La Crónica Gráfica
(San Juan), 1987

El Origen de los Macheteros

Por Armando André

(Tercero de una serie de seis artículos)

Después de organizar las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) en Nueva York en 1974, Filiberto Ojeda Ríos, el "padrino" del terrorismo puertorriqueño, regresó a la isla para establecer lo que sería la principal organización clandestina para tratar de derrocar con la violencia al gobierno democrático de Puerto Rico. Ojeda estuvo escondido durante un tiempo en la Misión Cubana ante las Naciones Unidas en Nueva York, detectado en 1976 por un grupo de vigilancia del FBI. El 26 de julio de ese año, aniversario del inicio de la revolución cubana, Ojeda junto con Juan Enrique Segarra Palmer, Orlando González Claudio, y otros, fundaron el Ejército Popular Boricua - Macheteros, al cual aludió el primer comunicado de la FALN como el "Ejército Revolucionario del Pueblo" que tenía que "organizar las masas para tomar el poder."

Algunos macheteros perternecieron a la Federación Universitaria Pro Independencia (FUPI), filial juvenil del Movimiento Pro Independencia (MPI), donde también militaron. Marta Sánchez Olmeda y Avelino González Claudio, quien en aquella época usaba el seudónimo "Carmelo," eran de la sección del MPI en Nueva York y a mediados de la década de los sesenta, Ojeda los integró al grupo terrorista Movimiento lndependentista Revolucionario Armado (MIRA), que al ser desarticulado en 1970, ingresaron en la FALN.

Ojeda, apodado "El G-2 Cubano" por la Policía de Puerto Rico, porque fue entrenado por la Seguridad de Estado castrista en 1961, también era jefe de la División para el Caribe Oriental de la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR), un organismo del Directorio de Liberación Nacional del Departamento América del Partido Comunista de Cuba, cuyo propósito era la "lucha armada" en el hemisferio occidental. El campamento de entrenamiento terrorista de la JCR estaba en Guanabo, Cuba, donde fueron adiestrados los subversivos puertorriqueños.

El 2 de enero de 1977 fue juramentado como gobernador de Puerto Rico Carlos Romero Barceló, del Partido Nuevo Progresista, cuya meta es la estadidad norteamericana para la isla, y al día siguiente los subversivos reanudaron, después de más de un año de inactividad, una desesperada campaña terrorista. Dos bombas de iremita sincronizadas a estallar a las ocho y media de la mañana en el edificio del ROTC-en Río Piedras fueron desactivadas por la Policía 15 minutos antes que detonaran. Romero Barceló luego declaró que las amenazas y violencia por grupos extremista separatistas "no detendrán la concesión de la estadidad para.Puerto Rico."

Para financier las actividades. terroristas, los su,bversivos se convirtieron en expertos asaitadores de bancos. A la 1:45 p.m. del 16 de febrero de 1977, dos hombres y dos mujeres, con armas cortas y largas, vistiendo uniformes color gris y cascos amarillos, irrumpieron en el Banco de Ponce en Arroyo y se llevaron $93,656. Echaron un líquido sobre las camaras de vigilancia y encerraron en los servicios sanitarios a once empleados y nueve clientes, uno de los cuales era un
policía, que fue desarmado, al igual que el guardia del banco. El arma del policía le fue ocupada cuatro años después al subversivo Carlos Fortuño Candela, del Movimiento Socialista de Trabaiadores (MST), al ser arrestado con artefactos para construir bombas durante los disturbios universitarios.

A las 10:30 a.m. del 27 de abril de 1977, un niple con pólvora y mecanismo de reioj fue desman. telado cerca del estacionamiento del cuartel de la Guardia Naclonal en Hato Rey.

