El Nuevo Herald
Mar. 08, 2002

Perú llama a las milicias civiles

                      EFE
                      LIMA

                      Alrededor de 10,000 miembros de las milicias civiles, conocidas como ''rondas campesinas'', fueron
                      convocados ayer por el Ejército de Perú como apoyo para terminar con los últimos reductos de la
                      banda terrorista Sendero Luminoso, informó un portavoz militar.

                      El jefe de la segunda región militar, general Roberto Chiabra, aseguró, en declaraciones al diario
                      limeño El Comercio, que los ''ronderos'', como se conoce a los miembros de las milicias civiles, de
                      diversas zonas de los departamentos andinos de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica, al sureste de
                      Lima, se están empadronando en dependencias del Ejército.

                      Chiabra explicó que a los campesinos miembros de esos grupos de autodefensa comunal se les
                      entrena e instruye sobre vigilancia y enfrentamiento con grupos terroristas.

                      El alto oficial añadió que también se les revisa las escopetas que les fueron entregadas por el Ejército,
                      para su mantenimiento y reparación.

                      Las ''rondas campesinas'', que fueron un elemento importante en la lucha contra SL en los momentos
                      de apogeo de la banda, así como para la derrota política y militar de ésta, fueron armadas y
                      entrenadas por el Ejército.

                      Según informaciones oficiales, en la región andina se han detectado indicios de que ''senderistas''
                      estarían tratando de recomponer su organización y actividad, reducida al mínimo a partir de septiembre
                      de 1992 cuando fue capturado su fundador y cabecilla máximo, Abimael Guzmán, ''Presidente Gonzalo'',
                      y al menos diez de sus lugartenientes.

                      Chiabra comentó al diario que el problema de la subversión senderista no es preocupante en esa
                      zona, pero que ''hay que evitar que aumente'' y también evitar que los remanentes de esa agrupación
                      tengan libertad de acción.

                      Comentó que no todos los ''ronderos'' están armados con escopetas, porque se les entrega como
                      máximo 15 de ellas a cada grupo.