El Mundo
Marzo 10, 1961, p. 1

Llevado W. Morgan a Juicio

Para él y Jesús Carreras Piden Pena de Muerte

Por
José Sergio Velázquez
De la Redacción de El Mundo

A las ocho y cuatro minutos de la noche de ayer fueron presentados los comandantes William A. Mogan y Jesús Carreras Zayas y once procesados más, ante el tribunal revolucionario que funciona en La Cabaña para ser juzgados por varios delitos contra los poderes del Estado.

El comandante Morgan fue el primero en llegar a la sala de juicio, seguido por el comandante Carreras y por el resto de los acusados, escoltados por miembros del Ejército Rebelde y de la Milicia Nacional Revolucionaria.

Antes de iniciarse la sesión, el presidente del tribunal, capitán Jorge Robraño Marieges, autorizó a los abogados defensores a que cambiaran impresiones con los acusados.

Durante media hora los doctores Jorge Luis Carro, defensor de Morgan; Edilberto Marbán, defensor de Carreras y el abogado de oficio, alférez Humberto Fernández Martínez, conferenciaron con sus representados.

Comienza el juicio

Al iniciarse la vista el tribunal dió la palabra al teniente fiscal del Tribunal Supremo, doctor Fernando Luis Florez Ibarra para que presentara sus conclusiones provisionales.

El representante del Ministerio Público, al solicitar la última pena para los comandantes Morgan y Careras y sanción de treinta años de prisión para el resto de los encartados explicó que hacía su petición, basándose en los hechos y razonamientos, que a continuación reproducimos.

"Un día del mes de septiembre de 1960 el acusado William A. Morgan Endworth, reunió en una habitación de su casa a los miembros de su escolta personal, expresándoles tajantemente que él había decidido alzarse contra el Gobierno Revolucionario y que tenía la seguridad de que todos le seguirían, amenazando con matar al que no lo hiciera. Todos los presentes aceptaon, incluso el teniente del Ejército Rebelde Manuel Cisneros Castro y el sargento del ER Rubén Domínguez Solís que simularon estar de acuerdo y denunciaron el hecho a las autoridades correspondientes; recibiendo órdenes de participar como infiltrados en los planes contrarrevolucionarios del acusado Morgan y sus compañeros. Desde entonces se intensificaron las actividades contrarrevolucionarias de los complotados y se tomó como base el Departamento de Repoblación Fluvial al frente del cual estaba el acusado Morgan, aprovechando para nombrar en dicho Departamento a los complotados, utilizarlo como Centro de reuniones así como los vehículos allí existentes donde se llevaron armas a la Sierra del Escambray. Los complotados tenían contactos con la Embajada Americana así como con elementos que estaban alzados, entre otros con Plinio Prieto y Sinesio Walsh que se encontraban en el Escambray. En los primeros días del mes de octubre de 1960 se envió a las lomas del Escambray un gran cargamento de armas, entre las cuales había una ametralladora Calibre 50 y otra Calibre 30 que habían sido conseguidas por Olga Rodríguez, esposa de Morgan y muy activa en el grupo. Posteriormente se envía por el acusado Morgan otro embarque, consistente en fusiles, ametralladoras, Garands, M-1, San Cristóbal, granadas de mano y antitanques. La casa de Morgan sirvió de albergue a distintos alzados del Escambray entre ellos al ex teniente Joaquín Castellanos.

