El Nuevo Herald
October 24, 1998
 
Guerrilla ELN continúa ataques a oleoductos

 JAVIER BAENA
 Associated Press

 Bogotá -- Pese a las exhortaciones a que suspenda sus ataques
 terroristas contra la infraestructura petrolera, que el domingo pasado
 ocasionaron 62 muertos, el Ejército de Liberación Nacional dinamitó
 otro oleoducto, pero esta vez no hubo víctimas sino el derrame de 6,900
 barriles de petróleo.

 El sabotaje con explosivos fue ejecutado el jueves por la guerrilla contra
 el oleoducto Caño Limón Coveñas, el segundo en importancia de
 Colombia, que transporta unos 175,000 barriles diarios de crudo, en el
 municipio de Arauquita, de la frontera colombo-venezolana, a 430
 kilómetros al nordeste de Bogotá, informó el viernes la compañía estatal
 Ecopetrol.

 Fue el ataque número 561 contra este oleoducto de 780 kilómetros
 ejecutado por la guerrilla desde su inauguración en 1986.

 El ataque del domingo fue contra el Oleoducto Central de Colombia, que
 transporta unos 350,000 barriles diarios, causó el derrame de unos
 30,000 barriles de crudo liviano, los cuales se incendiaron y arrasaron
 con el caserío de Machuca, situado a 300 kilómetros al norte de Bogotá,
 donde inicialmente murieron 45 personas.

 En los hospitales han muerto hasta hoy otras 17 personas, pero se
 espera que la cifra aumente pues hay por lo menos 40 heridos en
 condiciones críticas por las extensas quemaduras que sufrieron, según
 informes del Servicio de Salud del Departamento de Antioquia.

 A raíz de ataque, el comité preparatorio de una convención nacional que
 a partir del 13 de febrero de 1999 iniciará negociaciones de paz, instó al
 ELN suspender los atentados contra los sabotajes contra la
 infraestructura petrolera para no poner en peligro a la población y evitar
 los extensos daños ecológicos y económicos que produce el derrame de
 petróleo.

 Hasta ahora no ha habido respuesta del comando de la guerrilla.

 El ELN admitió que sus hombres dinamitaron el Oleoducto Central, pero
 acusaron al ejército que haberle prendido fuego al petróleo derramado,
 versión que fue descartada por los sobrevivientes y los técnicos
 petroleros, pues el estallido del oleoducto desató inmediatamente el
 incendio que provocó la tragedia.

 La guerrilla propuso que una organización no gubernamental de carácter
 internacional investigara el incidente, pero el presidente Andrés Pastrana
 rechazó su propuesta y pidió al fiscal y al procurador que asuman la
 investigación para determinar quiénes fueron los responsables de la
 matanza.

 El ELN ha dicho que no suspenderá su guerra terrorista contra los
 oleoductos hasta que no se logre un acuerdo con el gobierno para
 modificar la política petrolera y asegurar mayores ingresos para el
 estado.

 Según el gobierno colombiano, el sistema actual es benéfico para los
 intereses de Colombia.
 

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