CMI-PR: Entrevista a Juan Segarra Palmer

Febrero 19, 2004

Centro de Medios Independientes-Puerto Rico - ¿Cómo te ha tratado la prensa, hasta ahora, en el país?

Juan Segarra Palmer – Bueno yo creo que han sido sumamente generosos y buenos conmigo. Inclusive las personas que han llamado a los programas y eso me he sentido bienvenido, independientemente de las ideologías políticas.

CMI-PR - ¿Has tenido tiempo para evaluar o analizar un poco la situación a nivel nacional política?

JSP – Todavía. No he tenido tiempo ni verdaderamente de procesar bien toda la experiencia así inmediata que está pasando. Yo tenía la rutina, y pienso recuperarla, porque ahí me va la vida, de meditar una hora antes de acostarme y una hora al levantarme y estoy por media hora. Aunque llegue a la una de la mañana, una y media, dos, a la hora que sea, como quiera, es media hora de meditación antes de acostarme y al levantarme media hora de meditación. Pero verdaderamente me hace falta una hora, no media hora, porque con media hora na’ más todavía están los pensamientos ahí dándole rewind a la película. Me hace falta dejar que todo eso se asiente para poder tener un poco más de claridad mental.

CMI-PR – En términos del Puerto Rico que dejaste hace 20 años y el que encuentras ahora, de lo que ves alrededor tuyo, no necesariamente lo político, sino la geografía…

JSP – Muy cambiada, la geografía. Yo me críe en Condado. Eso ya tú sabes que son edificios por todas partes, antes eran casas. Lo mismo el área de Ocean Park. Inclusive yo viví en Vega Baja y el expreso nada más llegaba hasta la Virgencita. De la Virgencita en adelante era la carretera número 2, no estaba el expreso. Ahora el expreso llega hasta Luquillo. Lo encuentro un gran cambio. A todo el mundo le he dicho que eso inclusive lo noté antes de aterrizar porque yo pedí asiento en la ventana y llegué de día. Cuando el avión vira hacia la derecha que ya se empieza a ver la costa, cuando voy por Aguadilla que se ve Desecheo y eso todavía no se ven bien las casas pero ya cuando iba por Dorado ver todos esos mogotes talados y todas esas urbanizaciones fue un gran impacto para mi.

Otra cosa que me impactó fue la situación del agua. Antes yo no sabía eso de que el agua se iba. Cuando yo estaba antes esa situación no era común y la calidad del agua nunca entendía yo que había sido problemática. Por lo menos no había esa conciencia y ahora mucha gente dice que si esto que si lo otro. Tengo amigos que viven en San Juan, otros que viven acá en la Loíza, se va el agua por tantos días. Me estuvo explicando Mario aquel día que estuvimos en la actividad de los niños que hay 130,000 y pico de familias que no tienen acceso confiable al agua. Eso te diría que es una de las cosas que me ha impactado bastante.

CMI-PR – Entrando un poquito a los Macheteros, en la década de los 80, ¿ameritaba la lucha clandestina que se dio? O sea, el momento histórico que siempre se refieren…

JSP – Si tú dices clandestina, yo te diría que sí ameritaba, para ciertas cosas, porque clandestino y armado no necesariamente tiene que ser lo mismo. En aquel entonces, y posiblemente ahora, pero definitivamente en aquel entonces el nivel de represión era bastante grande y violento. Ya ustedes conocen el historial del carpeteo, saben lo del Cerro Maravilla, saben lo de los escuadrones de la muerte. Claro, ya a mediados de la década de los 80 eso se empieza a desmantelar con los arrestos de Alejo y toda la cúpula, toda la plana mayor de la policía. De Emeterio Ortiz, de Alejo, de Julio Andrádes, de los de la inteligencia, de toda la plana mayor de la policía que los metieron presos y desarticularon los escuadrones de la muerte. Y lo del carpeteo que también posteriormente se dice, esto ya no se puede hacer y ese tipo de cosas. En ese sentido la clandestinidad era una medida protectiva para uno poder funcionar y evitarse la represión.

