El Comercio (Peru)
Marzo 30, 2001

Fueron operados en el hospital militar

                     Un emerretista que participó en la toma de la residencia japonesa y
                     otro que no llegó a ingresar fueron atendidos y operados en el
                     hospital militar, reveló uno de los testigos que estuvo presente en los preparativos de
                     esa acción. Documentos obtenidos por El Comercio también lo confirman.

                     El testigo narró que un mes antes del asalto a la sede diplomática fue traído herido a
                     Lima con otros dos emerretistas que también habían sufrido heridas de bala durante
                     un choque con la policía en la selva de Chachamayo.

                     El emerretista que ingresó a la residencia era conocido como "Huáscar" y tenía una
                     herida en su pierna derecha. El que no ingresó tenía el apelativo de "Arturo" y había
                     sido herido en el tobillo.

                     Según el testigo, los tres fueron hospedados por el médico veterinario Óscar Bernal
                     Torres en el local de la Asociación Mutualista de Técnicos y Suboficiales del Ejército
                     (Amutsep), en Prolongación Leticia 1042.

                     El inmueble consta de siete pisos. Sólo se permite el ingreso de personal militar o de
                     sus familiares. Un directivo dijo a El Comercio que en esa época la administración
                     estaba a cargo de un socio que ya se retiró.

                     El testigo señaló que en ese local ingresaron sin ningún problema, pese a que era
                     evidente que sus heridas eran de bala. Legalmente, todo hotel, hospital o clínica que
                     recibe a ese tipo de heridos debe reportar el hecho a la policía.

                     Allí estuvieron durante dos semanas. "Huáscar" y "Arturo" necesitaban ser operados,
                     pues sus heridas eran de consideración. El testigo dijo que ambos emerretistas
                     fueron llevados hasta el hospital militar, donde fueron operados por el comandante
                     EP Víctor Valladares Esquivel, quien era médico de ese nosocomio castrense. En
                     este caso tampoco se habría reportado el hecho a la policía.

                     Esta versión también fue refrendada en enero de 1999 por el médico Óscar Bernal
                     Torres cuando fue detenido por la Dincote de Chanchamayo.

                     Cuando los agentes le preguntaron al médico cómo había realizado las operaciones
                     a los dos emerretistas si él no era médico cirujano, Bernal contestó: "Yo solamente
                     coordiné haciendo las gestiones para las operaciones. Participé sólo en las
                     curaciones después de la operación, por cuyo motivo me gané mi comisión. Las
                     operaciones fueron hechas por un equipo de médicos encabezado por el doctor Víctor
                     Valladares Esquivel quien los condujo a un nosocomio".

                     Más adelante, Bernal declararía que se trataba del hospital militar. Lo mismo diría
                     César Luna Barrera "Arturo", uno de los dos emerretistas que fue operado por el
                     comandante Valladares, cuando también fue capturado en 1999. Luna no llegó a
                     ingresar a la residencia, pues no se recuperó a tiempo de su operación.

                     En efecto, este Diario confirmó que el doctor Víctor Valladares Esquivel tiene el grado
                     de comandante y trabaja en el hospital militar. Es cirujano, especialista en
                     traumatología. Ubicado por El Comercio dijo que no podía hacer declaración alguna
                     "mientras no lo autorice mi comando". No quiso comentar la acusación que se le
                     hacía. "Yo no he operado a ningún emerretista", se limitó a decir. Nuestro informante
                     dijo que otros compañeros suyos fueron atendidos en el hospital Loayza por una
                     enferma a la que identificó como Carmen Rodríguez.