El Nuevo Dia
Sábado, 24 de septiembre de 2005

Mantiene silencio el FBI tras operativo

Por Carmen Edith Torres
End.ctorres@elnuevodia.com

Mientras el País se preguntaba si el independentista Filiberto Ojeda Ríos había muerto durante un operativo federal en Hormigueros, al cierre de esta edición el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) mantenía silencio sobre el asunto.

A eso de las 6:00 de la tarde, el secretario de Justicia, Roberto Sánchez Ramos, informó a El Nuevo Día que una fiscal de la oficina del jefe de los fiscales federales, Humberto García, le explicó los detalles del operativo. “Me comunicaron que se habían suscitado unos disparos y que enviara unos fiscales a la escena”, dijo Sánchez Ramos esta madrugada.

“(Los fiscales) Han estado allí desde temprano en la noche y van a continuar en la escena hasta que sea necesario. Hablé con el fiscal García y me indicaron que ellos todavía no han entrado a la escena... porque tienen un temor de que haya explosivos allí y tienen que seguir un procedimiento para situaciones como esa”, explicó el Titular de Justicia.

A las 2:00 de la madrugada, el fiscal José Frank Nazario, señaló que no podía confirmar nada sobre los hechos. Agregó que los agentes federales le informaron que “el operativo no había finalizado”.

Al menos desde las 5:00 p.m. ya estaban circulando versiones sobre el operativo. El Nuevo Día supo que agentes federales mantuvieron vigilancia por los pasados tres días en el sector donde residía Ojeda Ríos. La falta de información oficial fue la orden del día desde que comenzó la movilización de agentes federales al sector Plan Bonito de Hormigueros antes de las 3:00 p.m.

La intervención contra Ojeda Ríos se concretó 15 años después de quitarse un grillete electrónico y entrar por segunda ocasión en el clandestinaje. Eso ocurrió el 23 de septiembre de 1990. Justo ayer, en la conmemoración del 137 aniversario del Grito de Lares, Ojeda Ríos hizo un llamado a la unidad independentista a través de su tradicional mensaje grabado.

Cerca de las 5:30 de la tarde, uno de los portavoces del FBI en Puerto Rico, Louis Feliciano, indicó a El Nuevo Día que estaban a la espera de que el jefe del FBI, Luis Fraticelli, llegara al área oeste, y que una vez estuviera allí se llevaría a cabo una conferencia de prensa para informar los resultados. A esa hora, Feliciano se limitó a confirmar que el operativo estaba ocurriendo en el área oeste. Fraticelli no estaba en Hormigureos cuando se materializó el plan.

En el transcurso de la tarde y la noche, las informaciones del FBI sobre si realizaría o no una conferencia de prensa eran contradictorias. A eso de las 11:00 de la noche, Feliciano indicó que no había una determinación.

Hace varios meses el FBI conocía dónde estaba el fugitivo independentista, pero no había ejecutado su arresto porque sabía que alrededor suyo existía una red de apoyo y protección con individuos armados, supo El Nuevo Día.

“Se suponía que esto no pasara”, indicó una fuente cercana a Ojeda Ríos, quien confirmó sobre la existencia de ese grupo de apoyo en su entorno.

También las comunicaciones telefónicas de allegados a Ojeda Ríos estaban interceptadas. Asimismo, fuentes federales confirmaron ayer que el fugitivo tendría menos apoyo por la celebración del Grito de Lares.

Sólo el FBI intervino en el operativo en Hormigueros, para el que fueron traídos equipos tácticos de Estados Unidos. Pero luego de ocurrir las ráfagas de tiros solicitaron ayuda al Superintendente de la Policía, Pedro Toledo, para montar un perímetro de vigilancia en el sector donde vivían Ojeda Ríos y su esposa Elma Beatriz Rosado.

“A mí no se me informó nada hasta después de las 4:00 de la tarde, cuando ya habían ocurrido las ráfagas. Lo que hicimos fue formar un perímetro para mantener el orden porque se estaba conglomerando la gente allí. Ahora, a las 12:00 de la medianoche, a mí aún no me han dicho nada. Esto no tiene precedente. El problema que están causando es que mantener silencio hace que el pueblo sospeche cosas”, dijo Toledo.

En un principio, corrieron versiones de que la esposa de Ojeda Ríos había resultado herida de gravedad en el operativo.

Sin embargo, informantes indicaron que las lesiones de Rosario no eran severas, por lo que no fue trasladada a una institución hospitalaria. Al cierre de esta edición, no se conocía dónde estaba custodiada la mujer. Sólo trascendió que había sido arrestada.

También se supo que un agente federal estadounidense recibió una herida de bala en el abdomen. Luego fue transportado a media tarde en un helicóptero del Servicio de Aduanas al Centro Médico de Río Piedras. Según fuentes, la herida del agente tampoco era de gravedad.