El Nuevo Dia
Sábado, 24 de septiembre de 2005

Arzobispo San Juan indignado con muerte de Ojeda Ríos

SAN JUAN (EFE)- El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, mostró "consternación, indignidad y tristeza por la manera, por la forma y por el día en que se provocó la muerte de (el líder independentista), Filiberto Ojeda Ríos".

González Nieves, repudió hoy en comunicación escrita el operativo que realizaron durante la tarde de ayer y el día de hoy agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) "que culminó con la muerte (de Ojeda Ríos) y que despertará grandes interrogantes sobre la legalidad y justicia de estos acontecimientos".

La muerte del líder del Ejercito Popular Boricua, conocido como "los macheteros, fue confirmada en la tarde de hoy por el superintendente de la Policía, Pedro Toledo Dávila, quien dijo que éste perdió la vida en el operativo que realizó el FBI para detenerlo.

El líder religioso, quien repudió "este siniestro operativo" apeló "al corazón humano y a la conciencia de todos...a no dejarse tentar por la violencia y a que tomemos todos el único camino que conduce a la verdadera libertad, el camino estrecho y arduo del amor y el perdón, que es el camino que enaltece la dignidad humana y promueva la unidad entre otros".

El obispo católico dijo que hay que "lamentar la conclusión violenta de un conflicto que tiene sus raíces en los ideales de la libertad y respeto de los derechos humanos".

González Nieves argumentó que "la violencia, provenga de donde provenga, es estéril, inútil y al final, impotente en la lucha por la justicia, la paz y la libertad. La violencia siempre engendra violencia; la intolerancia produce intolerancia; el odio, odio".

El sacerdote hizo un llamamiento al pueblo a rechazar "la violencia en cualquiera de sus maneras...tampoco se puede responder a la violencia con la venganza ya que ésta continuaría el ciclo de violencia".

El arzobispo de San Juan hizo un llamamiento "a la oración, a la reflexión y al diálogo sereno sobre la inutilidad de la violencia y sobre Puerto Rico".

"Como cristianos, encomendamos el alma de Don Filiberto a la divina misericordia. Ahora el juicio humano debe ceder ante el juicio divino. Encomendemos a Filiberto, así como a todos los seres humanos que siguieron sus ideales en esta vida. Pidamos por su esposa, familiares y seres queridos", añadió González Nieves.