Según un reporte de inteligencia secreto en nuestro poder, que contiene las declaraciones a las autoridades del machetero Carlos Rodríguez Rodríguez, alias "Puma," "Travolta," y "Carlos Karate," el jefe machetero Filiberto Oieda asignó a Rodríguez que dirigiera el asalto al Banco de Ponce, sucursal Bayamón Oeste, el 5 de agosto de 1977, junto con Jorge Farinacci García, cuyo nombre clandestino es "Roberto," Juan Enrique "Junior" Segarra Palmer y su esposa Luz María "Mima" Berríos Berríos, José Luis "Rufo" Villegas Fernández, Walter "Mabo" Tollinchi García, Alejandro "El Chivo" Martínez Vargas, Angel Marcial "Mosquito" Agosto Agosto, Abraham Fernández .Diamante, Fernando Aguilú Alvarez, y los hermanos "Tino" y Orlando "Jumbo" González Claudio, y una tal "Diana." El robo bancario fue planificado dos meses antes en una casa de playa al oeste del hotel Cerromar en Dorado.

A las 8:55 a.m., los macheteros entraron en el banco portando armas automáticas y pistolas con silenciadores, y se situaron en puntos claves. Uno fue a la oficina del gerente, le pidió que entregara su arma y le indicara donde estaba la alarma del banco. Otro fue a la oficina del subgerente, y los demás reunieron a unos treinta cajeros y clientes a punta de pistola. Dispararon contra las cámaras de video de seguridad, pero una logró captar fotos de Juan Segarra y su esposa Lucy Berríos encañonando a los clientes con pistolas con silenciadores. En menos de diez minutos, recogieron el dinero de los cajeros y dos sacos de la bóveda, con un total de $73,283.43, pero cuando se daban a la fuga, dispararon una ráfaga de ametralladora contra los cristales de la puerta y las ventanas, para amedrentar a los curiosos, y se les cayó un saco con $40,000 que fue recuperado.

Farinacci y dos asaltantes huyeron en un Chevy Nova color marrón, perseguidos por la policía hasta el sector Santa Rita, donde abandonaron el carro y se internaron en un monte. Entraron en una residencia y obligaron a un señor que los llevara en su auto a las Parcelas Van Scoy, donde desaparecieron. Las huellas digitales de Farinacci fueron halladas en el espejo retrovisor del Nova.

El botín fue llevado por Carlos Rodríguez, Orlando González Claudio y Juan Segarra a una casa en una montaña en un área rural desolada de Vega Baja, donde también dejaron las armas empleadas en el asalto. Tres semanas después los participantes se reunieron en el apartamento 41-2 del Condominio Jardines Metropolitanos, perteneciente a Farinacci, para discutir las críticas del robo.

El 22 de septiembre de 1977, los Macheteros asesinaron al abogado laboral Alan Henry Randall, quien había representado varios casos contra la Unión de Tronquistas al asociarlo con la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Randall recibió un balazo 9mm. en la boca y otro que le atravesó el cerebro. Un comunicado de un llamado "Comando Obrero" señaló que "en su momento se hará público el nombre de la organización responsable de esta acción." Sin embargo, como el atentado a Randall fue masivamente repudiado por la mayoría de las facciones separatistas, los Macheteros nunca llegaron a atribuirse el hecho. La viuda, Marlene "Tamby" Randall, se suicidó el 24 de enero de 1978 tirándose del vigésimosegundo piso del condominio Condado Real. El caso Randall fue ampliamente divulgado en nuestra edición número 135 de abril de 1987.

Fueron juzgados y absueltos del asesinato de Randall el machetero y entonces organizador tronquista Miguel "Willie" Cabrera Figueroa, Luis Enrique "Cano" Parrilla Tirado y Cutberto Cordero Cortés, quien fue asesinado el 11 de abril de 1982 con dos tiros en la cabeza mientras estaba sentado en la barra del bar "Su Casa" en Country Club. La querella policiaca No. 1162704821 dice que una confidencia seriala a Nicolás de Jesús Boria, alias "El Negro Borta," que "pagó a unos menores para asesinar a Cutberto ya que entre ambos había cierta guerra por el control de los puntos de donde se vende droga en el residencial Ramos Antonini."

