La Republica (Peru)
Martes 08 de Noviembre del 2005

No pensó en ser capturado

EXTRAÑO. La Interpol México reportó a su similar de Chile que Fujimori se dirigía a ese país. ¿Pero por qué no lo detuvieron en México si había una orden?
EXPLICACIÓN. Fujimori no bajó del avión privado que lo trajo de Japón. Es decir, no "pisó suelo mexicano" y las autoridades de ese país alegan que estaban impedidas de arrestarlo.

POSTURA OFICIAL • Prófugo Alberto Fujimori planeó atacar desde Chile, pero ahora está detenido. Gobierno de Ricardo Lagos toma previsiones para que salga lo más rápido de su país.
• Al mismo tiempo comenzó el proceso de extradición para traer al ex presidente a Lima.

Emilio Camacho.
Enviado especial a Santiago de Chile.

La reacción de los chilenos ante la presencia del prófugo Alberto Fujimori en Santiago es siempre la misma. En el metro, en los taxis y en las instituciones públicas, todos se repiten una pregunta: ¿A qué demonios vino Fujimori a Chile? Pero no solo son los ciudadanos comunes los que ven con recelo el arribo de Fujimori a Santiago. En el gobierno de Ricardo Lagos, las cosas son iguales. Lo que sí cambian son las reacciones que este hecho ha generado entre los personajes allegados a la Casa de la Moneda y al interior de los partidos que integran el gobierno de la Concertación.

Lo que está claro es que Alberto Fujimori escogió este país para desarrollar su campaña electoral, pretendiendo, una vez más, burlarse de la justicia peruana.

Para ello organizó con tiempo su viaje desde Tokio. El grupo, o los empresarios que lo protegen, puso el dinero para alquilar el avión, reservó una lujosa suite en el hotel Marriott, y montó dos equipos: uno de prensa y otro legal.

Fiel a su estilo calculador, Fujimori pretendió aprovechar el actual deterioro de las relaciones entre Perú y Chile, como consecuencia del diferendo marítimo. Lo que no calculó el ex presidente Fujimori es que iba a ser detenido el mismo día en que llegó a Santiago, según incluso lo confesó a un periodista japonés que lo acompañó en el viaje.

Impacto en Santiago

Desde que estalló la crisis se han registrado declaraciones que demuestran una división de criterios respecto de lo que se debió hacer antes y después del arribo del prófugo ex mandatario a Chile. Es conocida la posición formulada por la candidata presidencial Michelle Bachelet, miembro de la Concertación y el Partido Socialista (PS), sobre lo ocurrido en el aeropuerto Arturo Benítez cuando Fujimori puso pie en suelo chileno. Ni bien se enteró de la llegada, la candidata exigió a la Interpol que explique por qué no retuvo al ex presidente cuando tuvo ocasión de hacerlo. En esa misma línea, el senador Guido Girardi del PPD (que también forma parte de la Concertación) y el senador Ricardo Núñez (PS) pidieron declararlo persona no grata y expulsarlo.

De todas estas posturas ninguna prosperó. Por el contrario se impuso un criterio más bien legalista en La Moneda. La opinión del presidente Ricardo Lagos, de su vocero Oswaldo Puccio y del canciller Ignacio Walker inclinó la balanza a favor de la extradición como la única vía para salir de la crisis. La expulsión fue rechazada por el gobierno chileno debido a que temían una acción de amparo en contra de esta decisión. Fuentes consultadas por diarios como La Tercera y la Segunda señalan que el Ejecutivo chileno consideró inviable la expulsión pues este no habría cometido ninguna falta contra las leyes de extranjería al entrar a Chile.

También la retención, reclamada por Bachelet, fue evaluada por el gobierno de Lagos. Pero esta fue desestimada de inmediato: cuando se discutió, Fujimori ya se encontraba en el hotel Marriott y no se podía aplicar en su contra una iniciativa que solo funciona antes de que una persona cruce la línea de inmigración en los aeropuertos.