Ahora, si tú me dices la lucha armada, pues yo he tenido conversaciones con compañeros que me dicen: “Mira, el arrepentimiento que tu dices que no hacía falta, que entiendes que fue un error participar de la lucha armada no necesariamente tiene que haber sido así porque hacía falta alguien que le pusiera un alto a la violencia del sistema y crear un espacio para que ellos lo pensaran dos veces antes de estar matando gente y ese tipo de cosas. De estar abusando del poder como hacían. Yo, con todo el respeto que tengo de su opinión y le agradezco que eso lo dicen, entiendo yo, además de visión de lucha, como una forma solidaria conmigo, ¿no? Yo sigo pensando que es más efectivo la lucha no violenta. Eso no quiere decir la no lucha. Decir lucha no violenta hay gente que piensa, a bueno, eso quiere decir cruzarse los brazos y no hacer nada y es todo lo contrario. Es la lucha no violenta para luchar más y mejor por la justicia, por la paz y por la libertad.

CMI-PR - ¿Hay más espacios ahora, espacios democráticos, espacios de lucha, de expresión; hay más espacios ahora que antes?

JSP – No tengo elementos de juicio para verdaderamente decirte sí o no. Me parece que sí pero es una apreciación muy subjetiva de parte mía y ha sido un espacio que no ha sido dado sino que ha sido conquistado con la creatividad y con la combatividad y la organización y la perseverancia de todas las personas que han seguido batallando por toda la vida. Personas como Nilda Medina que desde los años 60 están ahí ahí ahí. Bueno y de personas como ustedes que empezaron ahora a meter mano y a utilizar formas de lucha que capta la imaginación de la gente. Cosas como las que ha hecho Tito Kayak que inspiran. Cosas como Rubén (Berríos, presidente del Partido Independentista Puertorriqueño) mismo que también fue un elemento de mucha inspiración porque ver un senador, un político, estar dispuesto a entregar su puesto pa quedarse allí no deja de ser elemento de motivación pa muchos. Gente como Norma Burgos y los alcaldes populares y todas esas personas que van ampliando el margen de la lucha. Los sectores religiosos que jugaron un papel fundamental. Todo eso se ha ido ampliando así que yo creo que sí, indiscutiblemente hay más espacio. Cosas como el Amanecer por Vieques que se hizo ahí en el Escambrón, cosas así me parece que han ido ampliando mucho las perspectivas de la lucha.

CMI-PR – Esa consigna “Todo Boricua Machetero”, ¿quedan Macheteros?

JSP – Yo no te sé decir. Yo me imagino que sí porque Filiberto (Ojeda, líder de los Macheteros) no estaría dando esas conferencias de prensa meramente por querer robar cámara y llamar la atención. Pero volviendo a lo que estábamos hablando de la diferenciación entre clandestinidad y lucha armada yo si fuera a especular, pensaría que los Macheteros obviamente siguen, al tu hacerte la pregunta si quedan pues obviamente demuestra que si quedan son una organización clandestina. La pregunta misma se contesta. Obviamente por el hecho de que por lo menos que yo tenga conocimiento desde que yo estoy preso yo no he oído de ninguna acción armada de los Macheteros.

CMI-PR – Hubo la del Supertubo que se la achacaron a ellos y hubo una carta de ellos pero sí esa fue la última que yo me acuerde.

JSP – OK, pues para los efectos tendríamos que decir que mayormente lo que estarán haciendo no es lucha armada sino lucha por otros medios. ¿Qué estarán haciendo? No tengo ni la más mínima idea.

CMI-PR - ¿La definición de revolucionario que tenías de más joven y la de ahora?

JSP – Es muy diferente. Yo antes, la definición de revolucionario que tenía, estaba definida por criterios ideológicos y ahora te diría que está definida más por criterios prácticos y práctico quiere decir por la práctica humana de la persona. De la persona ser una agente de cambio y no ocuparlo por lo que dice que es, o por la etiqueta ideológica que se pone sino por lo que es consecuente en su práctica diaria. He conocido personas que se dicen cristianas que no son tan amorosos ni tan serviciales que son los criterios principales del cristiano de personas que se dicen ateos. Y he conocido personas que se dicen revolucionarios o comunistas o marxistas o lo que sea, dicen que viven por el bien del pueblo o lo que sea, que no comparan más nunca con personas que no se dicen eso pero que son muy serviciales y viven la vida dedicados al prójimo. Que no se llamarían a si mismos más nunca revolucionarios pero están haciendo cosas que llevan más a transformar la sociedad que otros que se quieren poner esa etiqueta. No se si eso contesta tu pregunta.

