El ex coronel responde a reconciliación propuesta por el líder sandinista

 Agence France Presse
 MANAGUA

 El ex coronel Anastasio Somoza Portocarrero, quien hubiera sido el sucesor dinástico de la dictadura que encabezó su padre, Anastasio Somoza Debayle, en
 Nicaragua, declaró ayer su disposición de abrazarse con su antiguo enemigo político, el ex presidente y actual candidato presidencial sandinista Daniel Ortega.

 "No dar la posibilidad de reconciliación es el peor de los crímenes y él [Ortega] ha dado esa oportunidad. Y si es necesario que nos demos la mano, yo con mucho
 gusto le daría la mano; y no sólo un apretón de manos, sino un abrazo cristiano'', dijo Somoza al diario La Prensa.

 Somoza, conocido como el ``Chigüin'' (niño), se refirió a declaraciones de Ortega en las que éste pidió perdón al pueblo por errores cometidos por el gobierno sandinista que él encabezó (1979-1990), solicitud que hizo extensiva a sus antiguos enemigos políticos, los Somoza.

 "Las palabras del ex presidente Ortega son palabras que alientan a mucha gente a pensar que él ha reconsiderado mucho la posición del sandinismo, y que encabeza un nuevo sandinismo que quiere dejar atrás los errores del pasado'', afirmó Somoza Portocarrero, quien se exilió en Guatemala tras el triunfo sandinista.

 "Son palabras muy conciliadoras, que tomaron mucho coraje poderlas pronunciar. Son muy alentadoras porque demuestran que él, aún en un año de elección, tiene el interés de que haya reconciliación verdadera entre todos los nicaragüenses'', abundó Somoza Portocarrero.

 El mensaje conciliador de Ortega contrastó con la posición expresada en marzo del 2000, cuando prometió públicamente ``recibir a balazos'' a Somoza ante las
 supuestas intenciones que éste tenía de visitar el país.

                                 © 2001 El Nuevo Herald