El Nuevo Dia
Domingo, 25 de septiembre de 2005

Autoridades federales ofrecen su versión

Por Carmen Edith Torres
end.ctorres@elnuevodia.com

Casi 27 horas después de trascender públicamente la ejecución de un operativo secreto en la residencia del independentista Filiberto Ojeda Ríos en Hormigueros, el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) confirmó ayer la muerte del independentista.

Tenía un disparo en la clavícula y otro el hombro, dijo el agente a cargo del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli.

La versión oficial del FBI apunta a que los agentes que vigilaban la casa de Ojeda Ríos el viernes determinaron diligenciar su arresto cerca de las 4:28 de la tarde ya que percibieron que su presencia en el sector Plan Bonito de Hormigueros había sido detectada por el prófugo. El grupo táctico tenía 20 agentes.

Sin embargo, el FBI en Washington D.C. determinó que no entrarían a la casa y esperarían por refuerzos de Estados Unidos para que inspeccionaran la vivienda, luego de las tres ráfagas de disparos que salieron de la residencia de Ojeda Ríos contra los agentes y debido al cansancio que afectaba a los oficiales tras cuatro días de vigilancia, informó Fraticelli.

Fue ayer al mediodía, cuando el grupo de refuerzo de agentes que arribó a la Isla desde Virginia a las 4:00 a.m. entró a la vivienda y encontró el cuerpo sin vida de Ojeda Ríos, dijo el oficial federal. El FBI no sabe en qué momento Ojeda Ríos resultó herido. Los federales alegan que encontraron un arma de fuego al lado del cuerpo de Ojeda Ríos, quien estaba vestido con atuendo militar de pantalón de camuflaje, botas, y chaleco antibalas. Según Fraticelli, tenía un peine de 15 balas, y en el chaleco antibala había otro peine de 12 municiones. No había explosivos.

Fraticelli sostuvo que fue Ojeda Ríos quien abrió la puerta de la casa y disparó contra los agentes que habían entrado en un vehículo con el que rompieron un portón. En esa primera ráfaga Ojeda Ríos alcanzó a un agente al que hirió en el abdomen. El director del FBI afirmó que otros dos agentes recibieron impactos de bala, pero no sufrieron lesiones graves gracias al equipo protector. El grupo de agentes devolvió el fuego a la residencia de Ojeda Ríos. Y según la versión oficial, luego hubo una segunda y una tercera ráfaga de disparos desde la casa contra los agentes, las cuales también fueron contestadas.

En una interrupción de la balacera, la esposa de Ojeda Ríos, Elma Beatriz Rosado Barbosa salió de la vivienda, pero no hizo comentarios a los federales, dijo Fraticelli.

En conferencia de prensa ayer, Fraticelli fue cuestionado por qué el FBI decidió entrar en la vivienda sábado y no viernes a pesar de que ya no se escuchaban ráfagas desde la casa. “En tres ocasiones Ojeda Ríos le tiró al FBI, un agente está gravemente herido, dos recibieron disparos. Después de cuatro días de trabajo estaba todo el mundo cansado, los agentes estaban guardando perímetro. Por protocolo del FBI una vez haya un agente herido tengo que notificar a mis superiores en Washington D.C. y ellos determinaron en ese momento que el FBI no iba a penetrar en la casa, que íbamos a reagruparnos, y tomar el próximo paso de acción. El paso fue pedir más refuerzos para pedir personas que estuvieran frescas, que no estuvieran cansados”, respondió.

Fraticelli dijo que no tenía información de si Ojeda Ríos murió desangrado al no recibir atención médica tras los disparos. Y sostuvo que en la situación que atravesaban “la vida de los agentes va primero”.

Desde el 20 de septiembre el FBI había recibido información de que Ojeda Ríos, prófugo desde hace 15 años, estaba en el sector Plan Bonito de Hormigueros. Desde ese día comenzó la vigilancia, dijo. Y según el oficial federal, la intervención que culminó con la muerte de Ojeda Ríos no tuvo nada que ver con el hecho de que se celebraba el Grito de Lares. “El plan que estaba aprobado era para que hacerlo hoy (ayer) en la mañana, entre 3:00 y 4:00 a.m.”, dijo Fraticelli.

Fraticelli confirmó que no hubo funcionarios estatales durante la inspección de los agentes federales a la vivienda ayer al mediodía, pero sostuvo que se debió a que aún no habían establecido si Ojeda Ríos aún estaba atrincherado y representaba riesgo para otras personas.

En un momento, según Fraticelli, Ojeda Ríos hizo un intento breve de negociar, bajo sus propios términos, y pidió la presencia de un reportero cuyo nombre no recordó el oficial federal. Fraticelli dijo desconocer qué respuesta dieron sus agentes al acercamiento de Ojeda Ríos. “La determinación que se tomó era que negociar con él no iba a funcionar. Íbamos a llegar a la casa en una forma fuerte y lo íbamos a capturar”, dijo el oficial federal.

Ante el silencio que durante horas mantuvo el FBI, Fraticelli sostuvo que dar información pública en medio del operativo era un riesgo pues Ojeda Ríos podría tener acceso a esos datos “para mejorar su posición contra los agentes”. Y el titular del FBI dijo tener la sospecha de que Ojeda Ríos los estaba esperando. “A mí no me extrañaría que él hubiese detectado nuestra posición desde la noche anterior”, dijo el oficial. A juicio de Fraticelli, el operativo federal se condujo de forma adecuada.

“Otras veces estuvimos bien cerca, y se nos escabulló”, dijo Fraticelli sobre intentos previos para capturar al fugitivo. El jefe del FBI declinó contestar si alguien cobrará la recompensa por delatarlo.

Agentes de la Policía escoltan el vehículo oficial que trajo desde Hormigueros el cuerpo de Filiberto Ojeda Ríos. Cientos de independentistas se reunieron al frente de las instalaciones de Ciencias Forenses en Centro Médico para recibir el cadáver que llegó al filo de las 7:00 de la noche.