El Nuevo Herald
24 de junio de 2001

Las FARC propinan un duro golpe al ejército colombiano

 Mueren 30 soldados de una estratégica fuerza entrenada por EU

 Agence France Presse
 BOGOTA

 El ejército colombiano, entrenado y equipado por Estados Unidos, sufrió un nuevo golpe a manos de la guerrilla marxista de las FARC, que el viernes mató en combates
 --según cifras oficiales-- a por los menos 30 soldados de una estratégica base militar destacada en el cocalero departamento de Putumayo (sur).

 Los mandos castrenses reportaron que en la contraofensiva de las tropas murieron más de 26 rebeldes de las FARC (con 16,500 combatientes), aunque ninguna fuente
 independiente ha dado evidencias de ello.

 Por su parte, la jefatura de esa guerrilla no se ha pronunciado sobre el número de bajas que dejó el sangriento combate.

 Comentaristas colombianos destacaron que la incursión perpetrada el viernes por los insurgentes en la base militar de Coreguaje, en Putumayo, supone uno de los
 golpes más duros propinados al ejército desde el 30 de agosto de 1996, cuando 50 soldados de una unidad de élite fueron abatidos en plena selva por esa guerrilla.

 Los militares destacados en Coreguaje son parte de la llamada Fuerza de Tarea del Sur, entrenada por expertos estadounidenses para ejecutar labores antidrogas en
 Putumayo, donde los rebeldes tienen una fuerte presencia.

 En esa localidad se halla el 50 por ciento de las más de 112,000 hectáreas de cultivos de coca existentes en Colombia, el primer productor mundial de ese arbusto y de
 la cocaína.

 Coreguaje se encuentra en la localidad putumayense de Puerto Leguízamo (780 km al sur de Bogotá, en la frontera con Ecuador y Perú).

 Unos 60 militares que se dieron inicialmente como desaparecidos fueron ubicados el viernes por sus compañeros en un área selvática.

 El general Ramírez afirmó que las FARC atacaron la base militar en represalia por las acciones antinarcóticos que las tropas regulares desarrollan en la selvática frontera
 de Colombia con Ecuador y Perú.

 El ataque de las FARC se produjo seis días antes de que ese grupo deje en libertad, como un gesto de paz según los líderes rebeldes, a entre 250 y 300 soldados y
 policías capturados en combates en los últimos tres años.