Carlos Rodríguez, organizador tronquista en aquella época, señaló a los actuates asesores legales de la Unión de Tronquistas, Jorge Farinacci, Miguel Cabrera Figueroa, junto con el organizador tronquista Luis Carrión Martínez, y los macheteros Alejandro Martínez Vargas, Angel Agosto, Radamés "Emiliano" Acosta Cepeda, Eliseo "Gabino" Alejandro Ortiz, José Villegas y Walter Tollinchi García, como participantes en la planificación y las fases de ejecución del asesinato de Randall. Rodríguez dijo que fueron designados como "haladores de gatillo" Angel Agosto Agosto y el dominicano Alejandro Martínez Vargas, conocido por los seudónimos "Dominiqui," "El Chivo," "Joe" y "Pupito."

En 1977, los Comandos Revolucionarios del Pueblo (CRP) en. coordinación con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), reanudaron el mismo método de campaña terrorista que había efectuado Filiberto Ojeda con el Movimiento Independentista Revolucionario Armado (MIRA) siete años antes, conjuntamente atacando en Puerto Rico y Nueva York las oficinas de corporaciones multinacionales y tiendas por departamentos norteamericanas.

El CRP era el brazo armado clandestino de la Liga Socialista Puertorriqueña (LSP) que dirigía Juan Antonio Corretjer Montes. El jefe del CRP era Elizam Escobar, herido el 4 de marzo de 1970 durante un motín en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Después que a.William Morales le estalló una bomba que le cercenó las manos en julio de 1978, Corretjer envió a Escobar a integrar la FALN en Nueva York para reemplazarlo. En 1980, Escobar fue sentenciado en una corte federal de Chicago a 60 años de presidio por los actos terroristas de la FALN.

El 11 de octubre de 1977, mientras la Primera Dama estadounidense Rosalynn Carter visitaba Puerto Rico, esa madrugada los CRP detonaron bombas en la entrada de las oficinas Esso Caribbean, cerca del Centro Comercial San Patricio en Puerto Nuevo, causando más de $5,000 en daños, y en el jardín de la Compañía Mobil en La Cerámica, Carolina, sin ocasionar perjuicios. El mismo día la FALN detonó en Nueva York artefactos incendiarios en las tiendas Macy's de Brooklyn y Gimbel's de Manhattan, una bomba estalló a las 4 p.m. en la escalinata de la biblioteca pública en la Calle 42, y otra fue desactivada en el edificio de la General Motors. El comunicado de la FALN senaló que "la acción política militar de hoy muestra la fuerza disciplinada y unida de nuestra organización en su lucha contra el imperialismo yanqui."

El artefacto en la Esso Caribbean era de una nueva confección en Puerto Rico, según declaró la policía, ya que el niple llevaba adjunto un tanque de gas propano para aumentar la fuerza de expansión y hacer incendio. Ese fue el patrón que utilizó Ojeda con las primeras bombas de la FALN en Nueva York, especialmente la que mató a 4 personas e hirió a 55 en Fraunces Tavern dos años antes.

A la una de la tarde del 22 de diciembre de 1977, tres hombres disfrazados con pelucas, barbas y patillas postizas, y una mujer corpulenta, rubia, de ojos azules, llegaron a Sunday Motors, en el sector Alejandrino, Guaynabo, fingiendo interés en comprar un auto. La mujer encañonó al gerente con un Magnum 357 y lo encerró junto con otros empleados en el baño del negocio. Los subversivos se robaron cinco carros nuevos, y cinco tablillas de vehículo.

El 19 de enero de 1978, la policía desactivó seis bombas de iremita en una torre eléctrica de la Autoridad de Fuentes Fluviales (AFF) en Aguas Buenas. Cuatro días después, tres bombas de iremita destrozaron la base de una torre de la AFF con líneas de 230,000 voltios, en el barrio Quebrada Negrito en Trujillo Alto. Un cuarto artefacto explosivo no llegó a funcionar. Los atentados respondian a la huelga iniciada el 27 de diciembre por los dirigentes izquierdistas de la Unión de Trabajadores de lndustria E1éctrica Riego (UTIER) contra la AFF.

