El Nuevo Dia
Domingo, 25 de septiembre de 2005

Autopsia revela un balazo

Por Carmen Edith Torres
end.ctorres@elnuevodia.com

Filiberto Ojeda Ríos recibió sólo un impacto de bala durante su enfrentamiento con agentes del Negociado de Investigaciones Federales (FBI), confirmó la autopsia realizada anoche en el Instituto de Ciencias Forenses.

Ese impacto de bala fue en el hombro derecho un poco más arriba de la clavícula, en dirección de arriba hacia abajo, y salió por cerca del centro de la espalda, indicó anoche el secretario de Justicia, Roberto Sánchez Ramos.

El balazo perforó uno de los pulmones de Ojeda Ríos, pero la sospecha es que el fugitivo no murió de inmediato.

“Entendemos que por el tipo de herida no habría sido una muerte inmediata. Pero la investigación determinará la hora en que ocurrió la muerte”, dijo Sánchez Ramos a El Nuevo Día al cierre de esta edición.

El cuerpo de Ojeda Ríos iba ser entregado anoche mismo a una funeraria para los servicios funebres.

El gobierno de Puerto Rico realizará su propia investigación sobre las circunstancias en que murió Ojeda Ríos, según la directriz dada por el gobernador Aníbal Acevedo Vilá. Además, La Fortaleza solicitará al Departamento de Justicia federal que investigue si el operativo cumplió con los protocolos establecidos para el FBI.

En la autopsia de Ojeda Ríos estuvo presente el doctor Héctor Pesquera, quien fue designado por los familiares de Ojeda Ríos para recibir el cuerpo, así como el patólogo José Simons.

El jefe de fiscales del Departamento de Justicia, Pedro Geronimo Goyco, continuaba inspeccionando la vivienda donde murió Ojeda Ríos en Hormigueros. Sin embargo, en conferencia de prensa, el Gobernador informó que no habían fiscales estatales en la primera entrada a la escena que hicieron los funcionarios federales. Los primeros informes que confirmaban la muerte de Ojeda Ríos fueron dados por las autoridades locales ayer cerca de las 2:00 p.m., casi cinco horas antes que el FBI hiciera su conferencia de prensa para reportar sobre el caso.

“Primero que nada quiero expresar mi indignación por la forma en que las agencias federales, particularmente el FBI, han llevado a cabo este operativo... indignación en gran medida por la falta de información que ha prevalecido de parte de las autoridades federales”, dijo Acevedo Vilá en al comenzar la conferencia en horas de la tarde con Sánchez Ramos, el Superintendente Pedro Toledo, y el Secretario de la Gobernación, Aníbal José Torres. En ese momento no se conocía el resultado de la autopsia.

Acevedo Vilá sostuvo que desde que comenzaron a correr los rumores el viernes en la noche de que había alguien muerto en la escena, se le indicó al jefe del FBI, Luis Fraticelli, y al fiscal federal Bert García, que la investigación de la escena correspondía a las autoridades locales. Pero, según Acevedo Vilá, es necesario que las autoridades federales expliquen por qué no optaron por entrar a la residencia de Ojeda Ríos y esperar al menos 20 horas después de iniciado el operativo.

“Nosotros vamos a hacer la autopsia. El País tiene que saber si esa persona murió en el acto, o si la sospecha que tenemos muchos de que fue herida y por no permitirse entrar en la escena, murió aún cuando hubiese podido salvarse si se le daba atención... La jurisdicción en una escena de una muerte violenta le corresponde al Gobierno de Puerto Rico y vamos a descargar esa responsabilidad para que el pueblo conozca lo que sucedió”, dijo Acevedo Vilá. Según el Gobernador, el gobierno local realizará sus estudios balísticos junto a los federales.

Por su parte el agente a cargo del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, dijo que colaborarán en esa pesquisa estatal. “El gobierno de Puerto Rico tiene una responsabilidad de investigar. Ahí hubo una persona muerta”, dijo el funcionario federal.

En la conferencia ayer, Acevedo Vilá sostuvo que no le parecía casualidad que el operativo tuvo lugar el día del Grito de Lares.

“Si algo hemos aprendido en este país es que cada vez que se tratan de utilizar fechas que tienen un valor histórico y político en Puerto Rico por las fuerzas del orden público para enviar mensajes políticos, las consecuencias son nefastas”, sentenció el Gobernador.