CMI-PR - ¿Eres cristiano?

JSP – Bueno, aspirante.

CMI-PR - ¿Y qué es aspirante?

JSP – Que ser discípulo de Cristo, igual que antes cuando me consideraba aspirante a revolucionario, es algo que intentar lograrlo tiene su mérito. Decir que hemos llegado ahí le corresponde a otro.

CMI-PR - ¿Entonces cuál es el concepto de Cristiandad que tienes?

JSP – El cristiano para mí es aquel que opta por seguir los pasos de Cristo. Es tener la experiencia, como dice Leonardo Boff, la Cristiandad es la experiencia de vida de que Jesús de Nazareth vivió. Es tener uno la experiencia personal de que El vivió. Eso pues es una larga cadena trasmitida de ejemplo de valor y sacrificio al servicio de los demás por muchos años. Con muchos errores y definitivamente la institución de la Iglesia y la espiritualidad de la Iglesia no necesariamente son la misma cosa.

CMI-PR - ¿Qué te lleva a tomar la lucha armada y luego que te lleva a tomar entonces el cristianismo?

JSP – A mí me llevó a tomar la lucha armada un conjunto de cosas obviamente, no una sola. Entre ellas, la guerra de Vietnam y el triunfo del pueblo de Vietnam mediante la lucha armada. El golpe de estado en Chile contra Allende es la otra cara de la moneda, por la vía democrática, ver como el gobierno, financiado y organizado por el imperio de los Estados Unidos, violentó eso. Entonces pensaba, “Bueno, esos caminos están cerrados.” Eso lo estoy viendo a nivel internacional.

A nivel de Puerto Rico pues estoy viendo desde muchos años antes, porque se sabe que lo del carpeteo y la represión a los independentistas viene desde los años 30 y pico y recrudeció en los 50 y continuó en los 60 y los 70 pues yo viví ese proceso y no estaba ajeno a él. Yo cogí mi primer macanazo en el 69 o en el 70 en la Marcha de los Pasquines, pasquinando por las playas pal pueblo. La experiencia que había aquí en Puerto Rico de la represión y de la existencia de los escuadrones de la muerte, el Cerro Maravilla, todo eso es otro factor. La Revolución Cubana era otro factor. También la guerrilla urbana de los Tupac Amaru en Uruguay es otra cosa que influenció en mí. El asesinato en los Estados Unidos de Martin Luther King y de Malcolm X y de Kennedy fueron cosas que influyeron por un lado en la cuestión de la clandestinidad y por otro lado en entender la necesidad de la lucha armada.

A nivel ya más personal de vivencia directa pues el primer año mío de universidad fue el año en que se dio la primera huelga estudiantil en la historia de la Universidad de Harvard. Fue en el 69. Yo vivía en el edificio del hospedaje, allá le llaman dormitorio, que quedaba frente con frente al edificio de la administración que fue tomado por los estudiantes de SDS. SDS es los Students for a Democratic Society. Tomaron eso exigiendo que el ROTC lo sacaran del campus universitario.

Yo simpatizaba con la causa de que se fuera el ROTC pero no estaba de acuerdo con los métodos del SDS porque entendía que eso era violento, que estaba mal hecho ocupar el edificio de la administración, que eso no se podía hacer.

