Proceso (Mexico)
19 de febrero de 2004

Guerra sucia: Lamentan que López Portillo eludiera responsabilidades

gloria leticia díaz/ apro

 * Vejez y enfermedades imposibilitaron que el expresidente rindiera cuentas

México, D.F., 17 de febrero (apro).- Poco antes de conocerse el deceso de José López Portillo, Julio Mata Montiel, de la Afadem, lamentó que, a dos años de la creación de la fiscalía especial, el expresidente no hubiese sido interrogado por las desapariciones de personas a manos de órganos del Estado durante su sexenio, entre 1976 y 1982.

En tanto, Mario Ramírez Salas, director de Atención y Vinculación Ciudadana de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), reconoció que esa oficina de la PGR “aún no fincaba responsabilidades contra López Portillo”.

En entrevistas por separado, coincidieron en que la dilación en las investigaciones sobre crímenes de lesa humanidad cometidos durante finales de los sesentas y mediados de los ochenta, ha provocado que personajes que pudieran estar involucrados no puedan ser llamados a cuentas, por su vejez y crecientes enfermedades.

Mata Montiel, secretario ejecutivo de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a Derechos Humanos (Afadem), estimó que en el sexenio de López Portillo “por lo menos fueron detenidas y desaparecidas cien personas”, la mayoría relacionadas con la Liga Comunista 26 de Septiembre.

De acuerdo con los expedientes de Afadem, de 1967 a 1985 se tienen reportes de 800 casos de desapariciones forzadas, hechos que ocurrieron durante las gestiones de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Alvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid.

“Durante los gobiernos de Díaz Ordaz y Echeverría, la represión se dio contra los grupos armados creados por Arturo Gámiz y Genaro Vázquez, a finales de los sesenta, y después siguió contra los partidos de los Pobres (Pdlp) y Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (Procup), en Guerrero, donde la represión fue masiva.

“Con López Portillo fue otra la dinámica, todo fue más selectivo, aunque no por ello menos brutal, en particular contra guerrilleros de la Liga en Sinaloa y Chihuahua, el Procup y el Ejército de Liberación Nacional”, explicó Montiel.

Hasta ahora, las denuncias presentadas a la Femospp correspondientes a esos años; “no señalan a López Portillo en específico como autor intelectual de las desapariciones, pero se dejaba abierta la posibilidad en las quejas, por lo que debió ser llamado a cuentas”.

Calificó de irresponsables” a la PGR y la Femospp, porque “ni siquiera se llegó a mencionar” a López Portillo como testigo de los hechos.

“Se nota que desde el Ministerio Público federal se sigue protegiendo a las viejas estructuras porque no llevan a fondo las investigaciones; nosotros hicimos una denuncia en general, pero al MP le tocaba hacer los señalamientos de manera individual, y como vemos que no hay señalamientos contra personajes como los expresidentes, consideramos que el MP no está fungiendo a favor de la sociedad”, abundó.

Recordó que Graciela Mijares, compañera de Ignacio Salas Obregón, fundador de la Liga Comunista 23 de Septiembre, pidió se llamara a declarar a Luis Echeverría Alvarez por la desaparición de Salas, pero la Femospp declaró que esa era una petición infundada.

De igual forma, la Femospp exigió a Mijares que proporcionara los domicilios de los policías que presuntamente detuvieron a Salas para enviarles citatorios, hechos “que denotan la protección a los verdugos”.

El director de Atención y Vinculación Ciudadana de la Femospp, Mario Ramírez Salas, destacó que de las 400 denuncias por desaparición forzada que sigue la oficina de la PGR, no hay casos “que apuntaran directamente contra López Portillo, por lo que nunca se le llamó”.

Ramírez Salas, exmiembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, admitió que es “desesperante” que presuntos responsables o testigos importantes de los hechos ocurridos durante la guerra sucia estén muriendo por su avanzada edad.

“Lamentablemente esa es la tendencia (de que mueran antes de ser interrogados o llevados a juicio); con (Isidro) Galeana (involucrado en la desaparición de un maestro guerrerense) ocurrió que cuando se le tomó su declaración cinco meses antes de su muerte, ya estaba muy enfermo, y la diligencia se tuvo que suspender”.

Hasta ahora, la Femospp aún no fincaba responsabilidades contra el exmandatario ni preveía llamarlo como testigo.

Ramírez Salas reconoció que durante el sexenio de López Portillo, la organización armada más reprimida fue la Liga Comunista 23 de Septiembre, organización a la que perteneció.

“Durante esa época la forma de operar de la Brigada Blanca era de infiltración, se detectaban células y se atacaban hasta su erradicación; durante el sexenio de López Portillo se dio el secuestro de Garza Sada y la escisión interna de la Liga, por la radicalización de un núcleo importante que determinó enfrentar a cuerpos policiacos; el Estado respondió con una violencia brutal, pero a través de la infiltración en varias células, de manera que la Brigada Blanca se lanza contra grupos ya identificados para liquidarlos”.

El funcionario lamentó que el deceso de los presuntos implicados sea un factor en contra para el esclarecimiento de los crímenes de la guerra sucia, “pero es algo irremediable”.