Prófugo quiere libertad

El ministro de la Corte Suprema de Chile, Orlando Alvarez, quien ordenó el arresto preventivo de Fujimori el último domingo, sostuvo que este podría permanecer detenido por más de dos meses, plazo de ley para la presentación de un cuadernillo de extradición. Pero en La Moneda ya tomaron las previsiones para que esto no ocurra. Diversos medios de Santiago recogen en sus versiones matutinas que Chile ha decidido tramitar la extradición de acuerdo al nuevo Sistema de Justicia Penal. Con este mecanismo basta con que Fujimori acepte volver al Perú para que proceda su traslado. Esto reduciría los plazos y dejaría en manos del prófugo su retorno. ¿Pero es capaz Fujimori de volver al Perú para hacerle frente a las 22 denuncias que pesan en su contra? Los hechos dicen que no. Su abogado defensor, Juan Carlos Osorio, pidió ayer que se le otorgue libertad condicional mientras se tramita su extradición. Ello a pesar de que no le correspondería un beneficio de esta naturaleza pues la única manera de que acuda a los tribunales es que permanezca bajo custodia. En tanto, Daniel Borobio, el publicista de la dictadura de Fujimori, fue visto en la Escuela de Gendarmería, según la TV. chilena.

Aliados en Santiago

Ahora solo queda esperar cuándo se confrontarán las partes en conflicto. El Estado ya ha tomado sus previsiones. Ateniéndose a una norma mapocha, el procurador para el caso Fujimori, Antonio Maldonado, acudió a la Fiscalía Nacional de Chile, en el número 1369 de la calle General Mackenna, para pedir que sea este organismo el que represente al Estado Peruano durante el trámite de la extradición de Fujimori. La propuesta fue aceptada, y, en este momento, un equipo de cuatro abogados de la Unidad Especializada en Cooperación Internacional y Extradiciones del Ministerio Público chileno estudia los fundamentos de la causa peruana. Integra este equipo la abogada María Eugenia Manaud, quien estuvo presente en la cita solicitada por Maldonado.

La fecha de la primera confrontación entre los representantes peruanos (todos chilenos) y la defensa de Fujimori debe ser confirmada hoy por las autoridades de la Corte Suprema.

Pizarro gana puntos

Tampoco le ha ido mal a la postura peruana en otros ámbitos. Luego de su arribo a Santiago, el ministro del Interior, Rómulo Pizarro, jefe de la comisión enviada por el gobierno para empujar el carro de la extradición de Fujimori, sostuvo una promisoria reunión con su homólogo chileno, en la Casa de La Moneda. Al término de la cita, el titular del Interior saludó el apoyo del gobierno chileno, encarnado por su Cancillería, en la detención de Fujimori. Pero las palabras del presidente Ricardo Lagos fueron más promisorias. "Ojalá que la situación con Fujimori no afecte las relaciones que deberíamos tener con Perú", señaló. Lo que dijo, Ignacio Walker, quien condenó la imprudencia de Fujimori por viajar a Santiago, en pleno impasse con Lima, terminó por coronar una faena aparentemente favorable a la comisión presidida por Pizarro.

El baile del Chino

El ministro del Interior, sin embargo, no ha conseguido convertirse en el centro de atención de esta trama. Alberto Fujimori, es quien hizo todos los disfuerzos posible por ganar cámaras. Y al parecer, logró su cometido al aparecer sonriente mientras era trasladado de la Escuela de Investigaciones hasta la Escuela de Gendarmería, ubicada en la calle Matta y que se dedica a instruir a los guardias que vigilan los centros penitenciarios de todo Chile.

Durante el traslado Fujimori saludó con la mano derecha al público y poco antes de subir a su vehículo sufrió un ligero resbalón. Su gesto cambió de inmediato, a una mueca seria y permanecerá así, seguramente, mientras la posición peruana siga ganando espacio.

 "Que sea expulsado"

El líder del Partido Socialista, Ricardo Núñez, partido que también forma parte de la Concertación, asumió una posición crítica. Consideró la presencia de ex presidente Alberto Fujimori como "una afrenta a la dignidad" de su país, razón por la cual pidió al gobierno del presidente Ricardo Lagos que lo declare "persona indeseable".

