Protesta en el Capitolio contra Julito Labatut

Antonio R. Gómez  PRIMERA HORA

Tensión y destrozos.

Momentos de gran tensión y una amplia movilización policiaca rodearon ayer el homenaje que rindió la Cámara de Representantes al empresario cubano Julio Labatut, cuando una concurrida protesta en contra del reconocimiento legislativo degeneró en violencia contra propiedad en el Capitolio, incluyendo uno de los cristales de la urna que protege la Constitución de Puerto Rico en la rotonda.

En los sucesos violentos quedaron destrozados los cristales del salón de actos Leopoldo Figueroa, mesas y cuadros. También hubo daños a la propiedad provocados por la utilización de extintores para tratar de impedir que los manifestantes ingresaran a dicha sala.

Los manifestantes, uno de ellos enmascarado, lograron acceso al interior del Capitolio cuando los pocos policías que vigilaban la manifestación abandonaron sus posiciones frente a las puertas para tratar de impedir que el activista Alberto de Jesús, conocido como Tito Kayak, bajara la bandera de Estados Unidos.

Cerca de 20 personas aprovecharon el descuido para ingresar a la rotonda y uno de ellos, que tenía la cara cubierta con una camiseta, utilizó un objeto contundente para romper varios vitrales del salón de actos y el cristal de la puerta de entrada al lugar.

Desde adentro, uno de los asistentes al homenaje a Labatut tomó un extintor y lanzó el químico a través de uno de los cristales rotos, lo que detuvo el ataque contra el área donde estaban ya acomodados varios invitados, incluyendo el alcalde de San Juan, Jorge Santini.

En medio de este ataque, la urna que contiene el documento original de la Constitución fue repetidamente golpeada con un pedazo de metal y uno de los cristales, a pesar de su fortaleza, quedó astillado.

Hasta ese momento la protesta, en la que participaban varios cientos de personas, se conducía en orden y con consignas en contra de Labatut, a quien vinculan con el asesinato del militante independentista de origen cubano Carlos Muñiz Varela en 1979.

Tras ocurrir los incidentes llegó al área un contingente de la Unidad de Operaciones Tácticas de la Policía, que fue recibida con abucheos por los manifestantes. La intervención del líder sindical Luis Pedraza Leduc, quien dialogó con uno de los oficiales policiacos a cargo de la movilización, logró que los agentes desistieran de entrar a través de la masa de protestantes.

El grupo de agentes fue introducido posteriormente por el sótano del Capitolio y subido hasta la rotonda, donde permaneció por varias horas.

Cuando todo parecía calmado, tanto dentro como fuera del Capitolio, estalló otro momento de tensión al producirse un golpe en una ventana del salón de actos e informarse que Tito Kayak estaba intentando ingresar a dicha sala. Los agentes corrieron hacia el interior del salón y se formó un correcorre por todo el Capitolio.

La representante penepé Jenniffer González, autora de la resolución que produjo este homenaje, fue sacada de la sala y llevada hasta la oficina del presidente del Senado, fuertemente custodiada.

En medio de la confusión se produjo otra movilización de agentes, esta vez hacia la oficina de la senadora penepé Norma Burgos. Allí se arrestó a Tito Kayak, quien fue sacado del área rodeado de agentes con cascos y chalecos y montado en una guagua blanca en la que se lo llevaron para presentarle cargos.

El superintendente auxiliar del Capitolio, Eliezer Velázquez, informó que el arrestado ingresó por una ventana a la oficina de Burgos, quien estaba allí al momento de la incursión y que una de sus empleadas estaba "sumamente afectada". No pudo precisar si la ventana de la oficina fue rota o si estaba abierta cuando se produjo la irrupción.

Mientras tanto, González afirmó que "la libertad de expresión les permite a ellos hacer una manifestación en la plazoleta, en marchas y protestas, cosa que yo respeto, pero venir aquí, al Capitolio, a la Casa de las Leyes y destruir, no".

Responsabilizó a los dirigentes del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, Héctor Pesquera y Julio Muriente, y a los que describió como "aquellos que seducen a la intolerancia", por lo ocurrido.

Dos policías, identificados como el comandante del Capitolio, Walter Rivera, y el sargento Ibrahim Lugo, resultaron lesionados en la refriega. Una mujer policía también recibió atención médica. Anoche, los presidentes de la Cámara y el Senado, José Aponte y Kenneth McClintock, acordaron entregar los vídeos originales del Capitolio al Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de la Policía con la condición de que se le sometan hoy copias certificadas de las cintas.

El CIC, se informó, había solicitado esos vídeos como parte de su investigación.

Además de De Jesús, se radicó una denuncia por agresión contra el fotógrafo Humberto Trías, a quien se le imputa golpear al comandante Rivera.
 
 

Pero, el homenaje se dio
A pesar de los incidentes, la representante González decidió seguir adelante con la actividad, en la que el alcalde Santini condenó la violencia, pero dijo que no se podía responsabilizar a todos los independentistas. Utilizó versos de José Martí para decir que consechaba y le entregaba una rosa blanca a los que le atacaron.

Por su parte, González entregó a Labatut dos resoluciones aprobadas por la Cámara para reconocerle. La primera se aprobó el 1 de abril de 2004, bajo la presidencia de Carlos Vizcarrondo, y la segunda el pasado 3 de marzo. Recalcó que ambas se aprobaron por unanimidad.

Al agradecer el homenaje, Labatut sostuvo que Puerto Rico es ejemplo para América Latina de lo que es la verdadera democracia y aseguró que "en este país no hace falta recurrir a la violencia para sacar a nadie del camino".

Responsabilizó por la protesta en su contra al empresario Raúl Álzaga, a quien calificó de "cubano desgraciado" y llamó "bizco", " comunista" y "representante oficial de Cuba en Puerto Rico".