En la madrugada del 25 de enero de 1978, una bomba detonó en la entrada del Banco Gubernamental de Fomento en el Centro Minillas, causando $15,000 en daños, responsabilizándose el CRP. Ese día hubo una marcha de estudiantes en apoyo a la huelga de la UTIER, con una concentración en la Plaza de Río Piedras, donde habló el presidente de la UTIER, Luis Lausell Hernández, dirigente del Partido Socialista Puertorriqueño (PSP), convicto en 1986 por no rendir su planilla contributiva durante varios años.

A las 2:30 p.m. del 31 de enero de 1978, tres hombres, entre los que se sospecha estaban Guillermo de Ramery Santos y Cedar Ismael García Ríos, y una mujer blanca y rubia, encañonaron al policía Héctor R. Morales cuando prestaba servicio de retén en el cuartelillo de la Policía en el barrio Montebello en Manatí. Morales fue golpeado y esposado junto con el agente Luis Roberto.Medina, a quienes les quitaron sus armas y uniformes. A Medina le robaron $550, tarjetas de crédito y la placa de policía, rompieron dos radios de comunicaciones, viraron un escritorio y un archivo, y con rociador negro pintaron en las paredes "Viva la huelga," en referencia al conflicto laboral de la UTIER, "La clase, obrera triunfa," y las siglas FARP, de las Fuerzas Armadas de Resistencia Popular, quienes se daban a conocer por primera vez.

La FARP, que dirige el dominicano Federico "Javier" Cintrón Fiallo, es el brazo armado del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST) que preside Luis Angel Torres Torres. El 16 de marzo de 1976 Torres renunció su escaño como representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en la Cámara de Representantes de Puerto Rico, diciendo que las elecciones eran una "farsa" y que la independencia únicamente se podía conseguir a través de la violencia armada.

El mismo día que la FARP atacó el cuartelillo de Manatí, la FALN detonó bombas esa madrugada en la oficina central de la termoeléctrica Consolidated Edison y debajo de un auto de la policía estacionado a varias cuadras, en el centro de Manhattan. Un comunicado de la FALN se achaca los atentados "Para demostrar respaldo a los trabajadores en huelga de la Autoridad de Fuentes Fluviales en Puerto Rico, y.para protester la posición anti-obrera de la AFF."

El 1 de febrero de 1978, la policía desactivó tres bombas de iremita en las facilidades de la AFF en Mayagüez. La iremita empleada durante la huelga de la UTIER pertenecía al cargamento de 3,600 libras robado el 21 de julio de 1974 de la fábrica Ireco Caribbean en Manatí, por tres hombres enmascarados. Una gran parte de la iremita, que es tres veces más fuerte que la dinamita, ya había sido recuperada por la policía en tres operaciones. La primera fue el 29 de marzo de 1976, cuando Elías Samuel Castro Ramos, Edwin Meléndez Vé1ez, Carmen Adela Acevedo Vicente y Luis Medina Mercado, todos del Partido Socialista Puertorriqueño (PSP), fueron arrestados en una casa campestre en el sector Mata de Plátano en Luquillo con 1,357 libras del explosivo, marcado "Ireco Caribbean" en cada envase, y se les ocupó dos rifles hurtados. El segundo operativo fue el 29 de junio de 1976, cuando confiscaron 1,350 libras de iremita en la casa deshabitada del ganadero José Alberto Ochoa Roig en el barrio San Salvador de Caguas. En la marquesina habían excavado un sótano cubierto con una tapa de cemento, en el cual también había mil libras de nitrato de amonia en barriles y otros químicos. El 10 de enero de 1977, la policía ocupó 42 libras de la iremita debajo de un auto desmantelado en un depósito de chatarra en la carretera a Carolina.

En la madrugada del 8 de febrero de 1978, un niple estalló frente al banco Chase Manhattan en el edif icio de la telefónica en Caparra, causando $10,000 en estragos, y la FALN colocó una bomba que no funcionó en un transmisor de energía eléctrica en Nueva York. Un comunicado del CRP señaló que el atentado fue en respaldo a la huelga de la UTIER, y "en protesta por la participación de este banco en la conspiración imperialista para el saqueo de los recursos minerales de nuestra patria... Este banco es uno de los verdaderos dueños de la AFF y, por lo tanto, el principal culpable en el presente conflicto laboral." Esa noche fueron desactivadas dos bombas atadas a las patas de las torres eléctricas de la AFF en el barrio Hato Nuevo en Guaynabo, llegando a 190 los sabotajes desde el inicio de la huelga de la UTIER.

