Granma Diario
abril 11, 2003

Tania y Ernesto en las filas del enemigo

REYNOLD RASSÍ
FOTOS: RAÚL LÓPEZ

Fueron años de amargura y sinsabores, de esfuerzos y sacrificios con una doble vida en la que tienes que fingir lo que no eres, relacionarte con los que desean destruir lo que tú amas y verte rechazado por los que más tú quieres, sin poder gritarles a los cuatro vientos que están equivocados.

Los agentes Tania y Ernesto, al centro, rodeados de sus vecinos.
Contrarrevolucionarios, traidores a la Patria y a su pueblo, eran los esposos Odilia Collazo Valdés y Roberto Martínez Hinojosa para sus familiares, amigos y vecinos del reparto Rocafort, en San Miguel del Padrón, por estar ambos incorporados a grupúsculos titulados independientes, pero subordinados y bajo la tutela de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en nuestro país.

En silencio tuvo que ser para que todo marchara bien. Pero las cosas ya cambiaron, la pesadilla y su labor concluyeron y ahora ambos podían mostrar su verdadero rostro, al ser dados a conocer públicamente como los agentes Tania y Ernesto, de los Órganos de la Seguridad del Estado cubana.

En una gigantesca asamblea, en la Circunscripción 12 del Consejo Popular Rocafort, cientos de vecinos de ese reparto recibían la grata información por la teniente Eloise Inclán, del DSE, de quiénes eran Odilia y Roberto y su trabajo entre los que vendieron su dignidad y traicionaron al pueblo, poniéndose por migajas al servicio e intereses de otra nación.

Las gracias por haber ayudado a la Patria en la forma en que lo hicieron, en especial en nombre de nuestra juventud, por el ejemplo que han dado de modestia y valentía y de todo lo que se es capaz cuando se lucha contra el enemigo, al igual que el ejemplo de nuestros Cinco Héroes presos en las entrañas del monstruo imperialista, así como por permitir sentir que los héroes de la Patria están en el combate cotidiano y aprender de Odilia y Roberto, una vez más, lo que es el amor y la lealtad a nuestro país, fueron expuestos por Alejandro Herrera y José Luis Pérez, primeros secretarios del Partido y de la UJC, respectivamente, en San Miguel del Padrón.

En medio de la alegría, decenas de amigos y vecinos de los hoy conocidos como agentes Tania y Ernesto se abrazaron a ellos, los felicitaron y besaron al develarse la verdad.

En la Oncena Unidad de
 la PNR dan a conocer los
 verdaderos rostros de los "contrarrevolucionarios"
 Odilia y Roberto.
Igual ocurrió en la Oncena Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria de ese territorio, donde en un acto con sus jefes y combatientes, se explicó también quiénes eran Odilia y Roberto, y de cuyo lugar había sido separado este último hace unos ocho años como jefe de Sector de la PNR y como militante del Partido, por considerarlo traidor al tener relaciones con una contrarrevolucionaria.

En dicha Unidad el capitán Eduardo Mendoza recordó cómo Roberto era un hombre abnegado, con virtudes y cumplidor de la disciplina militar, y el dolor que les causó su expulsión entonces de la Policía, y ahora ver que regresaba como símbolo de sacrificio, sentido del deber y amor por su Patria.

LOS AGENTES TANIA Y ERNESTO

En 1988 surgen grupúsculos contrarrevolucionarios en San Miguel del Padrón, y a Odilia Collazo Valdés, graduada en la especialidad de Administración, la llama la Seguridad del Estado, para cambiar su imagen de revolucionaria y vincularse a esos elementos. Se incorpora al Partido Pro Derechos Humanos de Cuba en 1990 —cumpliendo órdenes de esos órganos del MININT— y por su trabajo llegó primero a ser secretaria de ese grupo y luego su presidenta. Más reciente se creó la Mesa de Trabajo de la Disidencia Interna, y pasó a ser el apoyo principal de ese movimiento ilegal.

"No fue nada fácil, pues mis dos hijos, que los había formado en las ideas de la Revolución, no entendían que yo hubiera cambiado, así como otros familiares. Empecé a trabajar con ese grupúsculo y relacionarme con otros. Nos vincularon a la Oficina de Intereses de Estados Unidos (SINA).

"Allí nos solicitaban informes sobre la `violación' de derechos en Cuba y nos daban materiales sobre ese tema, así como pacotillas, medicinas, radios y literatura, esta última sobre todo para los jóvenes, y que se los diera a mis vecinos y conocidos. Otras veces me daban listas de representaciones diplomáticas para llevarles informes. Lo menos que me pagaban eran 100 dólares al mes, pero los recibía a través de ONG en el exilio o por turistas que visitaban el país.

"En la SINA a veces determinan no dar visas para viajar a Estados Unidos, e intentan con eso crear irritación en la población que las solicita y provocar explosiones sociales o que la gente emigre ilegalmente. Conocimos también que tanto entre los grupos de la mafia de Miami como entre los existentes en nuestro país, se reparten y roban el dinero que les envían como ayuda, y eso se ha convertido en un negocio para ellos.

Odilia Collazo y Roberto Martínez son presentados en su zona de residencia en el reparto Rocafort, San Miguel del Padrón, como los agentes Tania y Ernesto.
"Me siento orgullosa de haber seguido los pasos que dio mi padre, quien también fue agente de la Seguridad y estuvo hasta seis años preso con elementos contrarrevolucionarios. Mi mayor felicidad fue cuando hace poco la dirección de la Revolución me eligió para que fuera uno de los agentes que testificaran en el juicio a los que tenían actividades subversivas en estos grupos, y ahí conocí que a algunos de los que consideraba enemigos eran también de la Seguridad."

Roberto Martínez Hinojosa, el agente Ernesto, se incorporó al trabajo de la Seguridad mediante su esposa, en cuya labor estuvo algo más de ocho años. Era el encargado de atender a los llamados "prisioneros políticos" e informar de su situación en las cárceles.

"Provenía de las FAR, en las que estuve en Pinar del Río desde 1973 hasta 1983 en que pasé a la Policía en Ciudad de La Habana, y todo eso me ayudó a ser una gente disciplinada. Trabajar dentro del mismo enemigo que uno combate y odia no es fácil. A la vez, me dolía ver a familiares, amigos y compañeros revolucionarios y no poder compartir con ellos. Enfrentar ese trabajo solo es posible cuando hay convicción y amor por lo que uno hace, sobre todo cuando se trata de defender a la Patria."