El Nuevo Herald
November 10, 1998
 
`Capturan' a piratas del Mar Océano

 BART JONES
 Associated Press

 Las Aves, Venezuela -- Todo cuento sobre piratas de los siete mares
 tiene un final. Y como por lo general, para todo filibustero que se respete
 éste se halla en el fondo del mar, fue ahí donde un grupo de buzos
 exploradores halló una flota de barcos bucaneros y embarcaciones de
 guerra francesas, hundidas hace tres siglos.

 Durante una expedición de dos semanas que concluyó el jueves, los
 aventureros encontraron los restos de nueve embarcaciones --cañones,
 balas y un ancla de dos toneladas de peso--, que incluyen lo que parece
 ser apenas el segundo y tercer descubrimiento de un naufragio pirata en
 el mundo, dijo el líder de la misión, el estadounidense Barry Clifford.

 Entre los restos de ``Le Terrible, un majestuoso barco tripulado por 500
 hombres y armado con 70 cañones, se halló un ancla tan grande (cinco
 metros), que los buzos puede nadar a través del anillo de ella, además de
 otros objetos que parecen ser pistolas, espadas y monedas, indicó
 Clifford.

 ``No conozco ningún otro lugar así en el mundo, donde se puede tener
 un naufragio casi intacto'', agregó.

 La noche del 11 de mayo de 1678, la flota de 35 buques de guerra
 franceses y piratas que llevaban 6,000 hombres se proponía conquistar
 la isla holandesa de Curazao, cuando chocó contra un arrecife de coral
 frente a las costas de la isla venezolana Las Aves.

 Hasta 18 naves se hundieron y cerca de 500 hombres se ahogaron.
 Otros 1,000 murieron de hambre y enfermedades, tras ser abandonados
 en la Isla de Aves, ubicada a unos 150 kilómetros de las costas de
 Venezuela. Tres meses después, barcos franceses rescataron unos 1,500
 sobrevivientes.

 El desastre de la armada francesa ``cambió el curso de historia en el
 Caribe'' y creó un vacío de poder que ayudó a extender a lo largo de
 1680 a 1725 la llamada ``era dorada'' de los piratas, explica.

 Clifford y Kenneth Kinkor, un experto en piratas, creen que uno de los
 sobrevivientes del naufragio fue Laurens De Graaf, un ex esclavo
 holandés que fue uno de los piratas más exitosos de la historia.

 En parte, Clifford y sus buzos guiaron su búsqueda basados en un mapa
 del museo Naval de París, que fue llevado por uno de los rescatistas
 franceses. En el lugar marcado por el mapa encontraron nueve pequeños
 cañones, utilizados normalmente en las naves piratas, y siete barriles de
 madera, que pudieron haber conformado los suministros de los piratas.

 ``Estoy totalmente seguro que encontramos dos barcos piratas'', dijo
 Clifford, agregando que los piratas probablemente fueron contratados
 como mercenarios para ayudar en la invasión de Curazao.

 Los exploradores encontraron aproximadamente 120 cañones de bronce
 de naves francesas que podrían tener un valor de varios millones de
 dólares. Algunos son tan gruesos que es imposible envolver los brazos
 alrededor de ellos. Cerca del ``Le Terrible'', aproximadamente 40
 cañones están apilados como troncos de árbol.

 La madera de las naves ``fue carcomida, pero todo lo demás está allí'',
 señaló.

 La mayoría de los objetos están a entre uno a siete metros de
 profundidad, mientras algunos de los cañones se encuentran sobre los
 arrecifes, justo bajo la superficie del agua.

 El desastre de Las Aves ocurrió cuando la flota fue atraída al sitio por
 tres barcos holandeses que dispararon sus cañones y provocaron una
 persecución que llevó a los franceses hacia los arrecifes en medio de la
 noche, dijo Kinkor.

 Las embarcaciones fijaron sus anclas para evitar ser arrastradas sobre
 los filosos arrecifes, pero no lograron resistir los embates de los fuertes
 vientos y el encrespado mar. Muchas hileras de ellas todavía son visibles.

 Los exploradores vieron algunos artefactos en una visita previa a la isla
 de Las Aves en marzo pasado, pero fue en está última expedición que
 confirmaron el hallazgo.

 El equipo de buzos incluyó a Maxwell Kennedy, hijo de Robert F.
 Kennedy, y los exploradores venezolanos Charles Brewer Carias, Pedro
 Mezquita y Eduardo Wallis.

 Algunos pescadores locales y buzos han visto los restos del naufragio
 durante años, pero éste fue el primer esfuerzo científico en localizar e
 identificar todas las naves, dice Brewer.

 Los exploradores, que no removieron ninguno de los artefactos, planean
 cabildear con el gobierno venezolano para que se conserve el sitio como
 un museo bajo el mar. Aseguraron que por lo menos un grupo de
 cazadores de tesoros de Florida obtuvo de las autoridades venezolanas
 un permiso para extraer y vender los objetos.

 El primer hallazgo de un naufragio pirata fue hecho por el propio Clifford
 en 1984, cuando encontró el buque ``Whydah'' en las afueras de la costa
 de Cape Cod, en Massachusetts.
 

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