En la madrugada del 16 de febrero de 1978, estallaron tres bombas incendiarias en la sección de ropa de las tiendas Barkers en Señorial Plaza y tres otras dentro de Woolworths en San José Shopping Center, y niples detonaron frente a los bancos Chase Manhattan de la parada 23 en Santurce y el de la Ave. Muñoz Rivera en Río Piedras, y en el City Bank del mismo sector. Las nueve bombas causaron más de $50,000 en daños, siendo la primera vez en seis años que se atacaban establecimientos comerciales en Puerto Rico. Esa madrugada la .FALN dejó una bomba que no estalló en el Manufacturer's Bank de Nueva York.

A las once y media de esa noche, dos cadetes de la Policía sorprendieron a un individuo colocando una bomba en una torre eléctrica en el barrio Carolinas de Caguas, arrestando a Ramón E. "Moncho" Toledo Maldonado, un activista del PSP. Toledo posteriormente demandó al gobierno por medio millón de dólares por "fabricarle" una acusación falsa, y perdió el caso.

Dos días después, ocho bombas de alto poder estallaron en dos torres eléctricas en Santurce. Un oficial de inteligencia estima que Filiberto Ojeda y sus seguidores tuvieron una activa participación en los sabotajes, aunque no se atribuyeron muchos de los actos.

En la madrugada del 11 de abril de 1978, una bomba rompió la puerta del Club de Oficiales de la Guardia Costanera en Isla Grande. Un comunicado del CRP señaló que era "en respuesta a la intransigencia y arrogancia de la Marina y el gobierno yanqui ante el legítimo reclamo del pueblo viequense."

Tres días después, una bomba estalló durante la madrugada en las oficinas del Cuerpo de Ingenieros del ejército norteamericano en Puerta de Tierra, y otras tres que no estallaron fueron desmanteladas en el banco First Federal Savings, el Banco Popular de Río Piedras, y en el edificio residencial de la Guardia Costanera.

El 19 de abril de 1978, al finalizar la huelga de la UTIER con un convenio desfavorable para ellos, eliminando 900 puestos en la Autoridad de Fuentes Fluviales, una bomba de alto poder detonó frente al correo de Caguas. La siguiente noche, un niple estalló en el correo de Manatí causando $50 en daños. Ambos artefactos eran similares al que dejó el CRP en la Guardia Costanera.

En la noche del 9 de mayo de 1978, detonaron niples con pólvora en las entradas de los correos de Vega Baja, St. Just y la calle Loíza en Santurce. Pasada la medianoche, otros artefactos estallaron en el local de reclutamiento de la Marina en el edificio del Bayamón Federal Savings, causando $50,000 en pérdidas, y debajo de una guagua de la Marina frente a la residencia de un oficial en la calle 80 de Villa Carolina, efectuando poco daño. Un comunicado del CRP señaló que las cinco bombas eran en represalia por los despidos en masa de los empleados de agencias del gobierno de Puerto Rico, y "por la presencia de la Marina yanqui en Vieques."

A las 12:55 a.m. del 6 de junio de 1978, una bomba estalló en la puerta del correo de Villa Carolina. Cuatro horas después, otro niple fue desmantelado junto a un vehículo del Departamento de Agricultura federal que el empleado Agustín Quintero Albort tenía estacionado frente a su residencia en Carolina. Un tercer artefacto dentro de un florero en el pasillo del hotel Cerromar en Dorado también fue neutralizado.

El 22 de junio de 1978, tres hombres y una mujer, con revólveres y pistolas con silenciador, asaltaron el banco Caguas Federal Savings en Guaynabo, huyendo con $60,000. La descripción de los asaltantes coincide con los miembros de la FARP que cinco meses antes atacaron el cuartelillo de la policía en Manatí.