Esa noche, como a las 3 y pico de la mañana, pasó un estudiante tocando todas las puertas, alguien de los del SDS: “The pigs are coming, the pigs are coming.” Yo estaba dormido y me encojoné y le dije: “Fuck you, Paul Revere.” Pero me levanté y me puse a mirar por la ventana y entonces había una neblina. Era una cuestión casi surreal. Hoy en día no porque ya uno está acostumbrado a ver eso pero en aquel entonces uno nunca había visto eso. Había como 400 guardias o más y tenían el edificio rodeado y estaban con cascos como si fueran de motora y unas cuestiones en el pecho que parecían de árbitros de pelota, y unas macanas de esas súper largas, botas hasta la rodilla, estilo Gestapo, una cosa que yo decía: “Ea diablo, que es esto.” Rodearon el edificio y metieron perreras allí. Cogieron con un deso que parece un poste de teléfono estilo medieval y rompieron la puerta del edificio por un lado. Por la otra puerta entraron con máscaras de gas, disparando gases lacrimógenos. Entraron por una puerta y sacaron a todo el mundo por la otra puerta. Por la otra puerta tenían una fila doble de guardias con macanas todos, por todas las escaleras. Sacaron a los estudiantes por el otro lado, uno por uno, ya tú sabes, palo, puño y bofetá. A patas por culo a todo el mundo. “BIM BAM BIM BAM, fuá, a la perrera, NEXT.” Era una cosa pero bien cabrona. Yo estoy allá arriba mirando y tenían el edificio rodeado. Están mirando hacia fuera para asegurarse de que toda la gente que está afuera gritando a los policías “abusadores”, no se metiera. De vez en cuando ellos hacían una leve incursión hacia el público a repartir palos. Uno que era pana mío, que estaba en silla de ruedas, lo bajaron de la silla a palos. Y yo allá arriba: “Hijo de la gran puta” y el tipo me miraba riéndose: “Baja pa bajo chamaco.”

Eso para mí fue algo que yo dije: “No, con esta gente no se puede pelear así. A esta gente hay que meterle mano de una forma que uno pueda ganar también. Porque para que estar cogiendo palos así todo el tiempo. No way. Yo no soy tan valiente.” Entonces vi como alternativa la lucha guerrillera, urbana, donde uno escoge cuando, como y donde uno va a pelear para tener chance de ganar. Porque es que el mostro es demasiado grande.

CMI-PR - ¿Cuándo y cómo decides entrar a un grupo armado?

JSP – Eso me decidí y la forma en que se dio… Cuando uno, el universo como que conspira, cuando uno está en cierta onda. Pues se me presentó la oportunidad. A mi me dijeron: “Oye, mira, se está organizando una lucha clandestina en Puerto Rico. ¿Quieres participar?” Y yo dije: “Está bien.” Y así fue que me integré.

CMI-PR - ¿Decides dejar la universidad?

JSP – Yo terminé la universidad. Lo que hice fue, no pagué toda la matrícula, y entonces al no pagar toda la matrícula me dieron la trascripción de créditos pero no el diploma. Eso lo hice pensando que, bueno, yo soy un blanquito del Condado, la tentación va a ser bien grande de querer acomodarme después en el establishment como quiera y entonces pues vamos a quemar los puentes pa’ que no pueda haber marcha atrás. Entonces pues decidí no… y el viejo me dijo: “Papo, yo te la pago.” El viejo respetó mi decisión de no pagar esa cuenta.

CMI-PR - ¿El viejo se enteró antes de que explotara el revolú de la ola de arrestos?

JSP - ¿Qué yo era Machetero? Bueno, el viejo se entera que vienen los arrestos de los Macheteros y que yo estoy en la lista de los arrestados unas semanas antes de los arrestos. Antes de eso, él se tenía que sospechar que yo estaba en algo porque no tenía un empleo fijo, todo un misterio, no sabía a donde iba, de donde venía. Nunca insistió, “¡Qué carajo es lo que tú estás haciendo!” ni nada de eso. Respetó eso.

CMI-PR - ¿55 años te dieron de entrada?

JSP – No. Me dieron 65 de entrada. En la apelación me lo bajaron a 55.

CMI-PR - ¿Piensas que cometieron algún error?

JSP - ¿Algún error? Bueno, desde el punto de vista de ellos no. Desde el punto de vista de ellos el querer eliminar una organización que había representado un peligro y le había causado muchos daños a ellos. Les costó como 45 millones de dólares en aviones allí en Base Muñiz, y otras actividades así. No se les puede culpar por pensar como pensaban.

CMI-PR - ¿Qué comentario se merece sobre que a personas como los Macheteros y a los de la FALN que les dieron sentencias desproporcionadas totalmente con las sentencias que les dan a empresarios y a políticos acusados de corrupción?

