El Nuevo Herald
Mar. 23, 2004

Sin definirse las reglas para los viajes a Cuba

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Tras el anuncio de la eliminación del permiso de entrada al país, las autoridades cubanas no han emitido aún la reglamentación oficial para el procesamiento de documentos a los potenciales viajeros a partir del próximo 1ro. de abril.

En un comunicado emitido el pasado 21 de febrero, la Oficina de Intereses de Cuba en Washington anunció que a partir del 1ro. de junio los ciudadanos cubanos residentes en el extranjero podrán habilitar su pasaporte con un nuevo sello que se estampará de forma gratuita y será válido mientras no expire la vigencia del documento.

Pero las regulaciones específicas no han sido divulgadas, desatando una espiral de preguntas acerca de los procedimientos a seguir para futuros viajes a la isla.

''Realmente estamos desesperados'', dijo ayer Armando García, vicepresidente de la agencia Marazul, en Miami. ``Hay muchas preguntas que no podemos responderles aún a los clientes''.

El costo actual del permiso de entrada es de $100, un requisito único para ciudadanos del mundo occidental. El pasaporte cubano tiene una duración de seis años, renovable cada dos al costo de $66.

Aunque la medida afecta principalmente a los dos millones de cubanos que residen en Estados Unidos, condicionará también el funcionamiento de todas las dependencias consulares de Cuba respecto a sus ciudadanos nacionales radicados en el exterior.

Inicialmente se fijó el 1ro. de abril como la fecha en que los pasaportes podrían ser recibidos en la Sección Consular de Washington para su habilitación, pero hasta el momento no hay una comunicación oficial sobre el asunto.

La ''habilitación'' es un procedimiento condicionado a imperativos de seguridad interna, según el gobierno cubano. Ningún cubano exiliado que haya participado en ''actividades terroristas o repugnantes'' será beneficiado con la medida.

Aunque se estima que el paso agilizará significativamente los trámites para viajar a la isla, sus críticos opinan que se trata de una estrategia excluyente a partir de condicionamientos políticos.

''Para los miles de cubanos que tienen familia en la isla no va a ser una decisión desdeñable en términos prácticos'', señaló la socióloga Marifeli Pérez-Stable, profesora de la Universidad Internacional de la Florida (FIU). ``Pero la medida forma parte del juego político con los emigrados, una falsa señal de avance para luego culpar a EEUU... el mismo cassette de siempre''.

Pero al margen de la controversia política, hay una abultada lista de interrogantes que por el momento sólo tienen respuestas extraoficiales:

• Quienes viajaban con pasaporte norteamericano y no tienen pasaporte cubano, podrían seguir viajando con el permiso de entrada.

• Para los cubanos que tienen Permiso de Residencia en el Extranjero (PRE) no habrá cambios y podrán continuar entrando al país de la misma forma.

• Los cubanoamericanos nacidos en EEUU tendrían que solicitar permiso de entrada y documento A-2 si van a quedarse con sus familiares en la isla, o una TT (tarjeta turística), como estaba regulado.

• La permanencia de los viajeros en Cuba sería de 30 días. Actualmente el límite de estancia es de 21 días.