El 24 de julio de 1978, la policía allanó una finca en el Camino Saldaña, km. 4.4, Cupey Bajo, que estaba arrendada a Edgardo Alvelo Burgos, de 29 años, miembro del PSP y de la Federación de Maestros, donde recuperaron dos de los cinco carros robados en Sunday Motors. También ocuparon propaganda comunista, una escopeta calibre 16 recortada, municiones de distintos calibres, y objetos eléctricos y relojes empleados para preparar artefactos explosivos, según la querella policiaca No. 78-238-15737-02. Alvelo fue acusado de violaciones a la Ley de Armas, caso judicial No. 783029-30, que fue archivado el 31 de mayo de 1979, "ya que el agente nunca vió los carros sino que actuó a base de confidencias y la defensa no puede interrogar a un confidente, cuya identidad se desconoce."

A las 11:08 a.m. del 31 de julio de 1978, una mujer llamó al cuadro telefónico del edificio federal en Hato Rey y advirtió que había un artefacto explosivo en el estacionamiento, el cual fue localizado en un maletín debajo de un jeep del Departamento de Agricultura. La bomba de poca potencia detonó a las 12:30 p.m. cuando era trasladada al camión de explosivos, averiando levemente cuatro autos.

A la una y media de la madrugada del 24 de agosto de 1978, los policías Julio R. Rodríguez Rivera, de conductor, y Juan F. Mendoza Delgado viajaban en su carro patrulla por el kilómetro 68 de la carretera 3, sector Tropical Beach de Naguabo. La ronda llegaba hasta la posta de entrada de la Base Naval Roosevelt Roads en Ceiba, muy cerca de donde se detuvieron para prestar asistencia a un carro a la orilla opuesta de la carretera con el bonete abierto. Al estacionarse frente al Dodge Colt gris de 1978, los policías vieron que un hombre delgado de baja estatura con un sombrero blanco bregaba con el motor, mientras una mujer con falda azul larga alumbraba con una linterna, quien comentó "Gracias a Dios, llegó la policía," como señal de aviso. Las autoridades sospechan que ella era Carmen T. del Toro Irizarry, a quien han apodado "La rubia de los Macheteros."

Cuando el agente Mendoza se dirigía hacia ambos, f ue encañonado por la espalda por dos individuos que salieron de un matorral, uno con un rifle y el otro con una pistola, quienes lo desarmaron. El policía Rodríguez, "quien en ese momento se encontraba fuera del vehículo, al percatarse de lo que estaba sucediendo hizo uso de su arma de reglamento haciendo un disparo contra los individuos y uno de ellos le hizo un disparo alcanzándolo en la boca, cuyo impacto le ocasionó la muerte," según señala la querella policiaca No. 4-053-01322. Rodríguez fue asesinado de un balazo 9 mm. en la boca que le impactó el cordón espinal, según el reporte de autopsia AF-8396, de la misma manera que los Macheteros mataron al abogado Randall. Un casquillo de 9 mm. fue encontrado a 50 pies de distancia del auto patrulla. Rodríguez, de 33 años, dejó huérfanos a tres hijos.

Algunos agentes de inteligencia opinan que el policia Rodríguez f ue desarmado y luego asesinado porque reconoció a uno de los Macheteros que era empleado del municipio de Yabucoa, donde él residía.

Mendoza fue llevado hasta el centro de un cocal adyacente, donde lo amordazaron con esparatrapo y le cubrieron la cabeza con una capucha. En ese momento se escuchó un tiroteo en la carretera, y los Macheteros dejaron a Mendoza abandonado en el piso, advirtiéndole que "se mantuviera quieto, que no le harían daño."

