El Nuevo Herald
Sep. 13, 2002

Abimael Guzmán cumple 10 años preso

  Agence France Presse
  LIMA

  El fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, cumplió ayer 10 años en prisión perpetua en una cárcel naval de Lima mientras sus últimos seguidores
  tratan de reactivar con poco éxito esa agrupación maoísta en zonas focalizadas de la región amazónica peruana.

  De los casi 7,000 hombres armados que tuvo en su época de mayor apogeo, en la década de 1980, Sendero ahora tiene no más de 300 hombres mal
  armados que se encuentran replegados en zonas alejadas de la selva central peruana, según coinciden fuentes militares y expertos en violencia política.

  Pese a ello, el senderismo logró consumar en marzo pasado un atentado con coche bomba a pocos metros de la embajada de Estados Unidos en Lima que
  mató a 10 personas, hirió a otras 30 y dejó cuantiosos daños materiales, tres días antes de la visita del presidente George W. Bush.

  Este antecedente obligó a las autoridades del gobierno a declarar en alerta relativa a las fuerzas policiales ante la eventualidad de algún ataque
  senderista en la capital o en otras ciudades, al cumplirse un nuevo aniversario de la prisión de Guzmán, a quien sus partidarios aún llaman ``presidente
  Gonzalo''.

  El atentado de marzo sorprendió a los peruanos que consideraban que la violencia política era cosa del pasado.

  La debacle de la organización, que tuvo en vilo a los peruanos desde 1980 en que insurgió en los Andes del sudeste del país, comenzó la noche del 12 de
  septiembre de 1992 cuando un grupo de agentes de inteligencia de la Policía irrumpió en una vivienda de un distrito residencial de Lima y encontró a
  Guzmán y a todo su estado mayor.

  Hasta ese momento, Sendero era visto como un peligro latente que ponía en riesgo la estabilidad de la democracia en Perú, un país que vivía en
  sobresalto en medio de atentados perpetrados en la costa, los Andes y la región amazónica.

  La organización vertical del senderismo que tenía como figura central a Guzmán permitió el descalabro de la organización terrorista que se reduce ahora a
  ''remanentes'' que se encuentran casi cercados en bolsones en la región amazónica con poca capacidad de acción, según las autoridades peruanas.

  Guzmán está preso en una prisión fortificada dentro de la base de la marina de guerra en El Callao, al igual que su compañera Elena Iparraguirre,
  ''camarada Miriam'', y otros líderes senderistas.