El Nuevo Herald
Mar. 28, 2005

Nuevo clamor por un cambio en Cuba

EFE
LA HABANA

Una treintena de esposas de disidentes cubanos presos, conocidas como ''Damas de Blanco'', marcharon ayer por una céntrica avenida de La Habana y pidieron la libertad de los opositores y un ''cambio'' en Cuba.

Las mujeres, vestidas de blanco y portando flores en las manos, acudieron a misa a la iglesia de Santa Rita, en el barrio residencial de Miramar, y marcharon pacíficamente por la Quinta Avenida, como hacen cada semana desde la primavera del 2003, cuando 75 opositores fueron condenados a severas penas de cárcel.

El pasado domingo, unas doscientas afiliadas a la Federación de Mujeres Cubanas hostigaron a las ''Damas de Blanco'' en la Quinta Avenida y concluyeron con un mitin de repudio en el que una portavoz de la FMC advirtió: ''No vamos a permitir que nos tomen las calles ... lo vamos a hacer el día que sea y a la hora que sea''. El lunes, el canciller cubano Felipe Pérez Roque dijo que ``en Cuba, las calles son de los revolucionarios''.

''Nosotras somos revolucionarias, porque revolución quiere decir cambio'', dijo ayer Marcela Sánchez, esposa de Marcelo López, condenado a 15 años y liberado con licencia extrapenal por motivos de salud en noviembre.

El comentario fue seguido por gritos de ''cambio, cambio'' por las mujeres, que pidieron ''libertad'' para los disidentes presos y formaron una cadena frente la iglesia de Santa Rita antes dedispersarse. Para Gisela Delgado, esposa de Héctor Palacios [condenado a 25 años] la ausencia de incidentes tras lo ocurrido hace una semana ``podría ser un intento del Gobierno de presentar esto como un acto de tolerancia ante la proximidad del debate en Ginebra''.

''Hay importantes delegaciones internacionales de alto nivel en el país y el gobierno cubano en realidad no quiere ser sancionado en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra'', añadió.

Gisela fue una de las ''Damas de Blanco'' que se reunieron el sábado con el comisario europeo para el Desarrollo, Louis Michel, quien concluyó ayer la primera visita a la isla de un alto cargo de la Unión Europea tras la normalización de relaciones, en enero. Michel ''fue receptivo'' a los planteamientos de las esposas, señaló Gisela, aunque ``comentó que no hay nada firme que pudiera haber avanzado sobre la situación de los presos''.

Laura Pollán, esposa de Héctor Maseda, condenado a 20 años, dijo que mantuvo con el comisario una reunión ''muy cordial'', pero ''el gobierno cubano es impredecible, ellos pidieron en primer punto la liberación de los presos, pero todo llega hasta ahí, hay que esperar'', apuntó.

''Se tiene que acabar la negociación cuando viene un delegado, nosotras, las mujeres cubana, somos las que tenemos que luchar por su liberación'', opinó Marcela Sánchez.