Era segundo jefe del grupo el ex comandante Jesús Carreras Zayas, muy vinculado a Morgan con quien elaboró y llevó a cabo los planes de alzamiento. El ex capitán Onofre Pérez, que era jefe de la escolta personal de Morgan, participó en los traslados de armas al Escambray en unión de Olga Rodríguez y del ex teniente Roberto González Pérez, utilizando el auto de Morgan unas veces y los camiones de Agricultura otras. Eran miembros del grupo Carlos Pedro Osorio Franco (a) "El Mejicano", y Edmundo Amado Consuegra, estos últimos hace meses se apoderaron de una avioneta que se llevaron a México, regresando y siendo detenidos, más tarde fueron puestos en libertad por gestiones de Morgan. Los dos participaron activamente en todas las actividades mencionadas. El acusado Roberto Rodríguez Gómez, miembro del grupo, era contacto con los alzados del Escambray. También intervinieron en los hechos activamente, participando en las reuniones y en el movimiento de armas los acusados Carlos González Leiva, Raúl Oliva Domínguez, Manuel Pérez Chaviano, Cándido Roldán Cruz, Juan Rodríguez, este último, primo de la esposa de Morgan. Otro de los miembros del E.R. que pudo ser captado por Morgan y Carreras lo fue el acusado Mario Marín, que en múltiples ocasiones llevó parque calire 30.06 en paquetes de regalo a la casa de Morgan. El acusado Marín no pudo ser capturado en los días en que se detuvieron a los otros, ya que pudo darse a la fuga siendo detenido recientemente. En la casa del comandante Morgan se ocuparon entre otras cosas, planos del Escambray, una carta estratégica de la provincia de Las Villas con indicaciones de lugares o zonas del sur de aquella región confeccionadas por él. Los acusados antes mencionados son elementos aventureros, que se opusieron al tirano no porque fueran revolucionarios sino porque aspiraban a suplantarlo y al darse cuenta que en la Revolución no había lugar para aprovechados, terminaron traicionándola ejecutando todos los hechos referidos para promover un alzamiento armado contra el Gobierno Revolucionario, derrocarlo y establecer un régimen al estilo de los anteriores que les permitía satisfacer sus bastardas ambiciones.

Declara Morgan

El abogado del comandante Morgan, antes de que el procesado comenzara su declaración, solicitó del tribunal que se designara un intérprete, dado el poco dominio que aquél tiene del español, siendo designado un miembro de la Policía Naciona Revolucionaria de la Sección de Tránsito.

Morgan, a preguntas del fiscal y de su abogado, negó que hubiera conspirado contra el gobierno revolucionario.

Expresó que las armas que ocuparon en su casa las tenía por su condición de aorado y que muchos de los que detuvieron en su domicilio , eran compañeros de lucha del Escambray o subalternos suyos en el Departamento de Repoblación Fluvial, donde era jefe.

Interrogado por varios miembros del tribunal, expuso que no tuvo relaciones después del triunfo de la Revolución, con Plinio Prieto y Sinesio Walsh, fusilados en Santa Clara, hace unos meses, por encabezar un grupo de contrarrevolucionarios que en las montañas de Las Villas se alzaron en armas, siendo apresados por miembros de las milicias obreras y campesinas de aquella región.

Sostuvo, que en ningún momento, después que adquirió la ciudadanía cubana, visitó la Embajada de Estados Unidos, ní mantuvo ningún género de tratamiento con el personal diplomático de su patria de origen.

El Comandante Carreras

El comandante Carreras, que estaba destacado en el ministerio de Agricultura, al frente de un departamento, declaró que conocía a Morgan, que juntos lucharon en la Sierra del Escambray, pero que hacía mucho tiempo que no visitaba la casa de aquél; agregando, que nada supo de la conspiración que se le imputaba hasta ser interrogado por sus aprehensores.

Niegan los Cargos

A excepción de Mario Marín, quien el día tres de febrero fue capturado en las lomas de Trinidad, alzado en armas contra el gobierno, el resto de los procesados negó los cargos.

Acusa Marín

Declaró Marín que el día 3 de febrero fue hecho prisionero en la lomas de Trinidad, donde se encontraba alzado en armas contra el gobierno de la revolución.

Díjo, que al enterarse de la detención de Morgan, con quien trabajaba como chofer en el Departamento de Repoblación Fluvial, desertó del ejército, marchando a Triidad.

Aclaró que, en dos ocasiones desde la casa de Morgan enviaron armas y parque al los alzados del Escambray; al grupo de Edel Montiel y [Joaquín] Membibre, ya que Morgan, por cuestiones personales, había roto, desde meses atrás, con Plinio Prieto y Sinesio Walsh.

