Granma Diario
viernes 16 de abril del 2004

Incuestionable victoria moral

Manifiesto descrédito de EE.UU. Pese a sus presiones, no impidió que 21 países apoyaran a la Isla; 22 se prestaron a la maniobra anticubana y 10 se abstuvieron

GINEBRA, Suiza.— Una votación que puso de relieve el sucio manejo de Estados Unidos en sus intentos de borrar el ejemplo de Cuba ante el mundo, dejó a la Isla caribeña con sabor a triunfo en uno de los momentos más relevantes de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas

La votación en Ginebra, convertida en derrota moral para el imperio, fue seguida en el MINREX con la presencia de funcionarios y dirigentes del Partido y del Gobierno.

Mientras, en La Habana, el canciller Felipe Pérez Roque exponía los sólidos argumentos que tiene la nación caribeña para rechazar una maniobra que pretende fomentar las bases para continuar con los planes agresivos contra Cuba.

PL señaló que los rotundos aplausos a la intervención del jefe de la delegación cubana, Juan Antonio Fernández, y la firme postura de China, Rusia y la inmensa mayoría de los países africanos miembros de la CDH, anticiparon unos sufragios reñidos.

Se trataba de la resolución anticubana presentada por Honduras, a instancias de Washington, según confirmó con lujo de detalles Fernández, para condenar a la Isla mayor de las Antillas en materia de derechos humanos.

El controvertido punto nueve de la agenda de la CDH provocó que por primera vez en poco más de un mes de sesiones, la sala XVII del Palais des Nations de Ginebra se viera prácticamente abarrotada. Y en particular, la cuestión de Cuba despertó especial interés.

Irlanda, en nombre de la Unión Europea (UE), no sorprendió al auditorio al reiterar sus críticas a La Habana. Mucho menos Estados Unidos, que de paso congratuló a su nuevo peón, como calificó Cuba a Honduras, por presentar el texto.

Se sumó en la explicación del voto Chile, algo que tampoco causó asombro, como después se vería en los sufragios también a Guatemala, México, Perú, República Dominicana y Costa Rica, en el grupo de coristas que siguió los derroteros de Washington.

China, en particular, hizo una sólida defensa de Cuba, al considerar que "su valeroso pueblo logró en sus 45 años de Revolución unos avances extraordinarios en todos los dominios, a pesar del bloqueo y las presiones de Estados Unidos".

El delegado chino remarcó que resultaba muy triste ver a la CDH dejarse manipular por el hegemonismo que trata de imponer en el mundo la Casa Blanca y rechazó de plano la idea de que una pequeña Isla fuese el blanco predilecto de los gobernantes estadounidenses.

Rusia, Zimbabwe, Togo, Congo y Sudán se adhirieron al criterio de no sustentar un documento condenatorio de Cuba, haciendo uso de la palabra para destacar la solidaridad de la Isla con los pueblos del mundo, sus éxitos en educación, salud y cultura, y su apego a los derechos humanos.

El resultado, 22 a favor, 21 en contra y 10 abstenciones, promovió más felicitaciones a la delegación caribeña que pesares. Todo bajo la presión de acciones provocadoras de enviados de Miami, que no cesaron en sus empeños de buscar altercados con los representantes de Cuba.

Los países que se sometieron a Washington en la votación contra Cuba fueron Alemania, Armenia, Australia, Austria, Chile, Costa Rica, Croacia, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Holanda, Honduras, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, México, Perú, Reino Unido, República Checa, República Dominicana y Suecia.

Por otro lado, se opusieron a la resolución norteamericana Arabia Saudita, Bahrein, Burkina Faso, China, Cuba, Egipto, Etiopía, India, Indonesia, Nigeria, Paquistán, Qatar, República Democrática del Congo, Rusia, Sierra Leona, Swazilandia, Sudáfrica, Sudán, Togo, Ucrania y Zimbabwe.

Las abstenciones (otros países que no se sumaron a Estados Unidos) fueron de Argentina, Bhután, Brasil, Eritrea, Gabón, Mauritania, Nepal, Paraguay, Sri Lanka y Uganda.