El Nuevo Dia
Viernes, 7 de octubre de 2005

Asamblea homenajea a líder independentista puertorriqueño muerto

CARACAS (EFE)- La Asamblea Nacional de Venezuela rindió hoy homenaje al líder independentista puertorriqueño Filiberto Ojeda, que murió el pasado 23 de setiembre, mediante un acuerdo en el que insta al pueblo de Puerto Rico a mantener el "legado taíno".

La Asamblea consideró que la labor de Ojeda "fue insigne en acciones orientadas a elevar la conciencia del pueblo de Puerto Rico, en función de la lucha por su liberación, por su independencia y por su prosperidad".

Ojeda, líder del clandestino Ejército Popular Boricua "Los Macheteros", de 72 años, murió tras recibir un disparo en un tiroteo con agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que pretendían detenerlo, acción en la que también resultó herido un agente federal de EEUU.

Era buscado por las autoridades de EEUU desde hacía 15 años y murió desangrado durante las 20 horas en las que el FBI lo mantuvo acorralado en la residencia del oeste de Puerto Rico en la que fue localizado.

El acuerdo de los asambleístas venezolanos expresa "la solidaridad del parlamento venezolano con los familiares del independentista puertorriqueño y con pueblo de borinquen, en general".

Expresa también que Ojeda "luchó por la independencia y por la soberanía del pueblo boricua, movido por un espíritu patriótico y libertario, fundiendo la personalidad del pueblo puertorriqueño, sus valores, su verdadera historia de lucha y de pertenencia a la mancomunidad de naciones caribeñas latinoamericanas".

Además, condena la actuación del FBI por entender que sus agentes "dejaron que se desangrara e impidieron la asistencia de médicos, de abogados y hasta de las propias autoridades estatales y de la Fiscalía".

Concluye el acuerdo con un llamado al pueblo de Puerto Rico a mantener vivo el "legado histórico taíno", el valor de sus luchas contra la colonización y la esperanza por la independencia de la isla".

Ojeda fue el puertorriqueño más buscado por la Justicia de EEUU en una década después de que en 1990 se quitó del grillete electrónico que controlaba su libertad condicional en espera de juicio por el robo de 7,2 millones de dólares a un furgón de transporte de la compañía Wells Fargo, en 1983.