Indicó además que lo lógico hubiera sido que el prófugo ex presidente hubiera sido expulsado apenas arribó al aeropuerto internacional. Comparó a Fujimori con el dictador chileno Augusto Pinochet: "Su presencia enloda al continente".

Esteban Silva, ciudadano chileno y ex asesor del gobierno de Toledo, coincidió con la posición de Núñez en el sentido de que lo mejor hubiera sido expulsar a Fujimori. "Lo importante es que fue retenido y seguirá así hasta que se inicie la extradición", concluyó.

Ministros serán citados

Con la finalidad de solicitar la expulsión de Fujimori de Chile, los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso viajarán a ese país. Esta decisión fue adoptada ayer por dicho grupo de trabajo que preside Gustavo Pacheco.

También se acordó invitar en una próxima sesión al canciller Óscar Maúrtua, al ministro del Interior Rómulo Pizarro así como al procurador Antonio Maldonado, para que informen sobre la situación del ahora capturado ex dictador. La comisión asimismo estudiará la suspensión de los derechos ciudadanos de Fujimori a raíz de la declaración de su inhabilitación.

Un tercer acuerdo está referido a una protesta contra el gobierno de Japón por no haber dado cuenta del embarque de Fujimori y haber permitido además que este abandone Tokio sin problemas.

Análisis.

La estrategia de Fujimori

En los próximos meses la democracia peruana va a enfrentar un desafío de supervivencia a través de la confrontación con su enemigo principal: Alberto Fujimori. Para poder triunfar frente a esa amenaza es imperativo entender y calibrar con precisión la estrategia del ex dictador.

Aconsejo empezar asumiendo dos premisas: 1) Fujimori es un enemigo astuto y calculador a quien se debe enfrentar con la mayor seriedad, alerta y decisión; y, 2) aunque sea cómodo y reconfortante pensar en Fujimori como un cobarde, éste no lo es. Para Fujimori, lo que interesa en un conflicto es el resultado, y los conceptos de valentía o cobardía se subordinan a ese fin. Si lo práctico es retirarse y correr, lo hará sin problemas éticos o estéticos. Si, por lo contrario, una maniobra imprevista requiere audacia y un cierto nivel de riesgo, el ex dictador la emprenderá siempre y cuando el resultado potencial sea promisorio.

Su estrategia está configurada por los siguientes términos y obstáculos: 1) La limitación de tiempo por el inminente inicio de la campaña. Fujimori debe haber logrado inscribir su candidatura presidencial el 9 de enero para poder intervenir en las elecciones; 2) la inhabilitación legal y los graves cargos que enfrenta en el poder judicial. Fujimori tiene que haber doblegado lo segundo antes de que se cumpla lo primero. Dispone de poco tiempo.

Sus alternativas prácticas son: una variación del "votar por Cámpora para elegir a Perón", en la que Fujimori intervenga activamente en la campaña con un piquichón designado para burlar el proceso; o subvertir el cronograma y el proceso electorales y forzar uno nuevo bajo sus términos.

Como es obvio, una estrategia así implica forzar, torcer y hasta fracturar el sistema legal. Requiere crear situaciones de conmoción, de desorden y de intimidante presión en las calles; mientras se coacta o soborna a las autoridades judiciales y electorales, para forzar su inscripción y su impunidad. Es una tarea que el fujimorismo intentará realizar con su complemento perverso: el humalismo y con alguna otra complicidad.

El eje de acción del fujimorismo será la guerra psicológica, cuyo primer movimiento ha sido el gambito chileno. Será una campaña con muchos medios y con poderosos cómplices, organizada en una red medio clandestina que continuará emergiendo paulatinamente, o se sombreará si le va mal.

¿Qué hacer frente a ellos? ¡Vencerlos! Lo hicimos el año dos mil luchando cuesta arriba. Ahora hay que despercudirse, concentrarse, preverlos, luchar y no parar hasta vencer.

Gustavo Gorriti.
Codirector de La República