El Nuevo Herald
20 de septiembre de 2000

Concurrido entierro del disidente Yánez Pelletier

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Más de 200 personas, entre ellas reconocidas figuras de la disidencia interna,
asistieron ayer a los funerales del veterano disidente Jesús Yánez Pelletier,
sepultado en el Cementerio Colón de La Habana bajo fuerte vigilancia policial.

El cortejo fúnebre salió a las 11:00 a.m. de la céntrica funeraria de Calzada y K,
en El Vedado, seguida por unos 12 autos y dos pequeños autobuses con
familiares, amigos y miembros del movimiento opositor cubano.

Según testimonios de participantes, las exequias transcurrieron sin incidentes
pero con notoria presencia policial. Unos 20 agentes del Ministerio del Interior,
vestidos de civil, bordearon la capilla del cementerio donde se reunieron los
dolientes para el servicio religioso.

En la caravana que se trasladó desde la funeraria al cementerio se incorporó un
auto LADA, en el que viajaban cuatro agentes policiales, de acuerdo con
testigos del funeral.

Yánez Pelletier falleció el lunes a la edad de 83 años, víctima de un ataque
cardíaco.

La familia evitó que se leyeran discursos en la ceremonia fúnebre para evitar
enfrentamientos con las autoridades. Su hijo Jesús Gregorio Yánez tuvo a su
cargo unas palabras en nombre de la familia, en las cuales destacó que su
padre "había sido consecuente con sus ideas". "A pesar del absoluto silencio
oficial, la muerte de Yánez Pelletier se conoció en todo el país", señaló desde
La Habana el periodista independiente Raúl Rivero. "Hasta esta madrugada
llegaron dos personas procedentes de Bayamo [ciudad de la zona oriental de
Cuba] para asistir a los funerales".

Líderes y agrupaciones de la disidencia entregaron a los familiares un
documento en el que reconocen la contribución de Yánez Pelletier a la causa
cubana.

"Quienes en los últimos años hemos estado cerca de él nos quedamos con el
tesoro de su cordialidad, su simpatía y optimismo. Nos quedamos también con
su lección humana de respeto a los semejantes y su tránsito sin odios ni
resentimientos estériles", indica el texto, firmado por unos 60 opositores y
periodistas independientes.

Considerado una personalidad legendaria del movimiento disidente cubano,
Yánez Pelletier era al morir vicepresidente del Comité Cubano Pro Derechos
Humanos, fundado en 1987. Su celebridad histórica se generó cuando, siendo
supervisor militar de la prisión de Boniato, en la provincia de Oriente, denunció
un plan urdido para eliminar al entonces prisionero Fidel Castro, poco después
del asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953.

Tras guardar prisión durante 11 años, salió en libertad en 1971 y se vinculó al
naciente activismo de derechos humanos. Las autoridades cubanas le negaron
siempre el derecho a viajar fuera de la isla. Este año había recibido visa para
visitar Estados Unidos, pero el régimen no le concedió el debido permiso de
salida. Lo sobreviven tres hijos y su esposa, Marieta Menéndez.