Granma Diario
Mayo 8, 2002

Tony Briones Montoto: Por la senda del Che

                    PEDRO A. GARCÍA

                    Sus padres, destacados combatientes de la generación del 30, le
                    llamaron Tony, en recuerdo de Antonio Guiteras. Según propia
                    confesión, "nací y tuve que desenvolverme en una época en que
                    el mundo estaba dividido en dos partes: los que tratan de subyugarlo
                    y los que luchan para que esto no suceda. Yo pertenecía a estos
                    últimos: desde pequeño, odié el abuso, la dominación".

                    Desde que se perpetró el cuartelazo en 1952, la madre comenzó a
                    conspirar contra la tiranía. En su hogar encontraron refugio los
                    perseguidos por el régimen. "Ellos hablaban de derribar a Batista y
                    se movían en La Habana secretamente. Jorge Agostini, por solo
                    mencionar a uno de los más conocidos, se escondió en la casa",
                    afirma Newton, el hermano menor.

                    "Mi hermano Tony y yo asistíamos al Instituto de La Habana, donde
                    habíamos ingresado en el curso 1953-1954. Aunque era un año
                    mayor que yo, estábamos en el mismo año de bachillerato. Ya por
                    esta época comenzaban las inquietudes políticas, a pesar de los 14
                    y 15 años con que contábamos. Desde luego, Tony era más
                    maduro, no solo por tener un año más, sino por su carácter".

                    EL ESTUDIANTE COMBATIENTE

                    Newton recuerda a su hermano "trigueño, de pelo negro, ojos
                    claros, anchas espaldas y sonrisa agradable, tocado por un
                    carácter entre alegre y serio, con un carisma que atraía a la gente.
                    En el Instituto ya habíamos hecho amistades: entre ellas, Yolanda
                    de Armas, Urselia Díaz Báez (cayó durante la etapa insurreccional),
                    quien sería su novia después.

                    "La dictadura comenzaba a tropezar con la incipiente oposición.
                    Los estudiantes de la Universidad iniciaban sus protestas, y al ser
                    reprimidas, provocaban ira en la población. Los del Instituto también
                    teníamos el mismo sentimiento. En una de esas manifestaciones,
                    Tony fue detenido con otros compañeros del Instituto. El hecho no
                    fue conocido de inmediato por la familia".

                    Detenido y fichado por la policía batistiana, Tony tuvo que
                    marcharse al extranjero. Viajó a Nueva York. Un día llegó la noticia
                    de que había desaparecido. Rememora Newton: "Mamá se
                    desesperó un poco y comenzó a llamar por teléfono a la familia, en
                    busca de una idea de lo que se debía hacer. Papá, con más
                    ecuanimidad y experiencia, dio otra solución: Debemos averiguar
                    con discreción en qué condiciones se encuentra.

                    "Los días posteriores trajeron nuevas informaciones sobre su
                    situación. Estaba en México, en un campamento del Movimiento 26
                    de Julio bajo las órdenes de Pedro Miret. Se había enrolado en
                    Nueva York a través de Pablo Díaz, uno de los expedicionarios del
                    Granma, quien había regresado a México un mes después del
                    desembarco, en misión de ayuda económica. Más tarde pasó a
                    EE.UU. con la misma misión y Tony fue uno de los seleccionados".

                    Al no producirse la expedición prevista partió a Miami, donde otros
                    grupos del M-26-7 se preparaban a luchar en Cuba. La policía
                    estadounidense frustró esos planes y Tony Briones Montoto fue
                    detenido. Las autoridades norteñas decretaron una orden de
                    expulsión en su contra. El triunfo revolucionario del Primero de
                    Enero dejó en suspenso la sentencia.

                    EL INTERNACIONALISTA

                    De nuevo en la Patria, se integró a las tareas revolucionarias.
                    Asumió responsabilidades en los ministerios de Hacienda y
                    Agricultura, en el ICAIC y en el MININT. Terminó el bachillerato y
                    matriculó Economía en la Universidad de La Habana.

                    "El último día que hablamos, yo regresaba de la quincena de Girón",
                    solía recordar la madre: "Estaba muy contento y me dijo que iba
                    para la zafra". Yolanda de Armas también lo vio por aquellos días:
                    "Hablamos de cosas personales pero no me dijo nada de sus
                    planes futuros. Lo que sí recuerdo es que hablamos mucho sobre
                    el Che". A la madre de Urselia le confesó en esa época: "Cualquier
                    día de estos salgo a buscar al Che".

                    Semanas después, Antonio Briones Montoto cayó en combate en la
                    playa de Machurucuto, Venezuela, el 8 de mayo de 1967, durante el
                    cumplimiento de una misión internacionalista. Exactamente 32
                    años después de la caída en combate en El Morrillo de Guiteras y el
                    internacionalista venezolano Carlos Aponte. En carta de despedida
                    a sus hijos, Tony había escrito: "Les queda lo principal: una
                    Revolución. Deben ser fieles a ella como lo fue su padre".