Primera Hora
martes, 27 de septiembre de 2005

Todo listo en Naguabo para recibir a Ojeda Ríos

Leysa Caro González  PRIMERA HORA

NAGUABO.- Descansará bajo la sombra de la bandera puertorriqueña.

Los preparativos ayer para el entierro de Filiberto Ojeda Ríos en el cementerio municipal del barrio Río Blanco de Naguabo iban a todo vapor. Desde tempranas horas de la mañana brigadas de limpieza de Obras Públicas municipal se movilizaron al área donde descansará el cuerpo del dirigente machetero para cerciorarse de que todo estuviera en orden.

Las paredes y aceras del camposanto eran limpiadas a presión y las veredas de la carretera 31 que conducen al cementerio fueron podadas y limpiadas. Aunque esperaban poder pintar las paredes, una copiosa lluvia lo impidió.

Justo al costado izquierdo de la entrada al cementerio está el pedazo de terreno de cuatro pies de ancho y nueve de largo que cobijará los restos del líder independentista abatido por agentes del FBI el día del Grito de Lares en Hormigueros.

La familia de Ojeda Ríos tuvo un solo pedido: que detrás del área donde descansarán los restos de Ojeda se colocara un asta donde ondeara la bandera de Puerto Rico, tarea que con mucho orgullo realizó Ángel Martínez.

El espacio de terreno, dijo el amigo de la familia, había sido comprado con anterioridad por parientes de Ojeda Ríos. "No sé como Ojeda había pedido que lo sepultaran, pero como nació en este barrio, entiendo yo que la familia decidió enterrarlo aquí", dijo el también vecino de Río Blanco.

Por tratarse de un cementerio pequeño, el Municipio ha separado el parque de pelota de la comunidad, aledaño al camposanto, para que los que allí se den cita estacionen sus vehículos, informó por su parte el alcalde de Naguabo, Wilfredo Astacio.

Además, han coordinado junto a la Policía la dirección del tránsito, lo que conllevará posiblemente el cierre de algunas vías de rodaje. La Policía, dijo el Alcalde, ha estimado la asistencia en cerca de 10,000 personas.

"Como alcalde estimo la asistencia en unas 5,000, pero como es algo nacional no sabemos qué cantidad exacta se movilice. Sería bien difícil tener 10,000 en el cementerio, por lo pequeño del espacio", opinó el ejecutivo municipal, tras decir que participará del entierro, aunque no activamente.

"Voy a estar participando no activamente, pero sí pendiente para que todo se lleve a cabo con mucha normalidad, con mucho respeto y que no haya ningún tipo de incidente que lamentar. Vamos a estar con toda la seguridad para evitar cualquier situación anormal que pueda ocurrir", aseguró el líder popular.

Una hora antes de que llegue el cortejo fúnebre, lo que se espera suceda en las primeras horas de la tarde, personal del Municipio cavará el hoyo en el espacio de tierra. El mismo usualmente es de 32 pulgadas de ancho, pero por tratarse de un ataúd grande, se hará de 44 pulgadas de ancho, ocho pies de largo y siete pies de profundidad, explicó Martínez.