La balacera se produjo cuando pasó un Chevrolet con el teniente José Víctor Morales Vega y el agente Juan A. Ortiz Ortiz, del cuartel de Humacao, quienes iban vestidos de civil y habían supervisado una redada de narcotraficantes en el área. Al acercarse al carro policiaco abandonado, con las cuatro puertas abiertas y una caja de cartón tapando la luz giratoria, dos individuos les dijeron: "Muévanse, muévanse, que estamos en una operación muy delicada." "Nosotros también somos policías," dijo Morales, y los Macheteros les dispararon, impactando los cristales y la carrocería del Chevrolet. El agente vació su revólver, pero al teniente se le encasquilló la pistola, por lo que continuaron en, el carro hasta el restaurant Río Mar, a un kilómetro de distancia, y regresaron al área del incidente, donde ya habían huído los Macheteros en otro carro con los dos revólveres de reglamento, dejando el Dodge Colt abandonado, que resultó ser el último de los cinco carros robados de Sunday Motors ocho meses antes. Otros dos carros ya habían sido recuperados, uno por el residencial Las Margaritas, cerca de donde vivía el Machetero Hilton Fernández Diamante, y el otro frente al condominio San Francisco en Río Piedras, conocido como "Brisas del Kremlin" por la cantidad de subversivos que viven allí.

Los agentes encontraron el cadaver del policía Rodríguez, desataron a Mendoza, y dentro del auto patrulla había una pistola Browning de 9mm, el calibre favorecido por los Macheteros. También ocuparon una tablilla hurtada en día anterior en San Juan, dos sudaderas de hacer ejercicios, tres capuchas, balas, un zapato de mujer, un sombrero blanco y un guante.

La Marina de los Fstados Unidos colaboró en la búsqueda de los asesinos en los montes aledaños, junto con unos 200 policías y muchos residentes de Naguabo que portaban machetes y palos. Inteligencia Naval sospechó que se tramaba un plan subversivo contra la Base Roosevelt Roads.

El entonces Secretario General interino del PSP, Carlos Gallisá, condenó el asesinato del policía Rodríguez como "una acción tan absurda y disparatada" que "ningún revolucionario serio" sera capaz de perpetrarlo. "Acciones de esa naturaleza solo sirven propósitos ajenos a los intereses de nuestra lucha," concluyó Gallisá.

Los Macheteros trataron de justificarse el 29 de agosto en su primer comunicado sosteniendo, "los revolucionarlos no somos asesinos," ilustrando con cinco dibujos las posiciones de sus "combatientes" durante el incidente, y alegaron que mataron a Rodríguez en defensa propia cuando fue a desfundar su arma, y que el propósito fue tomar los uniformes, armas y vehículo policiaco.

El 1 de octubre de 1978, los Macheteros, en conjunto con la Organización de Voluntarios Para la Revolución Puertorriqueña (OVRP), que se daba a conocer por primera vez, hurtaron 500 libras de nitrato amonio en sacos, 52 cartuchos de dinamita Tobex, 112 cartuchos de iremita, 458 detonadores y 18,240 pies de mecha, del almacén regional del Departamento de Transportación y Obras Públicas en Manatí. Los terroristas rompieron dos candados en el portón de la cerca que rodea los polvorines y rompieron tres candados en cada puerta de los dos almacenes. Adentro pintaron lemas en las paredes insultando al gobernador Carlos Romero Barceló y dejaron un machete con la hoja pintada de rojo y con el lema "Macheteros" en blanco. En el mango negro estaba "1-10-78" en letras blancas, señalando la fecha de la acción. El guardia nocturno del almacén estuvo ajeno a todos los hechos. Parte del nitrato amonio lo guardaron los dirigentes del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST) y posteriormente fue empleado en las bombas colocadas por las Fuerzas Armadas de Resistencia Popular (FARP), el brazo armado del MST.

La OVRP era un desprendimiento de disidentes de la Liga Socialista Puertorriqueña que dirigían Humberto Pagán Hernández y Ramón Nenadish Deglans.

El 26 de octubre de 1978, cuatro hombres y una rubia robusta asaltaron la armería Game and Target Shop en la Ave. Domenech 118, Hato Rey. La mujer y un asaltante uniformado como guardia de seguridad encañonaron al dueño José E. Vilella, mientras los otros esperaban al frente, y le cubrieron la cabeza con una capucha. Se robaron doce pistolas calibres 45, 38 y 9 mm.; cuatro revólveres Magnum; dos rifles calibre 22 con mirilla telescópica; tres calibre 223; y cuatro carabinas M-1 y 30-30. En la pared pintaron las siglas FARP antes de escapar.

