijo el cardenal Ortega en una reciente homilía dirigida a nuevos sacerdotes.

                      Debemos evitar que ''la Iglesia Católica se transforme en nada más que una parte del juego político actual'', afirmó
                      el arzobispo al orientar entonces la labor del episcopado hacia los campos pastoral y social.

                      La Semana Santa en Cuba, sin embargo, también se ha mantenido este año muy lejos del interés nacional y las
                      procesiones y demás ritos han sido asimilados más con desconocedora curiosidad que con devoción religiosa.

                      Ni la prensa local (toda estatal), ni los comercios, ni los dirigentes del país han hecho por estos días alusión
                      alguna a la Semana Santa, que tampoco implica para los cubanos un paréntesis de descanso en su quehacer
                      cotidiano.

                      Entre el miércoles y el sábado de la pasada semana, el gobernante Fidel Castro ha desarrollado una constante
                      labor pública, con seis discursos a la nación en menos de 72 horas.

                      La Iglesia Católica cubana mantiene entre sus demandas la de acceder directamente a los medios estatales, pero
                      hasta ahora solo cuenta para publicitar su mensaje con un sistema de publicaciones propias de reducido alcance.

                      En 1991 el Estado cubano dejó de proclamarse ateo y se transformó en laico, mientras que el gobernante Partido
                      Comunista abrió sus puertas a los creyentes, en un paso hacia la distensión con los religiosos, tanto católicos,
                      como cristianos o practicantes de los ritos africanos.

                      Con poco más de 11 millones de habitantes, en el 2002 los católicos cubanos contaban con 300 sacerdotes para
                      predicar el evangelio, según el portavoz del Arzobispado, Orlando Márquez.

                      Investigadores consideran que la religiosidad de los cubanos es alta, pero más próxima al folklore de los orishas
                      africanos que a la sobriedad de las prácticas católicas o cristianas.