Diario las Americas
Febrero 24, 2001

Gobernadora de Puerto Rico hace duras acusaciones contra Washington

     NUEVA YORK (EFE).- Un encendido discurso patriótico y duras denuncias contra el Congreso y la armada
     estadounidense en Vieques pronunció anoche en Nueva York la gobernadora de Puerto Rico, Sila María Calderón.

     "Los ejercicios navales de un lado de la isla de Viques y los bombazos por el otro, se han vuelto algo imposible para la
     población y deben cesar de inmediato", afirmó.

     "Los puertorriqueños somos ciudadanos estadounidenses, pero ante todo y después de todo somos puertorriqueños y como
     puertorriqueños moriremos", dijo en castellano -idioma que alternó con el inglés- a m s de 200 invitados al banquete anual de
     la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (ANPH) y de su Fondo Rubén Salazar, que ofrece becas a estudiantes de
     periodismo de la comunidad hispánica.

     La jefa del gobierno se ganó la primera aclamación al afirmar enérgicamente que "con mi elección se acabó la persecución
     contra la prensa en Puerto Rico, esta ser  nuestra consigna".

     "La prensa nos devuelve a la realidad a los servidores públicos, nos ayuda en nuestra labor y nos muestra cómo nos ve la
     gente", dijo entre otros elogios a los trabajadores de la información.

     La gobernadora contó que "realmente amo a Nueva York" a pesar de pasar 45 minutos en un taxi, y bajo la más intensa
     nevada de este invierno en la ciudad, para llegar al banquete de los periodistas, del que los organizadores excluyeron a los
     que cubrieron el acto.

     "Lo crean o no, en el Caribe sabemos apreciar los días fríos", dijo antes de invitar a celebrar el próximo banquete en Puerto
     Rico.

     Calderón tiene previsto participar este fin de semana en Washington en una reunión del presidente George Bush con los
     gobernadores, y plantear  sus exigencias a propósito de la situación en Vieques al secretario de Salud Pública, Tommy
     Thompson.

     "Estoy decidida -aseguró- a poner fin a los ejercicios" de la Armada estadounidense, que lleva sesenta años controlando esa
     isla, donde "se da el más bajo índice de nacimientos, donde el 50 por ciento de los habitantes sufren de algún tipo de
     contaminación" debido al las maniobras militares con munición viva, "y donde en cada casa hay un enfermo de cáncer, ¡esto
     es imposible!", agregó.

     Por ello, reiteró, "la Armada debe dejar de disparar bombas inmediatamente, ya mismo, hasta que conozcamos con precisión
     todas las consecuencias médicas", entre estas la influencia en las enfermedades cardiovasculares que se está estudiando
     actualmente.

     La mortalidad por enfermedades cardíacas en Vjeques es un 60 por ciento más alta que en el resto de Puerto Rico, y
     también los que mueren de cáncer son un 44 por ciento más, informó Calderón.

     La ex alcaldesa de San Juan también prometió en su "primer discurso en EEUU como gobernadora" que la suya ser  "una
     administración limpia y honesta como es el pueblo puertorriqueño" y "¡no más corrupción!", exclamó en medio de un cerrado
     aplauso.

     Además de la situación en Vieques, "que es un problema de Puerto Rico pero también del Gobierno federal y un asunto de
     derechos humanos", otro de los grandes desafíos para su Gobierno, dijo, será conseguir "soluciones inmediatas" para el
     problema del desempleo.

     "El desempleo tiene nombre, y apellido, y rostro, y un corazón", y el 60 por ciento de los puertorriqueños se encuentra por
     debajo de la línea de la pobreza, destacó, pero en la visita la semana que viene al Congreso en Washington "no pediré
     beneficencia".

     Calderón pedirá "la oportunidad de proveer puestos de trabajo y de promover las inversiones" pues "el pueblo
     puertorriqueño quiere ganarse dignamente, con el sudor de la frente, las habichuelas de cada día, no depender de la ayuda
     del gobierno federal".

     La gobernadora comentó que "perdimos 20.000 empleos" para que una potencia como EEUU "balanceara el presupuesto".
     Y "el presupuesto -agregó- se equilibró... nosotros nos quedamos sin trabajo".

     "Somos un pueblo orgulloso de nuestra tradición hispana, de nuestra lengua, de nuestros valores y de nuestra cultura, y
     somos ciudadanos de Estados Unidos, pero ante todo puertorriqueños".

     Su pueblo, señaló "atraviesa un momento muy difícil pero tiene una valentía y una capacidad que espero sepa mi gobierno
     reflejar", concluyó Calderón.