El Nuevo Herald
Feb. 20, 2002

Se descorre el velo insondable de la intimidad de Castro

                      El abismo insondable que separaba la vida pública del gobernante Fidel Castro de su vida personal, se ha ido
                      cerrando lentamente en los últimos tiempos en Cuba.

                      En un hecho casi inédito en la isla, tres artículos de prensa han sido dedicados a dos de los hijos del líder cubano.

                      El semanario Trabajadores concedió media página a un reportaje al médico ortopédico Antonio Castro Soto del
                      Valle, uno de los cinco hijos de la pareja formada por Fidel Castro Ruz y Dalia Soto del Valle, actual esposa del
                      Comandante en Jefe de la revolución cubana.

                      ''Entre el diamante y el quirófano'', se titula el artículo de Trabajadores, que muestra una fotografía del doctor
                      Antonio Castro en un juego de béisbol y otra con su indumentaria médica efectuando una intervención quirúrgica.
                      En ningún momento se hace mención de que se trata del hijo del presidente de Cuba.

                      Por su parte, los diarios Granma y Juventud Rebelde, comentan el lanzamiento del libro Cuba. Amanecer del
                      Tercer Milenio, cuyo autor es Fidel Castro Díaz-Balart, primogénito de los hijos del Jefe de Estado, fruto de su
                      matrimonio con Mirta Díaz-Balart, de quien se separó a mediados de 1950.

                      La obra es una revisión de ''los problemas más candentes de la ciencia moderna y del pensamiento humanístico'',
                      señala la reseña del libro de Díaz-Balart, un doctor en Física reconocido por sus trabajos en la especialidad.

                      El riguroso velo de silencio que cubre la vida privada de Fidel Castro hacen que los nombres o imágenes de
                      Antonio y sus hermanos, o el de la señora Soto del Valle, sean casi desconocidos para la mayoría de los cubanos,
                      que se cierran en mutismo al ser consultados sobre el tema por periodistas extranjeros en La Habana.

                      Empero con 75 años de edad, 43 de ellos en el ejercicio del poder, la vida íntima de Castro comienza lentamente
                      a desvelarse. Las fotografías de los hijos de Castro y de su esposa ya integran los archivos de la prensa
                      extranjera en Cuba, algo impensable en un pasado no muy lejano