El 30 de enero de 1979, la OVRP se responsabilizó por la explosión dinamitera esa madrugada a la oficina de la Guardia Costanera en Ponce, "como apoyo al pueblo de Vieques en su lucha contra la ocupación militar por la Marina de Guerra de Estados Unidos."

A las 10:55 a.m. del 20 de marzo de 1979, Juan Segarra Palmer dirigió un grupo de cuatro Macheteros que asaltaron el banco Roig en Yabucoa. Obligaron al gerente a meterse dentro de la bóveda, arrinconaron a los clientes y empleados, llevándose $15,000 que disponían los cajeros. Luego los amenazaron que no salieran, ya que uno de ellos se quedaría afuera para disparar contra el que lo intentase.

A las 12:50 p.m. del 12 de septiembre de 1979, cuatro miembros de la FARP con máscaras y armas largas asaltaron un camión blindado de la Wells Fargo frente al Banco de Ponce en Vega Baja, cerrándole el paso por delante y por detrás con dos carros, en el momento que los guardias bajaban el dinero. Los terroristas trasladaron a un Ford van blanco las bolsas con $733,901.21, de los cuales $300,000 eran cupones de alimentos. Para facilitar su escape, dejaron dos autos encadenados para obstruir los carriles hacia San Juan de la Carretera 2 en la intersección de Montecarlo, creando una congestión de tránsito y otra calle fue cerrada con cadenas atadas a dos estacas para demorar la llegada de patrullas del cercano cuartel de la policía.

Los testigos señalaron a la policía que dos de los asaltantes huyeron en un Colt gris, cuatro se fueron en el van blanco y otros dos iban con una rubia en un Chevy Nova azul rumbo a la playa. Poco después, el Nova fue localizado por dos patrulleros estacionado al lado del colmado Sánchez en la playa de Mar Chiquita. En el asiento pasajero delantero estaba la rubia pintada Rita Elena Zengotita Ramos, de 34 años, trabajadora social del tribunal de justicia de Bayamón, quien ese día había comenzado sus vacaciones. Atrás estaba Jorge Delgado Ramos, 24, estudiante de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Cuando las autoridades les pidieron identificación, Zengotita, actual dirigente del Comité Unitario Contra la Represión (CUCRE), dijo que "no habían cometido ningún delito y que no tenía que contestar nada a menos que primero consultaran con un abogado." En eso llegó el chofer, el barbero Félix Avilés Ortíz, 27, con tres cervezas. Al ser informado que serían llevados al.cuartel, Avilés dijo que iba a apagar el radio del carro, y agarró la cartera de Zengotita, la cual le arrebató un policía. Adentro habían tres pistolas Beretta 380 con la serie mutilada, trece balas calibre 45 y dos pares de guantes. En el carro ocuparon un radio portátil Fanon de 123 canales, un radio Royce CB de banda ciudadana, una máscara, cuatro pares de guantes transparentes, un par de guantes de lona, una boina y una bandera de Puerto Rico. Un comerciante identificó a Delgado y Avilés como las dos personas que dejaron los carros encadenados en la carretera.

Cuando el caso G80-767 al 818 por robo y violación a la ley de armas fue ventilado en el tribunal de Bayamón, el 12 de febrero de 1981, el juez superior Fernando Grajales Rodríguez afirmó la supresión de evidencia confiscada en la cartera y el auto. Cuando el Tribunal Supremo de Puerto Rico reafirmó el veredicto el 2 de junio de 1981, la fiscalía pidió archivar el caso por falta de pruebas.

El asalto de la FARP a la Wells Fargo en Vega Baja ocurrió el 12 de septiembre, día del natalicio del líder Nacionalista Pedro Albizu Campos. Cuatro años después, los Macheteros escogieron la misma fecha para el robo de $7 millones de la Wells Fargo en Hartford, Connecticut.
 

(En la próxima edición: Los grupos terroristas se unen bajo un mando conjunto.)