El Tiempo (Bogota)
26 de septiembre de 2010

Cuatro visiones sobre quién era el 'Mono Jojoy'

Una ex guerrillera, un ex comisionado, un ex secuestrado y un militar que lo persiguió hablan sobre el guerrillero.

Sanguinario, inflexible, intimidante, narco, 'paniquiado' y hasta divertido. Testimonios de personas que en diferentes condiciones y momentos conocieron al abatido jefe guerrillero Víctor Julio Suárez, así lo recuerdan. Algunas identidades no se revelan por solicitud expresa de las fuentes.

'Ese tipo era una grosería completa'

Relato de un soldado regular secuestrado por las Farc el 4 agosto de 1998 tras la toma a Uribe (Meta):

"Yo estaba prestando el servicio militar en Uribe cuando se produjo la toma y ahí resulté con una pierna fracturada.

"Fui uno de los 35 heridos que las Farc se llevaron por la montaña, secuestrados. Nos subieron en mulas y desde las 3 de la tarde hasta las 9 de la noche nos hicieron andar por trochas. Después, durante ocho días, estuvimos cabalgando selva adentro.

"Luego nos tuvieron 14 meses amarrados a la pata de un palo. Nos dijeron que era orden del 'Mono Jojoy' mantenernos amarrados y matarnos si llegaban a rescatarnos o si alguno intentaba volarse.

"Después, 'Jojoy' ordenó construir los corrales de alambre en los que nos mantenían encerrados.

"Ese tipo era una grosería completa. Es más, hasta los mismos guerrilleros de las Farc le tenían miedo, pánico.

"Las pocas veces que fue al campamento siempre se mostró como un arrogante. Muy imponente.

"Era tan malo que nos ponía a escribirles cartas a nuestras familias y después no permitía que las mandáramos.

"Hubo tres guerrilleros que no estaban de acuerdo con que nos tuvieran encerrados y nos dijeron que nos ayudarían para que nos voláramos.

"Ellos nos hablaban de la posibilidad de fuga y nos mandaban datos escritos en la comida. El problema es que entre ellos mismos hay mucha contrainteligencia.

"A los muchachos los descubrieron, les hicieron un consejo de guerra y determinaron matarlos. Por orden de 'Jojoy' los mataron con tiros al frente de nosotros, para atemorizar a los demás y a nosotros".

'Mandó a fusilar una muchacha porque hablaba mal de los mandos'

Durante 14 años fue guerrillera, y durante tres de ellos estuvo en el primer anillo de seguridad de 'Jojoy':

"A él le gustaba tener dentro de su grupo inmediato, gente preparada, ojalá que tuviera estudios universitarios.

"Claro que también tenía a guerrilleros con conocimientos militares y siempre a su alrededor había mujeres, la mayoría jóvenes y bonitas.

"Él era divertido, se levantaba como a las 3 de la mañana a estudiar, leía mucho y durante el día, si no había problemas, hacía charlas políticas y de la ideología de las Farc.

"Como tenía deabetes, le gustaba comer frutas. Yo tuve que ir varias veces a recibir la encomienda de frutas que le mandaban como parte de la comida especial para él.

"Vivía paniquiado, pensaba que lo iban a matar, era muy desconfiado, hasta con la comida que le daban. Por eso y por su dieta, tenía hasta su propia ranchera (cocinera).

"En el terreno militar se defendía en todos los terrenos y eso le hizo ganarse respeto.

"Su disciplina era muy severa. Era duro. Una vez mandó a fusilar a una muchacha que la estaba embarrando, porque hablaba mal de los mandos. La habían castigado por eso pero ella era muy rebelde.

"Con él, el que la embarrada, sabía lo que le tocaba: morirse. En la zona de despeje mandó a fusilar a 11 hombres y a una mujer porque eran infiltrados. Uno de ellos confesó. Entonces, por orden de él, los entregaron a diferentes comisiones para que los mataran en el monte.

"Tampoco permitía los embarazos de la mujeres.

"Cuando la cosa se ponía caliente (peligrosa) él se iba con unos 150 hombres protegiéndolo y a nosotros nos tocaba frentiar lo que viniera

"Entre los guerrilleros siempre se decía que si al 'Mono' lo mataban, esto se acababa, porque nadie más frentiaba como él".

'Creyó que la selva lo salvaría'

Un oficial que participó en el ataque el campamento de 'Jojoy' cuenta cómo lo persiguió durante años:

"Desde cuando era capitán comencé a hacer parte de la contraguerrilla y de las fuerzas especiales que estuvieron a cargo de las principales operaciones contra el secretariado y el bloque oriental.

"Para nosotros se volvió una obsesión neutralizar la fuente de inspiración del terror que era él.

"Al comienzo 'Jojoy' estaba convencido de que la selva se tragaría a los soldados y la veía como su principal aliada. Siempre creyó que el narcotráfico lo salvaría, por eso era un hombre totalmente prepotente con la gente y con sus hombres.

"Comenzamos a conocerlo, sabíamos de su comportamiento típico de un narco, al que le gustaba el whisky y la buena comida como el coctel de camarones. Incluso, mandó adecuar caminos y carreteras para salir a trotar.

"En varias ocasiones logramos estar muy cerca de las estructuras, pero no fue posible ubicarlo porque siempre estaba escondido, muy protegido por sus escoltas.

"Durante los últimos 10 años he perdido a muchos compañeros, pero ahora creo que la tarea está cumplida".

'Era el más malo de los malos'

Camilo Gómez, como comisionado de Paz en el gobierno de Andrés Pastrana, tuvo que tratar durante más de dos años al jefe guerrillero.

"Lo conocí en Caquetania (Caquetá) el 2 de mayo de 1999. Uno sabe desde el principio que es un tipo absolutamente crudo, recio, hecho en la guerra, con las manos llenas de sangre y de secuestro.

"Tenía un sentido del humor muy particular. Cuando alguien llegaba a su campamento solía decir: 'Este tipo está como con barriga. Pero con cuatro meses aquí la baja. ¡Traigan un uniforme que este se queda!'.

"Cuando supo que me nombraron comisionado de paz, en abril del 2000, dijo: 'nombraron al camorrero de Palacio'. Yo no soy camorrero, lo que pasa es que hablo recio.

"En una ocasión me eché un discurso delante de 'Jojoy', 'Manuel Marulanda' y 50 de sus hombres. Lo que dije enfureció a 'Tirofijo' y lo hizo tirar la silla. Cuando ya se iba a ir, 'Jojoy' comentó: 'Vaya viendo usted el gallito que nos mandó Pastrana'. Esa frase salvó la reunión.

"'Jojoy' tenía frente a su tropa una relación entre dureza y admiración. En la guerrilla a uno lo admiran cuando es más malo. Y él era el más malo de los malos. Tampoco le tenía miedo a la muerte.

"En 2001, la noche antes de la entrega de 360 militares y policías, nos quedamos hablando un rato debajo de un árbol. De un momento a otro le pregunté: 'Oiga 'Mono', ¿si el proceso se acaba, usted me mata...?', Y contestó: 'Pues guevón, si se deja...'. Como a los 10 minutos me preguntó lo mismo y le contesté: 'Pues guevón, si se deja...'.

"Mientras yo era negociador, 'Jojoy' dio la orden de secuestrar a un hermano mío. Un día lo confronté y le dije que si lo hacía no les iba a dar un centavo ni a cambiar una sola de mis posiciones. Y él contestó: 'es que este proceso está muy mal y si se rompe hay que tener una gente recogida para cualquier cosa'.

Si yo tuviera que ponerle un epitafio en su tumba diría: 'guevón, se dejó'".