El Comercio (Peru)
19 de febrero de 2002

Ratifican 20 años de prisión a Berenson


La Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema confirmó ayer los 20 años de prisión impuestos en segunda instancia a la estadounidense Lori Berenson Mejía, bajo el cargo de terrorismo en la modalidad de colaboración en agravio del Estado.

El alto tribunal de justicia, presidido por el vocal supremo Guillermo Cabala Rossand, emitió la sentencia final por mayoría de votos (cuatro contra uno). Precisamente el voto discrepante fue de dicho magistrado, quien consideró que se debería rebajar la pena impuesta a la sentenciada a solo 15 años de cárcel.

Los jueces supremos también ratificaron los 100 mil soles que Lori Berenson Mejía deberá pagar como reparación civil en favor del Estado.

La defensa de Berenson no descartó que más adelante se iniciase los trámites para lograr el indulto de su patrocinada a fin de que pueda regresar a su país. En ese sentido, el abogado José Sandoval precisó que la familia Berenson se encuentra a la espera de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronuncie sobre el particular.

Berenson fue capturada a fines de noviembre de 1995, en el centro de operaciones que tenía el MRTA, en Surco, al lado de algunos cabecillas de ese movimiento terrorista, entre ellos Miguel Rincón Rincón y el panameño Pacífico Castrillón.

Durante la presentación de los miembros del MRTA en la Dincote de esa época, Berenson Mejía confesó públicamente su apoyo en favor de las acciones terroristas de dicha organización delictiva.

La estadounidense fue al Congreso de la República acompañada por Nancy Gilvonio Conde, a fin de conocer a cada uno de los parlamentarios, especialmente oficialistas, a quienes la cúpula del MRTA planeaba secuestrar para exigir a cambio la libertad de sus líderes y cabecillas presos en esos momentos, entre los que se encontraba Víctor Polay Campos.

Los planes del MRTA fracasaron porque miembros de la Dincote descubrieron el escondite de los cabecillas donde habían reunido a un grupo de jóvenes provincianos para utilizarlos en la incursión al Parlamento.