Proceso
13 de septiembre de 1982

“La colina del perro”

* “Los detalles de la fortaleza”

México, D.F., 17 de febrero (apro).- A punto de terminar su sexenio, José López Portillo se vio envuelto en el escándalo luego que Proceso reveló que el entonces presidente de la República estaba destinando millonarias cantidades de dinero en la construcción de mansiones para él y su familia, que a la postre el conjunto sería bautizado popularmente como “la colina del perro”.

El 13 de septiembre de 1982, en su edición 306, Proceso publicó los detalles de la fortaleza. A continuación reproducimos el reportaje escrito en aquel entonces por Guillermo Correa:

Ante el asombro de sus compañeros legisladores y motivado por lo que "es un decir muy generalizado", Carlos Sánchez Cárdenas, representante del PSUM en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, pidió, el 26 de agosto pasado, que "el presidente López Portillo explique al pueblo de México el porqué se están utilizando miles de millones de pesos en la edificación de mansiones para él y su familia, utilizado recursos del gobierno federal".

El diputado del Partido Socialista Unificado de México precisó públicamente que "en Cuajimalpa, lugar donde se construyen las mansiones, fue instalada una subestación eléctrica que bien podría abastecer de luz a todo un poblado de mediana dimensión", e insistió en que según la voz popular, "esas obras, que requieren de fuertes gastos, se han construido por cuenta del gobierno federal".

Sánchez Cárdenas aclaró: "No estoy acusando, no estoy denunciando; estoy solicitando simplemente aquí información..."

Seis días más tarde, el presidente López Portillo precisó en su último informe: "... nunca sacrifiqué la sustancia a la forma, salgo y saldré con las manos limpias de sangre y de recursos mal habidos...".

Proceso investigó: custodiadas por "soldados" –aseguran vecinos y trabajadores– cuatro mansiones y una biblioteca surgen en la colina de Lomas de Vista Hermosa dentro de la zona de Bosques de las Lomas, en la delegación de Cuajimalpa. Tipo hacienda, la más acabada semeja una fortaleza amurallada de la época medieval, desde donde se domina todo el Distrito Federal.

Situado en la delegación de Cuajimalpa, el conjunto se advierte desde la carretera a Toluca y se hace visible en su totalidad frente a las instalaciones de la Comisión Nacional de Fruticultura (Conafrut), precisamente en el kilómetro 13.5 y a la altura de la Cooperativa de Palo Alto.

De color rojo ladrillo, la mansión principal, especie de alcázar, abunda en arcos de punto y, a través de sus ventanas, permite asegurar que contará con no menos de 20 habitaciones. A un costado, el derecho, por la calle Loma del Recuerdo, un grupo de uniformados vigila desde una tienda de campaña color verde olivo. La obra, de hecho, es inaccesible para extraños, ya que además, está rodeada por una cerca de alambre, cuyo único acceso da al Instituto Cumbres.

Las otras mansiones, de colores amarillo, rosa y una todavía en obra negra, son de estilo diferente, que van del campestre al modernista. Todas destacan por su calidad: ventanales tipo colonial, techo de dos aguas, a la usanza californiana; numerosas chimeneas y un gran mirador. Lo que se dice será biblioteca se caracteriza por su forma circular.

Son las obras a las que se refirió el diputado pesumista, y el terreno donde se ubican las cinco construcciones tiene una superficie cercana a los cien mil metros cuadrados, aunque la construcción total aproximada es de unos 13 mil metros cuadrados.

Los vecinos del lugar aseguran que la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP) está construyendo los accesos, entre los cuales se encuentran un paso a desnivel sobre la carretera a Toluca, vías rápidas de comunicación, alimentación de agua potable y drenaje.

Según estos informes, el trabajo de obra pública es de la mejor calidad (por mencionar un ejemplo, la tubería de agua potable es de 20 pulgadas) y tiene un costo aproximado de mil 500 millones de pesos, incluyendo terracerías y terraplenes que se han hecho dentro de la propiedad.)

El misterio que se guarda sobre la propiedad de las mansiones ha dado lugar entre los vecinos y trabajadores a especulaciones, que aumentan ante el hermetismo de las autoridades de Cuajimalpa para informar quiénes serán los futuros moradores de las casas.

La realidad es que su existencia se conoce en todo el país, lo que ha provocado que diferentes organizaciones apoyen la petición de Carlos Sánchez Cárdenas, a fin de que se informe a la nación a quién o quiénes pertenecen las mansiones. Lo han pedido así Eugenio Clariond Reyes, dirigente de la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León, la Unión de Colonos de Cuajimalpa y el Centro de Estudios Agrarios.

La familia Orta Bautista, que tiene más de cinco años cuidando un terreno que está a un costado de las obras, explica que los trabajos se iniciaron en febrero del año pasado. "Primero decían que eran de Cantinflas, pero luego nos dimos cuenta que son del presidente, porque vienen muy seguido su esposa y su hijo. Además, los que cuidan no son policías, sino soldados".

