Granma Diario
20 de Abril de 2005
 
Posada Carriles, un gravísimo error de EE.UU.

Fotos de Alberto Borrego

EL presidente Fidel Castro aseguró este martes en La Habana que el Gobierno norteamericano incurre con el terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles en el peor error que quizás jamás cometió una administración estadounidense.

Han cometido un gravísimo error como el que cometieron con Elián González, cuando batallamos sin tregua hasta que devolvieron al niño, dijo el mandatario en alusión a la exitosa campaña del país para que fuera devuelto a su padre un menor secuestrado en Miami en 1999.

En referencia al emplazamiento que él mismo hizo en días recientes a Estados Unidos para que dé razón de lo que hará con Posada Carriles, quien solicita asilo en ese país, señaló que "estamos viviendo otra batalla como la de Girón, tan importante como aquélla".

El discurso de Fidel Castro fue para celebrar el 44 aniversario de la victoria cubana en Playa Girón (Bahía de Cochinos, 19 de abril), frente a una invasión concebida, organizada y financiada por el Gobierno del entonces presidente John F. Kennedy.

Al referir las implicaciones que para Estados Unidos tendrá acoger a un terrorista como Posada Carriles mientras proclama una cruzada contra el terrorismo, expresó que "esta vez han cometido el error más grande que ha podido cometer una administración norteamericana".

En cuanto a lo que hará Cuba al respecto, dijo que a diferencia de Girón, ésta no será una batalla con armas en la mano.

Es, acotó, una batalla con argumentos, es una batalla de ideas y que sin dudas tendrá una gran trascendencia porque (Estados Unidos) está acostumbrado a hacer barbaridades impunemente.

El prestigio de Cuba en el mundo crece pese a que haya mentecatos que crean esa basura de Ginebra, dijo en alusión a una resolución impuesta por Estados Unidos en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para intentar condenar a la Isla en esa materia.

Nos importa un bledo como mismo nos importa un bledo esa porquería de la OEA (Organización de Estados Americanos), subrayó.

De más trascendencia, aclaró, es la batalla que libramos alrededor de la increíble, la cínica, la grosera, la bochornosa, la criminal y estúpida maniobra (del Gobierno norteamericano) con ese asesino monstruoso llamado Posada Carriles.

En otra parte de su intervención, el dignatario aseguró que Cuba va salvando una etapa de dificultades económicas, pero advirtió que el país no volverá a los heredados y malos hábitos del despilfarro de otros tiempos.

El caudal de inteligencia que hemos desarrollado nos pone en condiciones de avanzar hacia un futuro mejor y de garantizar a nuestro pueblo una vida digna, como la que no puede siquiera prometer el capitalismo a quienes viven bajo ese sistema, afirmó.

Cuba, señaló, estará incluso en condiciones de ayudar a otros países y participar más en la lucha para que la humanidad cobre conciencia de los grandes peligros que corre ante el agotamiento de los recursos naturales y la destrucción del medio ambiente.

Estamos demostrando cómo se puede desarrollar una sociedad humana, justa, con una calidad de vida nada asociable a andar en automóvil y otros hábitos de la sociedad de consumo, dijo, pero sí con la salud, la educación, una alimentación sana y en general una vida decorosa.

La higiene, la seguridad, el empleo seguro, la paz, la seguridad social es calidad de vida, enfatizó.

Hemos hecho una revolución con todos los sacrificios que implica, pero también con todos los buenos sentimientos que inspira, proclamó.

El Presidente cubano llamó a sus compatriotas a una batalla por el ahorro, incluida el agua, debido a la prolongada sequía que afecta a la Isla, así como de energía eléctrica, cuyo sistema de generación está en fase de recuperación.

A la velada, celebrada en el espacioso teatro capitalino Karl Marx, asistieron cientos de veteranos de las batallas libradas por la Isla desde el 1 de enero de 1959, incluidos mil combatientes de Girón, considerada la primera gran derrota militar de Estados Unidos en América.

También, cientos de soldados que intervinieron en la lucha contra las bandas que organizadas y financiadas por Washington se alzaron en las montañas cubanas en los primeros tiempos de la Revolución, así como un gran número de combatientes internacionalistas.

Como un símbolo de la continuidad de aquellas épicas jornadas, a la celebración también asistieron cientos de jóvenes de los llamados Programas de la Revolución, que incluyen proyectos de desarrollo educacional, de la salud, culturales y sociales. (PL)