El comandante Carreras, afirmó, era visitante habitual de la casa de Morgan, a la que concurrían, para conspirar contra el gobierno la mayoría de los acusados con él.

A instancia del fiscal el procesado Marín fue señalando directamente a los procesados que conspiraban con él, que reclutaban contrarevolucionarios y que enviaban armas, balas y objetos de guerra a los contados alzados del Escambray.

Marín, señalando a los procesados Osorio Franco, Amado Consuegra, Castellanos Pérez, Pérez Chaviano, Oliva y Oramas Pérez, afirmó que no los conocía como conspiradores, pero si a los demás, con los que estaba comprometido a alzarse, en los días comprendidos entre el veinte y el veinticinco del pasado octubre.

Precisó, que en una ocasión había conducido un camión con dos cajas de balas y diecisiete fusiles a Cumanayagua, para entregarlas a los contrarrevolucionarios habiéndolas cargado en casa de Morgan, tarea en la que lo ayudaron algunos de los procesados.

Reiteró, que desde el día 20 de noviembre se encontraba en las lomas de Trinidad, alzado, para combatir el gobierno, pero que, en realidad, no sabía por lo que lo había hecho.

La Señora de Morgan

La señora Olga María Rodríguez Fariñas, que aparece procesada en rebeldía, esposa del comandante Morgan, no fue presentada al tribunal, por encontrarse exilada.

Petición de Treinta Años

Los encausados con el comandante Morgan, para los que el fiscal solicita sanción de treinta años de prisión son, Onofre Pérez Hernández, Roberto González Pérez, Carlos Pedro Ossorio Franco, Edmundo Amado Consuegra, Carlos González Lima, Joaquín Castellanos Pérez, Raúl Cristóbal Oramas Pérez, Raúl Oliva Domínguez, Cándido Roldán Cruz, Manuel Pérez Chaviano y Mario Marín.

Continúa hoy

Al surgir una cuestión de incompatibilidad en la defensa, planteada por el abogado de oficio, el tribunal acordó suspender el juicio, para continuarlo hoy a las nueve de la mañana.

Testigos

Los testigos principales, propuestos por el fiscal, declararán en la vista de hoy.

Ultimas Penas

El fiscal solicitó la sanción máxima para los procesados Julio Antonio Gómez Madam, Joge Luis Rodríguez González y José Rey Castro, juzgados por varios delitos contrarrevolucionarios.

Los acusados, de acuerdo con las manifestaciones de sus captores y de los testigos, ocupaban un apartamento alquilado por Alberto López González, que se encuentra exilado en Honduras, prófugo de la justicia revolucionaria, usando la casa para celebrar reuniones subversivas y almacenar materiales explosivos.

En dicho apartamento, situado en la calle 8 número 58, en Marianao, la policía halló varios detonadores, un pomo conteniendo nitroglicerina, azufre, cuchillos comando y otros útiles de guerra y para fabricar bombas.

El tribunal dejó el juicio concluso para sentencia, esperándose que el fallo se conozca hoy.

Sanción Máxima

El consejo acordó imponer la sanción máxima a Anastasio Rojas Eirea, juzgado con Ricardo Vázquez Pérez, Gustavo A. de los Reyes García y Roberto Pous.

Para los tres últimos el fiscal solicitó pena de treinta años de prisión.

Rojas fue sorprendido en un automóvil transportando dos bloques de dinamita gelatinosa, cuatro detonadores, pilas eléctricas, una pistola y varios peines cargados.

Vázquez Reyes, García y Mendoza, integraban un grupo contrarrevolucionario, que se dedicaba a perpetrar hechos terroristas, en los barrios extremos de la capital.

A Reyes García le ocuparon siete mil pesos en moneda nacional y mil en dólares, cuya procedencia no pudo aclarar.

Al cerar esta edición, el tribunal de apelación conocerá del recurso interpuesto de oficio, a favor del procesado Rojas.