JSP – Para mí, indiscutiblemente, el daño social de por ejemplo, robo a la Wells Fargo y la Enron o los Institutos del SIDA, es muy diferente. O sea, las grandes corporaciones esas como la Enron hay empleados que pierden los ahorros de toda su vida, tienen su pensión, tienen todas esas cosas. En el Instituto del SIDA son servicios al pueblo, o cuando es robo al Departamento de Educación son servicios al pueblo que se dejan de prestar para apropiárselo. En ese sentido es bien diferente al robo a la Wells Fargo porque estas robando a una entidad asegurada y ni los empleados ni el público en general están sintiendo los efectos. Aún así no estoy justificando el acto del robo pero hay factores agravantes y hay factores mitigantes. Me parece que cuando es robo de servicios del pueblo es un factor agravante.

¿Qué comentario me merece? Antes, cuando yo era un poco más ingenuo y pensaba que el sistema criminal de justicia era un sistema de justicia, y no un sistema de justicia criminal, el mismo nombre te lo dice. Me quejaba de eso y consideraba que era injusto. Ya no me sorprende sino que lo veo como un mal más de la sociedad que hay que subsanar y que hay que luchar porque haya más justicia en el sistema de justicia. Indiscutiblemente el sistema de justicia está tan corrompido como casi todo el resto de la sociedad. No es un ente puro que está por que se cumpla la justicia en todo el resto de la sociedad y que está incorrompible. Eso no es así. Está igual de carcomido que puede estar cualquier otra institución. Así que no es algo de espantarme, de sorprenderse. Es algo que hay que bregar y luchar como hace mucha gente que a diario están bregando con eso y aportando a ver de qué forma ayudan a alguno que está en las garras de eso o a transformar eso de la forma en que puedan.

CMI-PR - ¿Cómo era el trato de los carceleros y de los compañeros reclusos hacia ti?

JSP – Los carceleros se daban ambas vertientes. Por un lado más vigilancia y por otro lado mayor deferencia. Mayor vigilancia en el sentido de que todo el tiempo que estuve preso estuve conciente de que toda mi correspondencia era revisada. En varias ocasiones el mismo me guardia me lo advertía, a veces directamente y a veces indirectamente. Y a veces los presos que veían a los guardias chequeando mi correspondencia me decían. Por ejemplo, el correo se hecha en el buzón y a las 11:30, cuando ya trancan a los presos, los guardias que están en el turno de medianoche a 8am, les corresponde chequear las cartas, asegurarse de que no hay ningún contrabando. En el caso de algunos presos, o leerlas o inclusive, fotocopiarlas para hacérsela llegar al teniente de investigaciones o quien quiera que sea que está a cargo de eso. En una ocasión que yo le escribí al viejo una carta, cuando a él le dio su primer cáncer hace muchos años, él estaba en Atlanta. Al otro día el guardia, que era puertorriqueño, me dice: “Oye Segarra, que carta tan bonita le escribiste al viejo tuyo.” El me lo estaba diciendo como una cosa chévere y sin embargo yo lo que estoy sintiendo es, coño, me cagó en na, que invasión a la intimidad, a la privacidad de uno.

Después, otras cárceles también, por ejemplo, unos que eran panaderos, los levantan a las 2 de la mañana para prepararse a preparar el pan para el desayuno pues veían cuando el guardia estaba chequeando las cartas y las cartas mías las iba y las fotocopiaba. Yo todo el tiempo supe.

Entonces también allí los guardias cambian de turno cada 90 días, hay un nuevo guardia. Siempre cuando vienen, por ejemplo, el primer o segundo día que había empezado el turno, el guardia siempre venía a registrar mi celda. Eso ya uno sabe que viene por órdenes de arriba. Estás son las celdas que tienen que registrar. Estos son los tipos que tienen que estar pendientes a ellos. Inclusive, a veces hasta los chotas, uno de los tipos que era informante del teniente de investigaciones, que era el que le limpiaba la oficina, pues, en la oficina ellos tienen unas listas de a quienes velarles, cuales son los teléfonos que tienen que estar pendientes. El tipo me dio la luz: “Mira Segarra, el nombre tuyo está ahí en la lista de los que tienen que escuchar todas las llamadas tuyas.” Por diferentes fuentes, yo siempre estuve conciente que me tenían en mayor vigilancia.

Pero también por eso mismo, los guardias sabían que uno estaba preso por motivos diferentes a la mayor parte de los presos y después de recibir el indulto debían pensar que yo estaba bien conectao. Así que se daban ambas cosas.

