Granma Diario
Septiembre 27, 2005

Indignación en Nueva York por muerte de independentista boricua

WASHINGTON, 27 de septiembre (PL).— Grupos latinos y estadounidenses en Nueva York expresaron indignación por la muerte del independentista puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos, ultimado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en su isla natal, trascendió hoy.

De acuerdo con El Diario La Prensa, los manifestantes se dieron cita la víspera ante el edificio del FBI en la urbe neoyorquina, donde lanzaron frases contra el gobierno del presidente George W. Bush, al que calificaron de asesino.

"Ojeda vive, la lucha sigue", "Paren el terrorismo estadounidense en Puerto Rico", "FBI asesino", "Estados Unidos fuera de Puerto Rico", corearon.

Con pancartas que expresaban su rechazo a la acción, los asistentes repetían que "todo boricua es machetero", en alusión a la pertenencia de Ojeda Ríos al Ejército Popular Boricua (EPB-Macheteros).

El luchador independentista fue asesinado por el FBI el viernes último, cuando cientos de puertorriqueños conmemoraban en Lares el día de la proclamación de la primera República de Puerto Rico.

El FBI lanzó su ofensiva con una escuadra de una veintena de francotiradores, llevados expresamente a la isla.

Además se emplearon al menos tres helicópteros, una fuerza de apoyo de otros 300 agentes y una treintena de vehículos, con el fin de capturar "vivo o muerto" al dirigente revolucionario, por el que ofrecía un millón de dólares.

El asambleísta de Nueva York, José Rivera, señaló que "entre más escuchamos los reportes desde Puerto Rico, más seguros estamos que existe un escuadrón de la muerte compuesto por el FBI, y nos damos cuenta que el gobierno federal no respeta a la isla de Puerto Rico".

"Ni el gobernador ni el alcalde sabían de esto, y se debe exigir la salida inmediata del FBI de Puerto Rico, porque sólo hay una conclusión: son unos asesinos", denunció Rivera.

Ojeda Ríos, de 72 años de edad y asistido por un marcapasos, estaba condenado en ausencia a 55 años de prisión, debido a su presunta planificación del robo de siete millones de dólares a la empresa Wells Fargo, en 1985 en Connecticut.

La suma se empleó, según reconocieron las propias autoridades estadounidenses, en la lucha por la independencia de Puerto Rico.

El actual gobernador de la isla, Aníbal Acevedo Vilá, manifestó su repudio a la forma en que actuó el FBI.

Acevedo Vilá aclaró que la jurisdicción en ese caso "le correspondía a Puerto Rico".