El Nuevo Herald
Sep. 11, 2004

Llamado mundial por la libertad de Raúl Rivero

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Alarmada por el recrudecimiento de las condiciones carcelarias y la delicada salud del poeta disidente Raúl Rivero, su esposa hizo ayer un llamado a la opinión pública internacional para liberarlo, y culpó al gobernante Fidel Castro por los peligros que corre la vida del prisionero.

''Las autoridades de la cárcel le han negado la posibilidad de dejarle pasar los medicamentos que le llevé el pasado 19 de agosto en ocasión de nuestra última visita'', relató Blanca Reyes en una carta divulgada ayer en La Habana.

Reyes afirmó que ''las brutales presiones psicológicas'' a que está sometido su esposo --condenado a 20 años-- son aprobadas al más alto nivel del gobierno, e incluyen desde los abusos de un carcelero ensañado en su persona hasta la prohibición de visitas familiares hasta el próximo noviembre.

''Denuncio que Fidel Castro es el único culpable por el estado de salud de mi esposo y de los peligros que corre su integridad física'', indica la misiva.

Esta semana, las autoridades médicas del penal de Canaleta, Ciego de Avila, donde se encuentra Rivero, de 59 años, confirmaron el diagnóstico de enfisema pulmonar tras haber sufrido dos bronconeumonías severas. El prisionero ha perdido 80 libras desde su arresto en marzo del 2003.

Según ella, a la falta de medicamentos y las malas condiciones del cautiverio se une ahora un nuevo elemento: el acoso que sufre Rivero por parte de dos presos comunes que están azuzando riñas entre el disidente y otros reos.

En la última comunicación telefónica, Rivero identificó a los dos instigadores como Eduardo Díaz Pérez y Carlos Cruz Seguí.

''Mi esposo está convencido de que este nuevo acoso está especialmente dirigido por la Seguridad del Estado'', señaló Reyes.

Según contó Reyes a El Nuevo Herald, en el último mes Rivero ha sido golpeado en dos ocasiones por los carceleros.

La denuncia sobre Rivero, se produce apenas 24 horas después que la esposa del conocido opositor Oscar Elías Biscet, la activista Elsa Morejón, lanzara un llamamiento similar alertando a la opinión pública sobre las prohibiciones y el encierro en un calabozo tapiado por más de dos meses.

También el periodista Víctor Rolando Arroyo, condenado a 26 años, ha denunciado abusos recientes durante una conversación con su esposa desde la Prisión Provincial de Guantánamo.

A mediados de agosto, una treintena de prisioneros del llamado Grupo de los 75, fueron trasladados a prisiones más cercanas a sus domicilios y, en algunos casos, a sus provincias de origen.

Rivero, Biscet y Arroyo no han figurado entre los prisioneros trasladados, lo que ha sido interpretado por fuentes familiares y disidentes internos como ''un gesto de mano dura'' para ablandarlos en sus posiciones.

''El gobierno parece enfrascado en recrudecer el trato contra aquellas figuras de la disidencia que han mantenido posiciones inclaudicables en prisión'', consideró el activista Elizardo Sánchez. "Son viejas tácticas para crear también animosidad y división entre sus familiares''.