Por parte de los presos, siempre mucho compañerismo de parte de los puertorriqueños, mucho respeto. De parte de los otros presos también, mucho compañerismo y mucho respeto. Inclusive, particularmente, de los cubanos. De los que tú llamas gusanos. Te estoy hablando de los cubanos anti-comunista hasta el tuétano. De los que llamamos nosotros… La emigración cubana es como el libro ese de José Luis González, El país de los cuatro pisos. Están los que se llaman los viejos cubanos que son los que salieron tan pronto triunfó la revolución. Están entonces después los Marielitos. Ya están entonces los balseros que aunque no sean balseros es lo que se llama la generación que vino después de Mariel y entonces están los “hamberguitos”, o los yucas que son hijos de cubanos y salieron bien jovencitos y están americanizados. Por eso le dicen los hamberguitos. Inclusive entre los viejos cubanos yo tuve muy buenas relaciones. Los cubanos no tienen ningún tipo de problema ni de complejo con la violencia. Al contrario, a ellos la violencia, así es que hay que hacer las cosas. Respetaban el que uno luchara por la independencia y que nosotros (los cubanos) también queremos la independencia. Nosotros queremos la independencia en nuestro país. No queremos ser satélite de la Unión Soviética. Claro, ya eso es académico porque ya esa fase pasó pero cuando eso estaba vigente pues estaban en esas. O sea, que había cierta afinidad.

CMI-PR - ¿Alguna agresión alguna vez de algún carcelero contra ti?

JSP – Bueno, hubo cierto hostigamiento físico pero agresión no. Hostigamiento.

CMI-PR - ¿Pensaste que ibas a servir los 55 años?

JSP – Nunca. Siempre tuve una gran confianza que mi pueblo me iba a sacar. Mi pueblo y los aliados de mi pueblo porque yo también confiaba en la lucha internacional y la solidaridad internacional y la opinión pública internacional y de Puerto Rico y de los Estados Unidos. Siempre pensé que eso se iba a lograr. Me equivoqué verdad, porque pensé que pa los 10 años iba a salir y me tardé un poco más pero…

CMI-PR - ¿La comunicación con los compañeros que arrestaron durante la redada?

JSP – El tiempo que estuvimos presos juntos pues hubo muy buena comunicación. Ya después que ellos salen y eso la comunicación está prohibida. Así que yo me entero de ellos a través de otras personas.

CMI-PR - ¿Tienes restricciones?

JSP – Tengo varias.

CMI-PR - ¿Por 12 años?

JSP – Por 12 años aunque se supone que a los 5 años se eliminen las restricciones a menos que ellos tengan algún motivo de mayor envergadura para insistir en que sea hasta los 12 años. Para eso habría que hacer una vista en la corte. De lo contrario, a los 5 años se supone que ya caduque el término de supervisión.

CMI-PR - ¿Cuáles son las restricciones?

JSP – Me han hecho bien claro, en la entrevista personal que tuve, es la de no relación con ex - confinados en general pero muy en particular con los que tengan que ver con el caso mío o los que fueron indultados.

CMI-PR - ¿Tienes que reunirte con un Oficial de Probatoria cada cierto tiempo?

JSP – Yo tengo que enviarle un informe mensual escrito.

CMI-PR - ¿Independencia pa Puerto Rico, Papo?

JSP – Eso le toca al pueblo de Puerto Rico libre y concientemente decidir cual es la fórmula que más le conviene para asegurar el mejor futuro para todos sus hijos e hijas.

CMI-PR - ¿Lo consideras una opción?

JSP – Pues claro, es una opción viable. Si tu miras el mundo entero, casi todo el mundo ha optado por esa y por algo será. Ahí también hay que entender que la independencia no es una panacea. Cuantos países independientes hay en el mundo que tienen problemas iguales o peores que los nuestros. O sea, que la independencia no ha sido la solución tampoco, necesariamente. Pero sí yo entiendo que la independencia da unas ciertas herramientas con las cuales bregar. Siempre y cuando se den otras condiciones. Porque si tienes un gobierno corrupto o un pueblo que no esté movilizado u organizado…

CMI-PR – En términos de la política electoral, ¿piensas que ha habido algún cambio en estos 20 años?