Las versiones coinciden: Pablo Rodríguez y Germán Fuentes, trabajadores en las obras, afirman: "Doña Carmen Romano ha venido a ver los trabajos y, según los ingenieros, las casas serán, una para el presidente López Portillo, otras dos para cada una de sus hijas, y la otra para José Ramón, el hijo".

Otros vecinos aseguran que el terreno fue vendido en 1980, por el señor José Martínez Castro, y que el encargado de la construcción es el arquitecto Francisco Gaya, quien ha construido para la Secretaría de Hacienda desde hace 10 años y es propietario, además, de la compañía constructora.

Sin embargo, ni el Colegio de Arquitectos ni la Sociedad Mexicana de Ingenieros y Arquitectos registra como socio al supuesto constructor.
 
 

Para la Unión de Colonos de Cuajimalpa las obras deben explicarse, principalmente porque las tierras de la delegación han sido blanco de las ambiciones de los fraccionadores, que lucran con su uso. "Han logrado contar –dicen– con la participación clandestina de funcionarios corruptos del actual gobierno del Departamento del Distrito Federal, aprovechando su peso por los cargos que desempeñan en todos los niveles de la actual administración".
 
 

Los representantes de la unión explican, por ejemplo, que desde 1967 se constituyó el Fraccionamiento de las Lomas SA, el cual ha invadido alrededor de dos millones de metros cuadrados, entre los cuales se encuentran terrenos de la delegación de Cuajimalpa.
 
 

"En 1980, la misma sociedad se apropió, mediante un precio ridículo, de un millón 500 mil metros cuadrados más que disponen, así, de Loma Larga, que se encuentra en el kilómetro 16 de la carretera México-Toluca, frente a la colonia Vista Hermosa, donde también abundan colegios jesuitas.

"Luego planearon hacer una universidad a esa misma altura, y de la misma forma proyectan hacer ejes viales con apoyo de la Junta de Vecinos que encabezó el arquitecto Martínez Carrillo, que les cayó como del cielo. Se ha afectado así a colonias populares como El Yaqui, Memetla, Contadero, Lomas del Chamizal, Navidad, San José de los Cedros y la cabecera de Cuajimalpa."

La Unión de Colonos de Cuajimalpa reprocha también que, lo más grave, es que "la compra barata de la tierra se aprovecha no para los habitantes de las diferentes colonias, integradas por campesinos y trabajadores, sino para influyentes, funcionarios y parientes de éstos, que desplazan cada vez más a las clases populares hacia la marginación, sin siquiera resolver su problema habitacional... en las zonas residenciales se cuenta con todos los servicios urbanos, mientras que las colonias proletarias no cuentan con presupuesto ni autorizaciones".

Al respecto, la contradicción social que se da en la delegación de Cuajimalpa se hizo evidente durante la reunión anual de la Junta de Vecinos que encabezó, el jueves pasado, el secretario "A" del DDF, Manuel Gurría, al que se le denunció que en la colonia El Ocote tienen cinco años de esperar la regularización de sus tierras; los habitantes del Yaqui precisaron que llevan más de 12 años tramitando la expedición de sus escrituras, e incluso se le hizo saber que los habitantes están dispuestos a realizar una huelga de pagos a Teléfonos de México, por la deficiencia e irregularidad en el servicio. Todos los problemas, se prometió, serán resueltos rápidamente por el funcionario del Departamento del Distrito Federal.

Consultados los vecinos asistentes a la reunión, la denuncia fue unánime en el sentido de que mientras "nosotros sufrimos de graves problemas, los fraccionadores, empresas y políticos, como Televisa y el licenciado Guillermo López Portillo, gozan de todos los privilegios".

"Un caso muy notable, con el cual se llega al colmo, son las presiones que los habitantes de la Cooperativa Palo Alto sufren de los fraccionadores de Bosques de las Lomas SA, que no les permiten conectar su agua y drenaje a domicilio."

En contradicción con las grandes mansiones, "a los trabajadores que habitamos en la colonia del Chamizal se nos niega todo permiso de construcción, dotación de agua, drenaje y demás servicios públicos, al grado que nos invaden terrenos, allanan casas y prohíben el paso de pertenencias por medio de la Policía Montada y órdenes del delegado, Máximo Hevia Ramírez".

Para la Unión de Colonos de Cuajimalpa, lo más preocupante, sobre todo por las condiciones actuales del país, es que no haya hasta el momento una explicación al pueblo en relación con las casas de la colina de Lomas de Vista Hermosa, cuyo costo estimado es de 500 millones de pesos.

Las casas existen. La voz popular crece y coincide. La interrogante de Sánchez Cárdenas espera respuesta.