JSP – Siempre hay cambios, porque nada permanece igual. Pero en gran medida ha seguido muy igual y por lo que he visto en encuestas que se han hecho, verdaderamente un gran sector, si no la mayoría de la gente están bastante cansaditos del mismo tribalismo político una vez tras otra y están buscando otras opciones para hacer valer sus derechos y para lograr trasformar su realidad. Ya la alternativa de la política partidista no tiene el monopolio de buscarle soluciones a los problemas lo cual me parece que es muy bueno, por un lado.

CMI-PR - ¿Consideras que el mundo de hoy es más conciente en cuanto a sus problemáticas y situaciones?

JSP - ¿Más conciente que cuando?

CMI-PR – Bueno, que cuando comenzaste cuando joven. En la época del 68 pa lante.

JSP – Tiendo a pensar que sí. Pero no tengo una medida científica para decírtelo. Es una apreciación bien subjetiva, puramente personal, pero tiendo a pensar que sí.

CMI-PR - ¿Qué planes tienes?

JSP – Planes inmediatos, tuve la gran fortuna de tener la oportunidad de traducir el libro The Necessary Nation, de Greg Jusdanis, que estuvo aquí recientemente dictando un seminario en el Centro de Estudios Avanzados del Caribe. Para resolver el arroz y las habichuelas, ahí tengo para empezar.

A nivel ya de otros proyectos, tengo pensado, porque me lo han pedido suficientes personas, ya creo que vencí el temor, ahora vamos a ver por parte de disciplina, escribir un libro reflexionando sobre mi experiencia y haciendo cuentos de preso. Tengo eso en agenda.

Aparte de eso, buscar donde me integro pa servir. A ver de qué forma puedo bregar, ya sea con los presos, o con chamaquitos. Me encanta bregar con chamaquitos.

CMI-PR - ¿La lucha para los presos políticos que quedan?

JSP – En lo que yo pueda ayudar, lo haré. Empecé el domingo, tiré la mía. Imagínate, como no voy a simpatizar con la causa de excarcelación con los que quedan.

Desde que me baje del avión… En el aeropuerto hablé de eso. El domingo cuando estaba en la misa también los mencioné a ellos. Después cuando corrí el maratón lo corrí a nombre de ellos.

CMI-PR - ¿Algo que quieras hacer en los próximos días?

JSP – Quiero terminar con las entrevistas y dedicarme más, o por lo menos, compartir más a nivel como en la escuelita. Ya más en el plano personal que en el plano de los medios. Porque la mayoría de las entrevistas no son como estas. Ya esto es más como una conversación entre amigos. Ese es el ambiente que más me agrada y que más siento que puedo ser útil.

CMI-PR – Esto es una pregunta pendeja pero tengo curiosidad, porque son 20 años, ¿tu ropa?

JSP – Pues, entre mi hermano y mi tío me surtieron. He heredado la ropa de ellos.

CMI-PR – Todas esas cientos de cartas que recibiste todo ese tiempo, ¿cómo sentiste…?

JSP – Yo sentí mucho apoyo a través de las cartas. Me ayudaron mucho inclusive a procesar mi propia experiencia porque me hacían preguntas que al yo tener que verme obligado a contestarla pues tenía que reflexionar acerca de eso. Me ayudaba a mi mismo a procesar mi propia experiencia. De hecho, en un proceso de esos fue que conocí a mi compañera actual, y nos enamoramos por carta.

CMI-PR - ¿Y cuando te metiste en la playa, después de 19 años de no meterte en la playa?

JSP – Me encantó. Lo que me hacía falta era meterme y sentir el agua salá. Porque lo más que yo extrañaba, además del sexo, era el mar.

CMI-PR – Que no te dejaran salir para el entierro del abuelo.

JSP – No me sorprendió.

CMI-PR - ¿Nada de resentimiento?

JSP – No. Bueno, yo tengo dos opciones, o tres. Puedo encojonarme, ponerme triste, o estar tranquilo y contento. Si me encojono o estoy triste, el único que se afecta soy yo. Si estoy tranquilo y contento, el beneficiado soy yo, o sea que cual de las tres voy a optar. Voy a estar tranquilo y contento, hay que dejarlo ahí.